Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 18 de marzo, en Extremadura?
El secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, ayer en su comparecencia en el Congreso. :: efe
El Gobierno prevé unas pensiones más bajas en relación a los salarios

El Gobierno prevé unas pensiones más bajas en relación a los salarios

El responsable de la Seguridad Social afirma que la tasa de sustitución debe ser «más realista» para evitar en el sistema la «sobrepresión»

DAVID VALERA

Miércoles, 26 de abril 2017, 11:23

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«La relación entre pensión y salario tiene que ser más realista». Con esta afirmación el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, mostró ayer su preocupación por la «sobrepresión» económica que las nuevas pensiones, de mayor cuantía, están suponiendo para el sistema. De esta forma, el Gobierno apunta a la necesidad de que las pensiones sean en el futuro más bajas en relación al salario. Esa relación es lo que se denomina tasa de sustitución y que en el caso de los nuevos jubilados asalariados implica que su pensión es el 94,3% de su anterior remuneración. Una situación que, según recordó Burgos, supone una tensión «muy importante» para la viabilidad del sistema.

Durante su intervención en la Comisión de Presupuestos del Congreso el secretario de Estado insistió en que la tasa de sustitución en España es de las más altas de la OCDE. El problema es que los trabajadores que se jubilan en la actualidad lo hacen con salarios elevados, lo que repercute en una pensión más alta. De hecho, mientras que la tasa de reemplazo en el sistema de prestaciones (incluye todas las ayudas) se sitúa de media en el 59,2%, en el caso de los nuevos pensionistas asciende diez puntos hasta el 69%. Si sólo se coge como referencia la prestación por jubilación la diferencia de la tasa de sustitución entre las viejas y nuevas pensiones alcanza los 20 puntos porcentuales (68,3% frente a 86,8%). Y en el caso de las pensiones de jubilación sólo de asalariados la diferencia va del 77,8% las antiguas al 94,3% las nuevas altas.

«Las nuevas pensiones mejoran claramente su tasa de sustitución», sentenció el secretario de Estado. Para reflejar el impacto que este comportamiento implica para el sistema, Burgos explicó que en 2016 el efecto sustitución suponía 1,6 puntos porcentuales en el incremento del gasto en pensiones y que en 2017 se elevará a 1,7 puntos.

En cualquier caso, el secretario de Estado resaltó que moderar la tasa de sustitución «no significa que los pensionistas vayan a tener pensiones más bajas». Lo cierto es que el funcionamiento de la legislación actual ya reducirá estas tasas. Y es que la reforma de las pensiones de 2013 amplía de forma progresiva los años que se toman como referencia para calcular la prestación (de 15 a 25 años). También el factor de sostenibilidad -que empezará a funcionar en 2019- y ligará la cuantía de la pensión a la esperanza de vida. Todos estos parámetros reducirán la tasa de sustitución. De hecho, algunos expertos estiman que cuando todos estos índices estén plenamente en vigor las pensiones bajarán un 40% hasta 2050.

A los factores anteriores hay que sumar la pérdida de poder adquisitivo que se produce únicamente por la inflación si el Gobierno insiste en revalorizar el mínimo del 0,25% que marca la ley como ha hecho en los últimos cuatro años. Según estimaciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) estas prestaciones se dejarán un 7% de su valor entre 2013 y 2022 si en ese periodo la inflación media se sitúa en el 1,8%.

En este sentido, ya el año pasado los pensionistas perdieron poder adquisitivo después de que el IPC cerrase en el 1,6% y sus prestaciones sólo avanzasen un 0,25%. Algo que se repetirá este curso con una previsión de inflación del Gobierno del 1,5%. A pesar de las críticas de la oposición y los sindicatos el Gobierno justifica que esta medida ha permitido que en los años con inflación negativa los pensionistas ganaran poder adquisitivo.

Déficit del sistema

Para tratar de contrarrestar el problema de los gastos, Burgos presumió en su comparecencia de los ingresos que el sistema obtendrá este año y que mejorarán «el máximo histórico de la recaudación alcanzado en 2008». Sin embargo, esto no impide que la Seguridad Social, que cerró con 2016 con un déficit récord de 18.700 millones, acabe este ejercicio con otro agujero de 15.000 millones (1,4% del PIB). De hecho, los Presupuestos Generales incluyen un préstamo del Estado de hasta 10.000 millones a la Seguridad Social con el objetivo de poder hacer frente a las pagas extras y evitar que el Fondo de Reserva se agote este año.

Por otra parte, el secretario de Estado también valoró el buen comportamiento del empleo en el comienzo de 2017. Así, avanzó que en abril el sistema alcanzará los 18 millones de afiliados Además, Burgos recordó que el objetivo del Gobierno sigue siendo el de alcanzar los 20 millones de ocupados en esta legislatura para recuperar así los niveles de empleo previos a la crisis.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios