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J. López-Lago
Domingo, 5 de abril 2015, 10:50
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Lo habitual es que un centro educativo requiera más espacio para impartir sus enseñanzas, pero en el instituto pacense Nuestra Señora de Bótoa sobra sitio, más de veinte hectáreas. Tanto es así que se han desprendido de ellas para arrendarlas y que les saque partido una empresa privada.
Suena lógico cuando su director, Joaquín León, explica que tanto terreno era innecesario y lo que hacía era complicar la gestión del instituto y gravar su presupuesto. «La finca era una carga para el centro», resume el su responsable.
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