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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Alfredo Molano, desempleado.
EL 43% de los extremeños cobra del Estado

EL 43% de los extremeños cobra del Estado

Entre funcionarios, pensionistas y parados con paga, la región suma 400.000 personas. Son 70.000 más que las que emplea el sector privado

Antonio J. Armero

Domingo, 1 de marzo 2015, 00:21

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Casi cuatrocientos mil extremeños reciben cada mes en su cuenta corriente un ingreso de parte de la administración. En el caso de los 86.000 funcionarios, es su nómina. Para 96.000 parados, es la paga que les ayuda mientras estén sin empleo. Y para cerca de 220.000 jubilados, ese dinero que llega del Estado es su pensión, la que se han ganado tras años de trabajo. Funcionarios, desempleados que perciben algún tipo de prestación y pensionistas son los tres grandes grupos de quienes cobran del Estado. Hay otros, pero son más minoritarios. Esas casi cuatrocientas mil personas suponen más del 36 por ciento de la población total de la comunidad autónoma, según las cifras del Ministerio de Hacienda, el INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social), el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) y el INE (Instituto Nacional de Estadística). Ese porcentaje sube hasta el 42,85 por ciento si solo se tiene en cuenta a los habitantes con 16 años o más.

El dato tiene su reflejo en la realidad social y económica de la región, donde el número de trabajadores del sector privado es de 327.800. Es decir, en Extremadura hay más gente cobrando de la Administración que de empresas privadas. Esto sucede también, aunque en menor grado, en otras provincias y comunidades autónomas españolas, y es una particularidad con consecuencias a medio y largo plazo.

Pensionistas, el colectivo más grande

Más de la mitad de los extremeños que cobran del Estado son pensionistas. En febrero sumaban 217.758 personas, y el importe medio de la paga era de 739 euros (142 menos que la media en España), si bien hay que tener en cuenta que esta cifra es una media de todo el sistema, es decir, que engloba todos los tipos de pensiones, y que en este capítulo, las variaciones son importantes. De los casi 220.000 perceptores que hay en la región, 120.000 reciben la de jubilación (843 euros de media), y casi 62.000 la de viudedad (599 euros). Entre estas y las demás, la nómina mensual de pensiones contributivas de la Seguridad Social en Extremadura asciende a 161 millones de euros (son casi 8.200 en toda España). En todas las modalidades, el importe medio en la región es más bajo que en el conjunto del país.

«Yo no me quejo, pero sí creo que en general, el importe de las pensiones es bajo», reflexiona Florentino Carrasco García, que se jubiló hace doce años. «Trabajé treinta y ocho años y medio como Guardia Civil, la mayor parte del tiempo en Cataluña», cuenta el hombre, originario de Torre de Santa María y ahora residente en Cáceres. «Tengo compañeros que tienen una pensión más baja porque empezaron a cotizar unos años más tarde que yo», amplía Florentino, que camina por el céntrico paseo de Cánovas con una carpeta bajo el brazo.

«El de las pensiones es un problema nacional, y es un problema importante», resume Julián Ramajo, profesor del departamento de Economía de la Universidad de Extremadura (Uex). «Cada vez hay menos gente empleada amplía Ramajo, que con sus contribuciones a la Seguridad Social ayude a pagar las pensiones, y aunque la inmigración es una ayuda en este sentido, la crisis ha motivado que buena parte de los que extranjeros que habían venido se hayan marchado».

Funcionarios

«El sector público detalla Julián Ramajosupone un veinticinco por ciento de la producción regional, y esta sí que es una cifra importante, porque nos diferencia de la mayoría de las comunidades autónomas». Y el INE le da la razón. Según esta fuente oficial, al cierre del último trimestre del año pasado, el 31 por ciento de los asalariados de Extremadura pertenecían al sector público. Este porcentaje sitúa a la comunidad como líder destacada de la clasificación, con una diferencia holgada respecto a la segunda en la lista, que es Castilla y León con un 25 por ciento, y muy por encima de la media nacional, que se sitúa en el veinte.

De las 86.004 personas que conformaban la plantilla de la administración pública en la región, más de la mitad están en nómina de la Junta, según los datos del Ministerio de Hacienda y Administración Pública actualizados a julio del año pasado. El Gobierno regional se acerca a los 45.000 empleados, frente a los 25.000 de la administración local, 13.000 del Estado y algo menos de tres mil de la Universidad.

A ella pertenece el profesor Ramajo, que se declara partidario de «no demonizar al sector público, como en ocasiones se hace». El hecho de que tenga tanto peso en la región tiene pros y contras, entiende el experto, que recurre a una metáfora ilustrativa. «En tiempos de crisis, el sector público es un colchón de plumas, que permite que la economía no se resienta tanto porque la crisis le afecta menos que al sector privado, mientras que cuando la economía general marcha mejor, el sector público es un colchón que pesa mucho más, porque hace que no se noten tanto los repuntes, especialmente en lo que se refiere a generación de empleo y a producción».

En su opinión, la mejor receta para un territorio como Extremadura, con tanto peso de lo público, es mantener este sector tal como está y centrar los esfuerzos en el crecimiento del privado. «Gracias al sector público se han mantenido muchos puestos en el sector servicios amplía Julián Ramajo, y gracias a que una cuarta parte de la producción de nuestra región depende de la administración, no hemos notado la crisis tanto como otras comunidades autónomas». El profesor añade otro ejemplo práctico que ayuda a entender las implicaciones que tiene el hecho de contar con una administración con tanta presencia en el ámbito laboral. Esta particularidad extremeña explica, por ejemplo, que la retirada de una paga extra a los funcionarios tenga más repercusión sobre el conjunto de la actividad económica de la que una medida así tiene en otras zonas del país.

Desempleados

151.800 personas no tienen trabajo en Extremadura. Y de ellas, 95.589 o sea, el 63 por ciento cobran algún tipo de prestación que les ayuda a sobrellevar esa situación de desempleo. Uno de cuatro cobra la prestación contributiva, popularmente conocida como el paro, que es para aquellos que han cotizado a la Seguridad Social un número determinado de años y eso les otorga el derecho a recibir este tipo de prestación. Hay muchos más extremeños (más de 44.000) cobrando el subsidio, que es lo que muchos llaman la ayuda. Es para quienes no han cotizado los años suficientes o se les ha agotado el paro y continúan sin encontrar trabajo.

Uno de los casi 96.000 extremeños que cobran una prestación de desempleo es Alfredo Molano. Tiene 26 años y vive en la localidad cacereña de Valdeobispo (705 habitantes, a un cuarto de hora en coche de Plasencia). «Me quedé en el paro hace más de dos años y estoy ya con la prórroga, me quedan cinco meses de cobrarlo», cuenta el joven, que hasta la irrupción de la crisis, trabajaba como peón de albañil. El desplome de la construcción le llevó al paro, como a tantos otros en España. Y pese a la mejora de las cifras macroeconómicos, a él todavía no le ha llegado una nueva oportunidad laboral. «Cobro 230 euros al mes de paro, pero 150 son para la pensión de manutención de mi hijo», cuenta Alfredo Molano, a quien le gustaría trabajar como cocinero, una de sus grandes aficiones. Mientras aparece un empleo, él intenta formarse. «He hecho varios cursos, el último de ellos de tratamiento de aguas potabilizadoras, pro sigo en el paro», resume el joven cacereño, que pertenece a ese grupo de casi 96.000 extremeños que cobran una prestación de desempleo, el mismo en el que lleva años intentando entrar Mario Gabrici.

«Tengo 47 años, he cotizado a la Seguridad Social durante once, pero por más que lo he intentado, no soy capaz de que me concedan algún tipo de paga por estar en el paro», cuente este placentino que se ha ganado la vida en distintos sectores. «Cada vez que hago la solicitud, me dicen que me falta algún papel explica Gabrici, ahora me comentan que uno de los requisitos es que haya estado al menos medio año trabajando, y yo les digo que he estado once años, y que ahora, no hay manera de que te den trabajo en ningún sitio». «No hace mucho escuché a Mariano Rajoy continúa este parado extremeño decir que los mayores de 45 años que estuviéramos sin empleo íbamos a tener ayudas, pues aquí estoy yo, con 47 años y en paro y sin cobrar nada».

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