El decano de Magisterio reclama que se negocie una gratificación a los maestros

«Por eso sin su labor sería imposible abordar unas prácticas que durante los últimos decenios han sido ejemplo de cooperación y de responsabilidad por parte del sistema educativo extremeño». Víctor López aboga por que Consejería de Educación, Universidad y sindicatos docentes negocien un acuerdo que acabe con la polémica y que conlleve una gratificación para los maestros y los profesores.

«El trabajo que realizan es encomiable e imprescindible; la realidad es que no podemos hacer nada sin ellos y que, por tanto, hay que buscar fórmulas para el consenso», resume Víctor López.

Solución

Esas fórmulas son las que la Consejería de Educación está buscando en las reuniones que está manteniendo con responsables de la Universidad. «En estas reuniones se han barajado fórmulas alternativas para valorar cómo se llevarán a cabo estas tutorizaciones, con el objetivo de que los alumnos de la UEx reciban las prácticas correspondientes», señalaron ayer fuentes de la Junta.

Los sindicatos docentes, por su parte, mantienen su reivindicación. Exigen que los docentes de colegios e institutos cobren por su labor de tutorización, como ya lo hicieron durante dos cursos. PIDE va un poco más allá y está llevando a cabo una campaña en los centros docentes en la que, a través de carteles, pide a los profesores que no se ofrezcan para tutorizar las prácticas mientras la labor no sea reconocida. El resto de sindicatos, sin embargo, entienden que los profesionales deben decidir libremente. Todos, en cualquier caso, avisan de que la UEx se encontrará con un grave problema si no tiene centros de prácticas para sus más de mil alumnos cada curso.

Lo mismo opina el decano de la Facultad de Formación del Profesorado y, por eso, aboga por la negociación en el convencimiento de que la labor de maestros y profesores debe ser reconocida y de que no basta con decir que no hay dinero para pagarles, como ha expresado públicamente el vicerrector del profesorado de la UEx, Sergio Ibáñez, con cuyas palabras López no se siente identificado.

«Todas las partes en conflicto deben tener una mayor predisposición para alcanzar un acuerdo, ya que los principales perjudicados por las posibles consecuencias de esta situación serán nuestros alumnos, a los que nos debemos plenamente», zanja el decano de Magisterio.