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El escándalo del euríbor

La Comisión Europea impone una multa millonaria a tres bancos por manipular el principal índice de referencia de las hipotecas

PPLL

Jueves, 8 de diciembre 2016, 00:27

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La Comisión Europea ha impuesto una multa de 485 millones de euros a JPMorgan, HSBC y Crédit Agricole por manipulación en la fijación del euríbor, el tipo de referencia al que la banca se presta dinero entre sí y que sirve para indexar miles de créditos hipotecarios. Concluye así una larga historia que salió a la luz hace tres años, ya que estas entidades decidieron no pactar con la Comisión Europea para cerrar la investigación sobre este cártel, como si hicieron otras entidades que llegaron a un acuerdo en diciembre de 2013. En efecto, el 4 de diciembre de 2013, el entonces vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de la Competencia, Joaquín Almunia, multaba a seis entidades crediticias por la manipulación de los tipos de interés interbancarios como el euríbor y el líbor -usado en Reino Unido-. Los sancionados por haber formado un cartel detectado dos años antes eran Deutsche Bank, Societé Générale, Royal Bank of Scotland (RBS), JPMorgan -que sí aceptó la culpa en el caso del líbor-, Citigroup y el bróker RP Martin. Barclays y UBS se libraron de aquella sanción por ser los primeros en delatar su existencia ante Bruselas y porque ya aceptaron pagar multas al respecto: UBS abonó 1.170 millones de euros y Barclays, 347 millones. La gravedad se debía tanto a la estafa a los clientes como al hecho de que unas entidades que debían competir entre sí se pusiesen de acuerdo para delinquir. Las irregularidades del euríbor han impulsado el proyecto para la creación del llamado Euribor Plus, que sustituirá al euríbor a doce meses como índice de referencia de los préstamos hipotecarios, y que será un indicador más fiable ya que estará basado en datos reales y no en hipótesis. El Instituto Europeo de Mercados Monetarios (EMMI) encargado de elaborarlo había previsto tenerlo a punto a finales de 2015 pero ahora se prevé que aparezca en el primer semestre de 2017; a las razones técnicas del aplazamiento podría añadirse el hecho de que podría ser más elevado que el anterior euríbor, lo que sembraría la alarma entre los clientes bancarios. De cualquier modo, es necesario que el nuevo indicador salga con todas las garantías, controlado por el regulador y por la Comisión Europea, ya que se han producido demasiados escándalos financieros como para que no existan dudas respecto a la fiabilidad de las entidades.

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