Borrar

Las empresas estatales dispararon un 80% sus pérdidas en 2015 frente al beneficio de 341 millones que preveía el Gobierno

La SEPI elevó sus 'números rojos' hasta los 151 millones de euros por culpa del descenso de pedidos en los astilleros (Navantia) y la caída de la minería (Hunosa)

José Antonio Bravo

Domingo, 26 de junio 2016, 21:40

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Las empresas estatales, a diferencia del sector privado, agravaron su situación económico-financiera el año pasado, hasta el punto de disparar un 79,7% sus pérdidas conjuntas una vez consolidados los números de todas ellas. Eso es lo que arroja el balance final de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, más conocida por sus siglas de SEPI, cuyas cuentas fueran hechas públicas este domingo, coincidiendo precisamente con el cierre de las urnas se conocieron pocos minutos después de las ocho de la tarde- tras ser aprobadas por su consejo de administración.

Los principales lastres en el balance consolidado de la SEPI, que se alejó por completo de los 341 millones de euros que preveía el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado, fueron los astilleros públicos y la minería. En el primer caso, el descenso en los pedidos recibidos por la empresa naval Navantia, junto a los retrasos en la entrega de otros, pasaron factura a sus números. En el segundo el problema fue que Hunosa no pudo cuadrar unas cuentas lastradas por el descenso de las ventas a las eléctricas y otros sectores, unos precios caros en comparación con otros países y unas ayudas públicas que aún tratan de paliar el desplome de un sector que parece condenado a partir del 1 de enero de 2019, cuando ese respaldo público finalice como exige la Comisión Europa.

Otro factor negativo para los resultados de la SEPI fue el rescate de la sociedad Alestis Aerospace, de la que suscribió el 24% a cambio del desembolso de 13,5 millones de euros. Con ello, no obstante, el grupo dice haber asegurado su viabilidad y el futuro de la empresa, así como los 1.600 empleos que dependen de ella hoy en día. Se trata de uno de los proveedores de estructuras aéreas al emporio Airbus (tanto civil como militar) y que cuenta con media docena de plantas de producción, cinco en España y una en Brasil. Indra, por su parte, fue otra de las compañías que agrandó los números rojos del consorcio estatal al poner en equivalencia sus pérdidas, y lo mismo pasó con la corrección valorativa de la presencia estatal en RTVE.

Por el contrario, las participaciones que el Estado tiene en Red Eléctrica (REE) y Airbus registraron un comportamiento positivo, sumando más a la cuenta de ingresos y compensado en parte las pérdidas registradas. En consonancia con ello, la cifra de negocio del grupo creció un 13,8% hasta los 4.166 millones de euros, mientras que los ingresos totales de explotación lo hicieron un 3,5% para alcanzar los 4.453 millones. Las sociedades ENSA, dedicada al negocio de los residuos energéticos (en especial nucleares) y TRAGSA, especializada en servicios agrarios y forestales, fueron las que más elevaron su facturación, hasta un 56% la primera frente a un 5% la segunda.

La deuda, con pocos cambios

Los gastos de explotación, no obstante, también aumentaron: casi un 6% hasta llegar a los 4.903 millones. La deuda financiera, a su vez, se mantuvo por encima de los 800 millones aunque la previsión para 2016 es reducirla hasta los 728 millones, un objetivo que permitiría situarla en una ratio de solo el 5,6% de sus activos y mantener así su autonomía financiera, según defendió el presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, en su última comparecencia parlamentaria.

Los Presupuestos de 2016 contemplan que la cifra de negocio del grupo ascienda al cierre del año a 4.827 millones de euros, casi un 16% que el pasado. Lo que será mucho más complicado de cumplir es la previsión del resultado final, puesto que espera ganar 171 millones, lo supondría una diferencia de 320 millones frente a las cuentas de 2015 conocidas este domingo. En cuanto a la evolución del empleo, la SEPI cerró el último ejercicio con 73.239 trabajadores pero sus planes pasan por un descenso del 3,1% en la plantilla (quedarán 70.906 personas), lo que achaca a factores vegetativos al no contemplar la reducción de los empleados que se jubilen.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios