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Estabilizado, controlado y extinguido, niveles de los incendios forestales

P. A. G.

EXTREMADURA.

Lunes, 7 de agosto 2017, 08:44

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Estabilizado, controlado y extinguido son niveles que indican el estado en el que se encuentra un incendio forestal. Términos que, por desgracia, se escuchan a menudo durante la temporada alta de riesgo de incendios forestales, que cada año se extiende desde el 1 de junio hasta el 16 de octubre.

Cuando se habla de que un incendio forestal está estabilizado, se está indicando que evoluciona según las previsiones con las que los expertos trabajan a la hora de atajarlo, pero no significa en ningún caso que esté controlado.

De hecho, no se puede considerar que un incendio está controlado, hasta que se consigue aislar y detener su avance y propagación, dentro de las líneas de control establecidas.

Hablar de un incendio extinguido solamente es posible cuando se confirma que no existen materiales en ignición dentro del perímetro del incendio, ni tampoco es posible su reproducción.

Son términos asociados a los incendios forestales, igual que los niveles que señalan la gravedad potencial de un incendio, del 0 al 3, dependiendo de la posibilidad de que afecten a bienes materiales no forestales, a personas o incluso la seguridad del Estado. Sobre su significado se insiste reiteradamente a través de esta campaña de prevención de incendios en la que colaboran HOY Diario de Extremadura y AEEFOR (Asociación Extremeña de Empresas Forestales) por ser los conceptos más extendidos. También, en un intento de difundirlos entre la población con una explicación clara.

En este sentido, cabe indicar también que cuando en materia de incendios se habla de combustible, se hace referencia a la vegetación que hay en un espacio. Su cantidad, estado, disposición y continuidad en el escenario, pueden favorecer la rápida propagación de las llamas. De ahí que se reitere la necesidad de mantener esa vegetación en condiciones óptimas, creando paisajes inteligentes que actúen como escudo frente al fuego.

El combustible se clasifica según su tamaño en fino o ligero si no supera los cinco milímetros de diámetro (hojarasca, pasto, acículas de pino...); regular si no pasa de 25 (ramillas, tallos...); mediano, cuando no supera los 75 milímetros (ramas) y grueso si está por encima de esa medida (troncos, ramas gruesas...).

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