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El candidato regional de Podemos atiende a los medios locales antes del mitin. :: j. l. g.
Jaén pide el voto sin molestar

Jaén pide el voto sin molestar

Al líder de Podemos ni le dejan hacer un acto en Zafra ni le traen folletos para romper el hielo con la gente

J. López-Lago

Lunes, 11 de mayo 2015, 08:26

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Cuántos chicos se han quedado parados, pie en el suelo, y la espalda y el otro pie contra la pared de una discoteca moviendo los hielos del tubo, ya aguado, sin saber cómo abordar a la chica que les gusta, que mira de reojo esperando la visita que nunca se produce. Así andaba ayer la tropa de Podemos en una Villafranca de los Barros (12.000 habitantes) semivacía, donde solo en los veladores de la cafetería Jero, frente a la céntrica parroquia de nuestra señora del Valle, parecía haber vida gracias al fresco que corría por la calle Larga. Se hidrataban unas cuarenta personas, la mitad de ellas parecía que de vuelta de una comunión. Cuarenta personas que votan el día 24. El plan era que la candidata local presentara por las mesas al líder regional, Álvaro Jaén, quien se la juega en las urnas con Vara o Monago, dos profesionales que tendrán a la región donde la tengan, pero que en menos de diez minutos hubieran besado y abrazado a los cuarenta clientes, sus hijos, al camarero de dentro, al de fuera, a la cocinera y al párroco de enfrente. Pero por no molestar...

Jaén tiene las ideas claras y una convicción profunda en lo que dice. También es extremadamente educado, tirando a tímido y es evidente que tiene la tensión baja. Quizás una ventaja es que si no se altera no mete la pata. Un obstáculo es que no es tan popular como sus adversarios. Tampoco tiene ni experiencia ni el colmillo retorcido ni un equipo que le abre el camino, que le echa carpas delante de la caña o le invita a una tapa por donde pasa. Pero también es mala suerte que de las seis personas con las que finalmente departió un rato el líder de Podemos ayer en la calle, la mitad no voten en Extremadura, pues eran tres peregrinos que hacían la ruta de la Plata, uno de Bilbao, otro de Mallorca más un alemán que se llevaron tres pegatinas moradas camino de Santiago de Compostela.

En una campaña electoral aún perviven ciertos arcaismos, desde la pegada de carteles a la jornada de reflexión, cuando la información por Internet invade los móviles. El díptico con la cara del candidato podría ser otra vieja herramienta en tiempos de redes sociales, pero solo cuando faltan los folletos se da uno cuenta de su importancia. Con ese papelín hubiera bastado para romper el hielo y acercarse a la mesas, pero por lo visto, Podemos todavía no ha llegado a la conclusión de la importancia que tiene el gran taco de panfletos que sirve de excusa para decir hola.

Tocado por la alergia

Todavía quedan casi dos semanas de campaña, y dice Álvaro Jaén, tocado por la alergia, que ya no sabe qué día de la semana es. A su pesar, se ha mudado con su familia hace tres semanas desde Los Ibores a Mérida y está tan concentrado en la oportunidad del 24M -posiblemente la única, por eso su eslogan es 'ahora'- que no es que no haya podido ni ir al Womad, que le encanta, aunque sea a pedir el voto y darse a conocer, es que no sabía ni del golpe de mano que dio el Barça a la Liga el día antes tras el empate del Real Madrid. En cuanto se activó su parte futbolera del cerebro, entonces preguntó, ¿y el Atleti, cómo ha quedado el Atleti?

El equipo básico e itinerante de Podemos es Álvaro Jaén y cinco o seis más. Después, en cada pueblo que visitan, se integran los candidatos locales, que por lo visto no es fácil conseguir, pues existen en la región prácticas caciquiles, dice Jaén, por las que seguir a un partido que no sea el más votado te puede acarrear problemas. «Hasta hace poco era una temeridad sumarse a los círculos pues en un pueblo pequeño la principal empresa es el ayuntamiento, que es la que contrata, la que da trabajo. Menos mal que ya hay gente que ha visto que no se puede quedar en casa esperando a que le toque la lotería», dice Jaén, para quien es complicado hacer política en Extremadura. De hecho, esa misma mañana, la de ayer, tenían previsto realizar un acto público en Zafra, pero no les han dejado. En realidad Podemos en Villafranca de los Barros se llama 'Villafranca Avanza'. Su candidata es Macarena, polítóloga, y su número dos Gabriel, un comerciante que desearía que verdaderamente su pueblo, conocido como 'de la música', tuviera conciertos y aprovechara mejor sus espacios públicos. Critica además que se hayan hecho demasiadas inversiones inútiles o demasiado grandes, como un polideportivo exagerado, una piscina climatizada que no se aprovecha, o un matadero que por su ubicación, dentro del pueblo, no sirve de nada. ¿Políticos que no prometen cosas? Suena demasiado raro, ¿no? Por lo visto, los impuestos son altísimos para mantener estas construcciones. «Es una cuestión de aplicar el sentido común a la gestión y no construir infraestructuras que corresponden a intereses», explica Jaén, a quien nueve de cada diez personas, asegura, le dan ánimos para que siga adelante con su proyecto, el cual desgranó después en la Casa de la Cultura de Villafranca, donde se ocuparon más de la mitad de las 120 butacas preparadas, algo más de las personas que tomaban el aperitivo un par de horas antes en la calle y que hoy aún quizás se pregunten quién era el chico que vino a verlos ayer y no pudieron saludar.

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