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REDACCIÓN
Domingo, 21 de diciembre 2014, 09:41
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Antonio Paniagua Moreno, el hombre que apareció muerto en su vivienda de Talavera el jueves, recibió ayer sepultura en su pueblo. Las últimas informaciones apuntan a que la Guardia Civil mantiene abiertas distintas líneas de investigación: un asunto de drogas, un ajuste de cuentas o rencillas personales.
Su cadáver apareció el jueves al mediodía cuando una hermana que vive a pocos metros de su vivienda fue a llevarle la comida. La víctima presentaba un fuerte golpe en la cabeza y estaba maniatada. La puerta de la vivienda estaba cerrada con llave y en el interior encontró a su hermano rodeado de un gran charco de sangre, por lo que dio la voz de alarma.
A pesar de que los servicios de emergencia acudieron rápidamente, los sanitarios no pudieron hacer nada por salvarle la vida. Sólo pudieron confirmar la muerte de este hombre de 66 años que había dedicado su vida a trabajar en el campo y ya estaba jubilado.
También se desplazaron a la zona los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Talavera para hacerse cargo de la situación. Como ya se ha destacado, los investigadores continúan con las pesquisas abiertas para aclarar el suceso y, al cierre de esta edición, no habían trascendido nuevos datos que pudieran esclarecerlo.
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