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¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?
Amparo Botejara, nueva diputada de Podemos, ayer en su consulta médica de Badajoz. ::
Amparo Botejara: «A partir de ahora perderé calidad de vida»

Amparo Botejara: «A partir de ahora perderé calidad de vida»

La nueva diputada de Podemos acudió ayer a su consulta y retomó tras la campaña un trabajo que abandonará en los próximos días

J. López-Lago

Lunes, 21 de diciembre 2015, 22:34

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San Roque, barriada trabajadora de Badajoz, tiene su propio centro de salud. En la primera planta, nada más subir las escaleras a la izquierda, ayer pasaba consulta una diputada. De media suele ver a unos treinta pacientes cada mañana, un trabajo que desarrolla desde hace treinta años y que compagina con la formación de futuros médicos de familia.

Ante la puerta con el cartel número 22 siete mujeres, todas mayores de cincuenta años, aguardaban su turno para que las viera Amparo Botejara. Las siete sabían que su médico de cabecera se había metido en política, que era de Podemos. La novedad ayer era que se convertía en la primera diputada extremeña que no pertenece ni a PP ni a PSOE. «La hemos visto por la tele la noche antes y estaba guapísima, así como es ella», decía una vecina a la que no parecía importarle el retraso de casi una hora que tenía su cita. ¿Hay alguien que no sepa que la doctora se va al Congreso de los Diputados? Nadie, decían una mueca de satisfacción, ya que su doctora era, en cierto modo, alguien famoso.

Lo que algunas pacientes no tenían claro era que, por ser diputada, la doctora Botejara dejará de ejercer como médico dentro de unos días. Ayer por la mañana lo confirmó ella misma a HOY. También confesó que aunque el discurso de Podemos era salir a ganar, en el fondo su nuevo estatus ha sido inesperado para ella desde que ninguna encuesta la situó como diputada en las semanas previas al 20 de diciembre. «Ahora tengo que pedir excedencia en el SES e incorporarme a lo otro, que no sé cómo es. Espero que no tenga que ir a vivir a Madrid. Mi casa y mi familia están aquí, así que procuraré ir y venir. Tengo entendido que la gente que es diputada allí lo hace de ese modo».

Botejara no sabe cuántos días le quedan en su consultorio como médico de familia pues está a la espera de instrucciones. «Mi previsión es la de dejar a mis residentes y a mis pacientes en las mejores condiciones posibles». En cuanto a su sueldo, pasará a cobrar menos, exactamente el salario mínimo interprofesional multiplicado por tres, unos 1.900 euros al mes, que es el compromiso adquirido por los candidatos de Podemos que salen elegidos para ocupar cargos públicos. «Sé que cobraré menos y en ese sentido perderé calidad de vida», decía ayer Botejara, a quien le ha llegado el rumor de que sus señorías no trabajan tanto. Por eso añadía: «Lo que si tengo claro es que yo voy a hacer cosas en Madrid, ya que me he decidido a esto, es para hacer cosas».

Profesional combativa

Amparo Botejara siempre ha sido una profesional reivindicativa. A principios de año ya era una asidua en los círculos de Podemos y daba su punto de vista en cuestiones de sanidad; el 11 de noviembre se supo que sería la cabeza de lista al congreso por esta formación; el 25 de noviembre se subió a un escenario con Pablo Iglesias en Villafranca de las Barros, donde confesó en público que no se imaginaba estar en esta situación apenas un año antes; y este domingo por la noche se ha sabido que ocupará un escaño del Congreso de los Diputados, y seguramente más de un puesto en las comisiones donde se deciden las cuestiones que afectan a todo el país. Treinta años después Amparo Botejara cambia de trabajo. «Pero antes tengo que organizar mi consulta», decía ayer. Su condición de funcionaria pública le permitió ausentarse quince días durante la campaña electoral y ayer a las ocho de la mañana regresó a su trabajo. Con la bata puesta y los bolígrafos asomando por el bolsillo explicó a HOY que había dormido poco pues la celebración inicial en Mérida se alargó después en Badajoz y llegó a casa sobre las dos de la madrugada. Más que ilusionada, Amparo Botejara decía ayer sentirse «desconcertada». «Ésa es la palabra, desconcertada», subrayaba después.

La votó el 12%

Amparo Botejara, 59 años, con nietos, ha hecho historia. Bajo las siglas de Podemos ha roto el bipartidismo histórico en la región, cuando en todas las elecciones democráticas los escaños que corresponden a Badajoz (ahora son seis) se los han repartido entre PP y PSOE.

El domingo doce de cada cien votantes pusieron en la urna la papeleta de Podemos con su nombre arriba. Esos 81.755 votos fueron suficientes para que la controvertida ley electoral, de la que se quejan los partidos minoritarios, adjudicara al fin un escaño que no fuera rojo o azul. «En realidad no lo tuve claro hasta el final porque según avanzaba el escrutinio nos daban el escaño un rato y al siguiente no», decía ayer Amparo Botejara. Cuando empezó a pasar consulta todo el mundo sabía que había salido elegida diputada, y que le daban la enhorabuena nada más cerrar la puerta. De hecho, apagó su móvil porque si no, hubiera sido imposible atender su trabajo.

Botejara no obstante es consciente del tablero político que ha dejado el 20D, y que ahora hay que formar gobierno. De hecho, ella no pasó por alto ayer que se convertirá el diputada siempre que no haya que celebrar otras elecciones dentro de tres meses suponiendo que las formaciones políticas no se pongan de acuerdo. «Espero que eso no ocurra. Lógicamente no lo digo por mí sino por las personas. La población no se merecería eso».

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