Un único debate, 48 minidiscursos

El presidente de la Junta definió la cita como «el mejor ejemplo de regeneración democrática», y resaltó su carácter pionero, ya que nunca antes se había celebrado una cita con doce ponentes. Se felicitó por ello José Antonio Monago, que fue el último en intervenir en cada uno de los cuatro bloques en los que se dividió el debate, emitido en diferido, ya que se grabó el pasado viernes.

Cada uno de los doce a su manera, con mayor o menor soltura, más o menos nervios, leyendo su intervención, mirando el papel de reojo o con el discurso en la cabeza, unos con las manos visibles y otros no. Los espectadores tuvieron la oportunidad de ver a cada uno de ellos cuatro veces, aunque aquellos que no cambiaron de canal en esas dos horas y que antes hubieran asistido a algún mitin, probablemente oyeron propuestas que no les resultaban nuevas.

La emisión, sin publicidad, puso sobre la mesa doce visiones diferentes sobre la región, que según Monago, «está mejor que hace cuatro años». «No creo que nadie piense eso», rebatió María Victoria Domínguez, candidata de Ciudadanos, en uno de los contados ejemplos de interactividad entre los participantes. En este punto, uno de los que se salió del guión fue Álvaro Jaén, aspirante de Podemos, que empezó algunas de sus intervenciones aludiendo a lo que habían dicho los demás. «El alumno aventajado de Monedero» le llamó Monago, al que antes, Jaén le había dedicado una puya.

La escenografía

«Se avergüenza de sus siglas y hoy aquí las cambia», le dijo el candidato de Podemos, probablemente en alusión a una curiosidad. Junto al plano de cada ponente, aparecía un rótulo con su nombre y el logotipo de su partido. En el caso del presidente de la Junta, en su rótulo figuraban no un logo, como en el caso de los otros once, sino dos: el del PP y la chapa mod con los colores extremeños.

Ahí, en la escenografía, el debate dejó algún detalle. Fondo oscuro, igual para todos. Luz también idéntica para los doce. Y entre los intervinientes, la única corbata fue la del presentador, Víctor Molino. Monago, Vara, Estanislao Martín (Extremeños) y José María Gijón (Extremadura Unida), con chaqueta y camisa. Escobar y Jaén coincidieron en dejar la chaqueta en casa y en citar a Cáritas en sus discursos. En los dos casos, para significar que los informes de esta organización hablan de una comunidad autónoma en la que hay más pobres que hace cuatro años.

En lo que al fondo se refiere, al discurso, el formato no permitió muchas alegrías. Álvaro Jaén atizó a PP y PSOE en similar proporción. Resumió la historia de la democracia en Extremadura en una frase: «Han sido 28 años de régimen clientelar y de propina, cuatro de propaganda», resumió. Pedro Escobar puso el foco en a importancia de generar «empleo digno, porque con minicontratos y minisalarios no se puede vivir dignamente». Fernández Vara tiró de datos para resaltar que en estos cuatro años, ha aumentado la brecha entre Extremadura y España. Monago hizo lo mismo pero justo al revés, o sea, tiró de datos para asegurar que la región ha avanzado. Además, el presidente pronunció tres veces la palabra «bloque», para dejar claro que en el debate estaban, por un lado, él, y por otro «el bloque de izquierdas».

Estanislao Martín dijo que si gana, eliminará diputaciones y mancomunidades y se fusionarán municipios. José Francisco Sigüenza dijo saber «perfectamente» cómo atacar el paro: ahorrando y llevando las cuentas como hacen las familias. María Victoria Domínguez calificó la legislatura como un auténtico fracaso. El candidato de Vox prometió bajar todos los impuestos. La de Pacma criticó que se gaste dinero público en fomentar la caza, los toros o las perreras. La de Extremadura Adelante dijo que el sistema ha fracaso. Y el de Badajoz Adelante puso sobre la mesa los viajes de Monago a Canarias.

El debate dio para eso y para otra cosa más: una foto con doce aspirantes a presidir la Junta. Esa, la imagen, sí que es histórica.