La pensión de jubilación sostiene a casi uno de cada cinco hogares de la región

Esa ayuda estatal es el principal sustento en el 18 por ciento de los hogares extremeños, un porcentaje que sitúa a la comunidad autónoma en una situación más favorable que el común de las regiones. La media nacional es del 20,1 por ciento, justo dos puntos por encima de la tasa de Extremadura, que en este ámbito presenta unas cifras similares a las de Navarra, Murcia o Castilla La Mancha.

Hace dos años, este índice era del 16,4 para la región y del 19,2 en el país, lo que significa que en este periodo, la tasa creció en menos de un punto a escala nacional y en casi dos en la comunidad autónoma. «El porcentaje crece más en aquellos lugares en los que hay más pobreza y más desempleo, por eso la tasa de hogares sostenidos por pensiones de jubilación ha aumentado más en Extremadura que en otros sitios», valora Reyes Ramos, secretario general de la Federación de Pensionistas y Jubilados de Comisiones Obreras en la región.

El estudio del sindicato recoge otros muchos datos que ayudan a aproximarse a la realidad de un colectivo que cada vez tiene más peso en la sociedad, por un catálogo de razones entre las que destacan las de orden demográfico y sociológico. En Extremadura hay 120.438 personas que cobran una pensión de jubilación, y el importe medio que perciben es de 840,93 euros al mes, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de la Seguridad Social.

Esos 841 euros (14 mensualidades al año) sitúan a la comunidad como la segunda por la cola en la clasificación, en la que el farolillo rojo es para Galicia, que no llega a los 839 euros. La media para el conjunto del país es de 1.011 euros mensuales, o sea, 170 euros más que en Extremadura, que está muy lejos del líder de la tabla, Aragón, cuyos jubilados reciben como media 1.408 euros al mes, es decir, 567 euros más que los cacereños o pacenses. De hecho, la región es la última de la lista si en lugar de atender solo al importe de la pensión de jubilación, se tiene en cuenta la pensión media, que comprende la que se percibe por los años cotizados a la Seguridad Social pero también las de orfandad, viudedad, incapacidad permanente y a favor de familiares.

«Cuando nos juntamos un grupo de quince mayores y empezamos a hablar sobre esto, empiezan a salir casos de jubilados que con su pensión, pagan gastos de los hijos y hasta de los nietos», reflexiona Reyes Ramos. «Tienen que cubrir gastos -añade el responsable de Comisiones Obreras- no solo de hijos que están en paro, sino también de hijos que están trabajando pero con unos sueldos bajos, que no les permiten afrontar los pagos propios de una familia con hijos».

Envejecimiento y paro

El informe del Observatorio, en cuya elaboración ha colaborado la Fundación Primero de Mayo y que ha contado con subvención del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, también apunta posibles explicaciones a estas cifras.

Una primera razón a tener en cuenta es el envejecimiento de la población, consecuencia, entre otros motivos, del descenso de la natalidad y del aumento de la esperanza de vida. Un fenómeno demográfico que afecta a España en general y al que ni mucho menos es ajena Extremadura, que ya tiene más personas mayores de 65 años que menores de 16. En concreto, el primer grupo supera las doscientas diez mil personas, mientras que el segundo no llega a las doscientas mil.

«Como consecuencia del incremento relativo de la población de 65 y más años, se están produciendo cambios en la composición de los hogares y en la forma de convivencia de las personas de mayor edad», apunta en el estudio Julián Gutiérrez, secretario general del área de Pensionistas en Comisiones Obreras. «Como consecuencia de la crisis -continúa su reflexión-, nos encontramos con una significativa reducción de los recursos materiales disponibles que tanto necesita la población mayor, y supone un importante obstáculo para conseguir un envejecimiento realmente activo».

Los cambios en la pirámide de población no son, sin embargo, los únicos responsables de estas estadísticas, según valoran los autores del informe elaborado por el sindicato. En él se deja constancia de la importancia creciente que tienen los subsidios, una consecuencia del incremento del paro.

Los autores del informe destacan que el aumento en el número de jubilados que utilizan su pensión para sostener el hogar ha motivado que varíe el modo en el que gastan ese dinero. Antes tenían más margen para utilizar como quisieran, mientras que ahora deben ayudar a la familia. «En los hogares en los que la persona de referencia tiene 65 o más años -detalla el estudio-, el gasto en vivienda, agua, electricidad y gas supuso el 41 por ciento en el año 2013». Comparados con el resto de la población, los jubilados también gastan más en las otras dos partidas a las que destinan la mayor parte de la paga estatal. Son la de alimentación y bebidas no alcohólicas y la de otros bienes y servicios, entre los que se encuentran los cuidados personales.