Siete de cada diez trabajadores está insatisfecho con su sueldo

La mayor parte de los directivos (39,1%) percibe una retribución de entre 35.000 y 50.000 euros. Para los mandos intermedios, en cambio, lo habitual es cobrar entre 18.000 y 25.000 euros (29,3%), o entre 25.000 y 35.000 euros (29,9%). Por último, los empleados aseguran recibir una remuneración inferior a los 18.000 euros brutos al año, al menos así lo ha expresado el 48,1% de ellos.

Pero para las retribuciones salariales influyen factores tan decisivos como pueden ser la formación, edad, sexo, antigüedad o el tipo de contrato que se tenga. Así, a día de hoy todavía existe una importante brecha salarial entre hombres y mujeres, puesto que el sueldo medio de un varón es de 25.205,04 euros anuales, frente a los 18.671,59 euros que de media percibe una mujer, es decir, 6.553,45 euros menos al año. Esto significa que las profesionales cobran el 74,1% del salario de un hombre por realizar el mismo trabajo.

A mayor formación, mayor sueldo

La edad también crea diferencias salariales muy importantes. Las mayores remuneraciones recaen en los trabajadores de entre 41 y 45 años, con una media de 25.735 euros brutos al año. Por el contrario, los menores de 26 años son los peor pagados, con un sueldo medio de 11.817 euros, lo que supone 13.918 euros menos que el colectivo anteriormente citado. Y es que, en líneas generales, a mayor edad, mayor es el salario de un trabajador, salvo en el caso de los mayores de 45 años, cuyas retribuciones, con una media de 23.442 euros al año, son inferiores a las de los profesionales de entre 41 y 45 años.

Lo mismo ocurre con la formación: las personas con más estudios son las mejor remuneradas, hasta el punto de que la diferencia entre unos y otros puede alcanzar los 18.300 euros anuales: mientras que el sueldo de un trabajador doctorado se sitúa en los 28.847 euros, el de otro sin estudios apenas es de 10.549 euros. Este hecho se asocia con la necesidad de una mayor cualificación para el desempeño de determinadas funciones.

La antigüedad es otro elemento que influye en el sueldo. Así, mientras el salario medio de una persona que lleva menos de un año en una empresa es de 17.248 euros brutos al año, el de otro que desempeña las mismas funciones pero cuya antigüedad es superior a 10 años asciende a 29.426. Nada más y nada menos que más de 12.000 euros de diferencia.

Si se compara la retribución por sectores, el industrial es el mejor pagado, con un sueldo medio de 26.793 euros brutos al año, que contrasta con los 18.968 euros de media que paga el sector servicios, una brecha de más de 7.800 euros.