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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Fernández Vara celebra su victoria electoral en la noche del domingo en la sede regional del PSOE en Mérida.
Las medianas y grandes ciudades dieron a Fernández Vara el triunfo sobre Monago

Las medianas y grandes ciudades dieron a Fernández Vara el triunfo sobre Monago

Respecto a 2011 el PSOE pierde 4.200 votos en las catorce localidades de más de 10.000 habitantes y el PP más de 47.000

Juan Soriano

Martes, 26 de mayo 2015, 07:21

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Los resultados obtenidos en las siete ciudades de más de 20.000 habitantes de la región y en los siete municipios de 10.000 a 20.000 vecinos han sido determinantes para decantar a favor del PSOE las elecciones autonómicas. José Antonio Monago ha perdido en esas catorce localidades en torno a 47.000 votos respecto a 2011, mientras que Fernández Vara ha aguantado mejor el tipo y apenas ha retrocedido en 4.000 apoyos.

En el año 2011, el PP venció los comicios autonómicos con una ventaja de 18.000 votos, mientras que en la cita del pasado domingo el PSOE ha logrado la victoria por una diferencia de 28.500 apoyos. A simple vista, se podría hablar de un vuelco a favor de los socialistas, que han mantenido su número de escaños (30), mientras que los populares han perdido cuatro (de 32 a 28). IU se queda sin los tres que tenía. Los siete que cambian de manos son para Podemos (seis) y Ciudadanos (uno). Sin embargo, un análisis más detallado de los datos permite sacar conclusiones que ambos partidos deben analizar.

El PSOE ha obtenido en la cita electoral 25.000 votos menos que en 2011, al pasar de 289.000 a 264.000, casi dos puntos por debajo (del 43,49 al 41,5%). De esa forma, su victoria se asienta en que la caída del PP ha sido mucho mayor al pasar de 307.500 a 235.800 papeletas, 71.700 menos y por encima de nueve puntos de retroceso (46,21 a 37,02%). El descenso de los dos grandes partidos, secundado por Izquierda Unida (10.000 votos menos que hace cuatro años), se traduce en un auge de las nuevas formaciones y los partidos minoritarios. Podemos, con 50.800 votos, y Ciudadanos, con 27.800, cazaron 78.600 votos de los 97.000 que perdieron populares y socialistas. Del resto, destaca el dato de Extremeños, la coalición formada por Prex-Crex (que en 2011 concurrió en coalición con el PSOE) e Ipex (que obtuvo 4.700 apoyos hace cuatro años). Pese a quedarse con el 1,46% del total, lejos por tanto de obtener representación, se hizo con más de 9.200 votos.

Pero, ¿dónde se cimentó la victoria del PSOE y la derrota del PP? En primer lugar, hay que analizar los datos por circunscripciones, donde se asignan los escaños autonómicos. En Extremadura hay dos, una por provincia. Debido a las diferencias de población, a Badajoz le corresponden 36 diputados y a Cáceres 29. Un buen resultado en la primera no garantiza la victoria, pero concede mucha ventaja. Es lo que en cierto modo ocurrió en 2011 y lo que, con más claridad, ha ocurrido en 2015.

Hace cuatro años el PP venció al PSOE por mil votos de diferencia en Badajoz, pero hubo un empate en diputados con 17 para cada uno. Izquierda Unida consiguió dos. La victoria popular se cimentó por tanto en Cáceres, con 17.000 votos a su favor y 15 parlamentarios por 13 de los socialistas. IU no logró el 5% necesario para obtener representación, pero la ley electoral autonómica permite entrar en el reparto si se supera ese margen en el cómputo regional. Así fue, lo que le hizo ganar un escaño por la provincia cacereña.

En la cita del pasado domingo cambiaron los papeles. El PP superó al PSOE en Cáceres por apenas 300 votos, pero fue suficiente para lograr un diputado más, 13 frente a 12. Los dos partidos perdieron apoyos, 29.200 los populares y 12.500 los socialistas. Podemos se llevó 22.500 votos y Ciudadanos 12.500, lo que les valió tres y un parlamentario, respectivamente.

La mayor diferencia se produjo en la provincia de Badajoz. El PSOE ha perdido 12.500 votos, pero debido a la menor participación que en 2011 apenas supuso un retroceso de 1,14 puntos porcentuales. Además, se han presentado dos partidos más que hace cuatro años, lo que lleva a un mayor reparto y premia la concentración de apoyos. Esto le permite pasar de 17 a 18 diputados. En el bando contrario, el PP ha retrocedido en 42.500 apoyos, casi nueve puntos, y sus 17 parlamentarios de hace cuatro años se quedan en 15. Podemos se llevó 28.300 papeletas y tres escaños, IU se quedó a 940 de lograr representación y Ciudadanos no cumplió las expectativas con 15.300, lejos del 5% necesario para acceder a la Cámara regional.

Caída en las ciudades

Un estudio más pormenorizado municipio a municipio permite aseverar que buena parte de la derrota del PP se ha debido a su retroceso en las siete grandes ciudades de la región. El PSOE también ha perdido apoyos en estos municipios, pero en mucha menor medida.

Badajoz, Cáceres, Mérida, Plasencia, Don Benito, Almendralejo y Villanueva de la Serena aportaron 225.000 de los 649.000 votos contabilizados en las elecciones autonómicas. Se trata del 34,6%. En estas localidades la candidatura del PP regional perdió 40.200 apoyos, el 56% de lo que cayó en toda la comunidad (71.700). Por su parte, el PSOE retrocedió en estos municipios en 3.700 votos, el 15% de los 25.000 que se dejó en la región.

Fernández Vara resistió mejor en las grandes ciudades, que castigaron especialmente a Monago. Esto se aprecia en la comparación con los datos de las municipales. En Badajoz, Francisco Javier Fragoso obtuvo 700 votos más que el presidente de la Junta de Extremadura. Hace cuatro años obtuvieron los mismos resultados, y ahora el actual alcalde pacense ha perdido 13.500 apoyos frente a los 14.200 de la lista a la Asamblea. En Plasencia, Fernando Pizarro tuvo una ventaja de 1.150 papeletas, mientras que hace cuatro años ganó por 700, aunque en ambos casos perdieron más de 3.000 apoyos. El almendralejense José García Lobato, pese a retroceder en 900 votos en las municipales, obtuvo el domingo 750 más que Monago, que perdió 1.800. Hace cuatro años el alcalde estuvo 150 por debajo.

Por el contrario, el candidato popular a la reelección consiguió más apoyos que los líderes locales en Cáceres (1.300 votos más que Elena Nevado, que en 2011 estuvo 15 por delante), Mérida (100 más que Acedo, que hace cuatro años se quedó a 800), Don Benito (500 más que Maria Josefa Valadés) y Villanueva de la Serena (1.100 más que Manuel Lozano, la mayor diferencia en proporción al número de votos). En cualquier caso, en estas ciudades Monago retrocedió en 10.200, 6.100, 2.900 y 1.300 votos, respectivamente.

A Fernández Vara le fue bastante peor en su comparativa con los candidatos locales del PSOE, ya que la gran mayoría logró mejorar sus resultados de hace cuatro años mientras que el secretario general regional retrocedió en las siete grandes ciudades. Excepto en Almendralejo, donde la lista socialista perdió 1.400 votos respecto a 2011, en Badajoz (1.000 más), Cáceres (1.500), Mérida (1.200), Plasencia (60), Don Benito (670) y Villanueva de la Serena (400) los líderes municipales recibieron más respaldo popular. Por el contrario, el nuevo presidente de la Junta perdió en las elecciones autonómicas entre 200 votos en la capital autonómica, donde menos cayó, y 900 en Plasencia y Almendralejo. Pese a ello, fue más votado que los candidatos locales en Almendralejo, Badajoz y Plasencia.

Los resultados en las ciudades de mediano tamaño han sido aún más perjudiciales para el PP. En las siete localidades de entre 10.000 y 20.000 habitantes la candidatura de Monago ha perdido 7.000 votos respecto a 2011, mientras que la lista de Vara apenas cae en 550 apoyos.

Los populares han retrocedido 1.600 votos en Navalmoral de la Mata y Zafra, 1.400 en Montijo, 800 en Miajadas, 600 en Olivenza, 500 en Villafranca de los Barros y 500 en Coria. Sin embargo, los socialistas han cedido terreno en cuatro localidades y lo han ganado en otras tres, lo que les permite compensar la pérdida de apoyos en las pequeñas poblaciones de la región, donde el PP acentuó su caída.

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