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A la izquierda, Yolanda Velasco, Manuel Delgado y Carlos Farelo. A la derecha, Francisco Javier Caro, Luis Expósito (HOY), Francisco J. García y Celestino J. Vinagre (HOY) durante la mesa redonda :: j. v. arnelas
Extremadura pierde más de 150 millones al año con el tabaco ilegal

Extremadura pierde más de 150 millones al año con el tabaco ilegal

HOY organiza una mesa redonda para analizar el impacto del contrabando y las posibles acciones para combatirlo

Celestino J. Vinagre

Domingo, 1 de noviembre 2015, 08:37

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Un problema mayúsculo que conlleva perjuicios económicos, laborales y hasta de salud pública. Es lo que provoca el contrabando de tabaco, una práctica ilegal que se ha disparado en Extremadura y en general en todo el país desde el inicio de la crisis. Desde 2008 hasta 2014, según la estadística de la Unión de Estanqueros, la venta de cigarrillos en establecimientos autorizados ha bajado en un 45,1% en la región, pero eso no significa, ni por asomo, que el consumo de este producto haya descendido en idéntica proporción. Los expertos del sector estiman que este, como mucho, no supera el 5%. «Lo que ocurre es que la gente sigue consumiendo, pero ahora tabaco de contrabando en sus diversas modalidades (cajetillas, picadura, de liar...)», coinciden en resumir.

HOY ha reunido esta semana en Badajoz a representantes de la industria tabaquera, distribuidores, estanqueros, Guardia Civil y criminólogos en una jornada en la que se ha evidenciado el daño que produce el tráfico ilegal de tabaco, fuente generosa de ingresos para grupos de delincuencia organizada, y en la que también se han avanzado posibles soluciones.

La situación actual es preocupante. La estimación en 2014 era que una de cada dos cajetillas de cigarrillos consumidas en Extremadura fue de procedencia ilegal. Y detrás de una cajetilla ilegal hay un tabaco que, además de no pagar impuestos y, por tanto, dejar de aportar recursos públicos, daña la economía del sector, facilita el acceso de los menores a un producto que no está sujeto a ningún control y se está convirtiendo en la mejor vía para financiar a organizaciones ilegales que poco a poco se están asentando en España. Hay que recordar, solo en clave fiscal, que el 80% del precio del tabaco en nuestro país lo conforma la suma de diversos impuestos.

«Es una lacra y aquí todos perdemos. Todos», clama sin tapujos Yolanda Velasco, responsable de Estrategias y Prevención del Comercio Ilícito en Philip Morris Spain. Philip Morris es la industria líder internacional de tabaco con seis de las quince marcas más importantes del mundo, incluyendo la número uno de cigarrillos. Tiene investigadores privados dentro de un programa anticontrabando para conocer el modus operandi de estas redes de delincuentes.

«Detrás de todo esto hay bandas organizadas, mafias. Son auténticos profesionales del delito. Tiene que haber un cambio legislativo además de concienciar a toda la sociedad», agrega Carlos Farelo, criminólogo y responsable del área de Inteligencia del Grupo Logista, heredero de la antigua Tabacalera. Es el distribuidor líder en el sur de Europa, sirviendo a 300.000 puntos de entrega en España, Portugal, Francia, Italia y Polonia.

Infracción frente a delito

«Esto no solo se acaba con medidas represivas. Se necesita colaboración y concienciación», concluye Manuel Delgado, comandante de la Guardia Civil, uno de los mandos al frente de las patrullas del servicio fiscal de la Benemérita en la región. Un grupo básico en la persecución del contrabando que en Extremadura moviliza a unos 30 agentes, incluidos algunos miembros de la Policía Judicial. El mayo pasado, 73 guardias recibieron formación sobre el comercio ilícito de tabaco y blanqueo de capitales en la Escuela de Tráfico de la Guardia Civil de Mérida.

«Se necesita la colaboración público y privada porque esto no es cosa de cuatro pobrecitos y no se tratar de ir contra cuatro pobrecitos. Es una lucha contra mafias», reseña Francisco Javier García, presidente de la Unión Provincial de Expendedores de Tabaco de Badajoz.

¿Cuántos hospitales o colegios se podrían hacer o cuántos médicos y maestros se podrían contratar por parte de la Junta con lo que supone ese fraude y esa actividad ilícita?, pregunta el estanquero. Y agrega como cifra redonda: cada año, la Administración extremeña deja de ingresar unos 150 millones de euros simplemente por el fraude fiscal de la venta ilegal del tabaco.

En España, el año pasado se consumieron 3.800 millones de cigarrillos ilícitos. Eso provocó que Hacienda dejara de ingresar aproximadamente 810 millones de euros, que habría recaudado si esos millones de cigarrillos se hubieran vendido de forma legal y gravados con los impuestos correspondientes, según un informe de la consultora KPMG.

«Con el dinero de esa actividad ilícita se financian grupos terroristas internacionales y cometen otros delitos», apostilla Farelo. «Esos grupos organizados se cuidan de tomar las mayores medidas de seguridad para que no se les coja y, si eso ocurre finalmente, que lo defraudado no supere los 15.000 euros, porque por debajo de esa cifra solo se les puede achacar una infracción administrativa, no un delito», concluye en una primera ronda de opiniones el profesor universitario y criminólogo Francisco Javier Caro.

Extremadura, junto a Andalucía, presenta en España los mayores índices de consumo de cigarrillos de contrabando. Si hace un año ese porcentaje era del 50%, ahora en las dos regiones se sitúa en un 32%, muy por encima de la media regional, que sobrepasa por poco el 5%. Lo enfatiza Velasco, de Philip Morris.

Este consumo causa víctimas, tercia en el debate el profesor Caro. Y los concreta: el Estado, por la cantidad de recursos que deja de percibir, los consumidores, por el producto que consumen sin una mínima trazabilidad, y las empresas del sector, incluidos los propios productores de tabaco que, como es conocido, se asientan mayoritariamente en suelo extremeño. Este perjuicio múltiple del contrabando de tabaco obliga -expresa Caro- a que haya una política integral, que abarque no solo medidas policiales o jurídicas sino también de concienciación.

«Nos atacan de todas las formas posibles», afirma Farelo, de Logista, quien afirma que logran recuperar el 50% de la mercancía que es sustraída en robos, ya sea en almacenes o en el traslado del tabaco. El representante del grupo distribuidor concreta igualmente que antes de 2008 no había apenas noticias de contrabando, lo que quiere decir que aunque esa práctica existía era residual, frente a la dimensión que ha adquirido en este último septenio.

El tabaco de contrabando que entra en Extremadura lo hace fundamentalmente a través de Andalucía, cuenta la Guardia Civil. La venta a través de Internet es otro fenómeno, reseña el comandante Delgado, que apunta en otras direcciones a la hora de analizar esta actividad ilícita. De un lado, la picadura de liar es uno de los productos que más se mueve en ese mercado ilícito. De otra parte, se está produciendo por parte de los delincuentes la fabricación del propio tabaco, es decir, no se deciden solo a traerlo para comercializar sino que lo transforman. «En este caso está muy atomizado ese tipo de mercado», expresa.

Otro aspecto a tener cuenta es que se está vendiendo mucho en casas particulares. Esta circunstancia ocurre en pequeñas y medianas ciudades y en los municipios de zonas rurales. Además, se sigue aumentando la intervención de hojas de tabaco y picadura.

La estadística de la Guardia Civil apunta que el año pasado se desarrollaron en la comunidad extremeña 22 operaciones de aprehensiones de cajetillas y en lo que llevamos de año son 19. Pero solo en un caso de los del año pasado se puede considerar como delito (que lo incautado supere los 15.000 euros de valor). «Se cuidan bastante de no superar la infracción administrativa para que no sea delito», incide Delgado.

La labor de la Guardia Civil se enfoca también hacia las inspecciones en los establecimientos en los que se vende tabaco. No solo bares, quioscos o tiendas de barrio sino también en los estancos. Cada año, la Benemérita suele realizar unos 300 controles de este tipo en la región.

El comandante Delgado introdujo en la jornada organizada por HOY otro requisito imprescindible para minimizar los efectos del contratando: la respuesta social a esta práctica. «No hay una conciencia clara de rechazo social», afirma. Una aseveración asumida por los expertos a los que reunió este periódico.

En este sentido, la benevolencia o dejar hacer respecto al menudeo supone también un peligro. «El otro día alguien me ofreció en un pueblo tabaco de contrabando. Y quien lo hizo lo hizo con naturalidad, como si no fuera nada malo», expresa sorprendido el presidente de la Unión Provincial de Expendedores. En Extremadura hay unos 530 establecimientos de este tipo (13.600 en España) y han perdido un 50% de sus ingresos en los últimos años.

Menos ingresos públicos

«Y esto supone no solo pérdidas para nosotros sino pérdidas de puestos de trabajo, porque se tiene que despedir a gente», señala Francisco Javier García. «Si alguien le explicara lo que supone ese tabaco ilegal como se está poniendo de manifiesto aquí avanzaríamos mucho», finaliza.

Los datos del informe Ipsos, avanzados por la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España, son reveladores. En 2014, el mercado legal de tabaco en Extremadura supuso 164.140.613 euros recaudados. La comunidad autónoma recibió 95.201.555 millones por la cesión del 58% del impuesto especial de esas ventas. No obstante, se expresa en ese informe, si tenemos en cuenta el porcentaje del 54,1% de tabaco ilícito detectado en la comunidad extremeña, la cifra de recaudación por impuestos especiales habría aumentado hasta los 357.604.821 millones y la Administración autonómica, por su parte, habría ingresado 207.410.796 euros.

«En definitiva, con un 54,1% de contrabando de tabaco, el Estado ha dejado de recaudar casi 200 millones de euros (193.464.208 euros) en impuestos especiales en la región; La comunidad de Extremadura y, por tanto, sus ciudadanos han dejado de ingresar 112.209.240 euros. Y esto sin tener en cuenta otros impuestos como el IVA», se concluye en el estudio presentado. Esa suma final ronda los 150 millones como poco.

«La diversificación de los delincuentes que se mueven en este mundo es máxima. Cuando hablo de que España tiene que acometer cambios legislativos para atacar esta práctica me refiero a muchos aspectos. Hablo de tocar el Código Penal, de bajar el techo de lo defraudado que se considera delito, perseguir a las marcas blancas a través de las que se comercializa este tabaco ilegal, de controles sanitarios del producto que se descubra para imputar un posible delito contra la salud pública, de destinar más recursos a su persecución policial....», reflexiona el representante del Grupo Logista.

Para Carlos Farelo, «es imprescindible la colaboración pública y privada» para cercenar a su nivel más bajo posible esta actividad ilícita que mueve miles de millones de euros.

«Atacar el menudeo no es atacar al contrabando, pero sí sirve para acabar con esa sensación de impunidad», comenta el comandante Manuel Delgado respecto a otras de las prácticas extendidas. «Esa sensación existe», confirma el representante de los estanqueros pacenses, quien reclama igualmente la implicación de los medios de comunicación para hacer ver a la opinión pública la dimensión del problema.

Philip Morris, dentro de su programa frente al tabaco ilegal, desarrolla acciones de inspección en ferias de Extremadura y Andalucía. Investigadores privados comparten con las fuerzas de seguridad los datos obtenidos. Deduce que, aunque dentro de los recintos feriales los contrabandistas se mueven de manera individual, todos trabajan en grupos, y se llegan a identificar hasta cuarenta personas de una misma red. Los contrabandistas no residen siempre en la ciudad en la que operan, sino que desarrollan su actividad de forma itinerante, recorriendo las distintas ferias año tras año.

«Es una acción más, pero se necesita más cooperación entre todos porque todos perdemos con esto», reafirma Yolanda Velasco. «La gente sigue consumiendo porque apenas ha bajado el número de personas que, seguramente por las campañas contra el tabaco, han decidido de hacerlo. Esa es otra realidad», agrega el profesor y criminólogo Francisco Javier Caro. «El combate contra estas mafias requiere acciones compartidas y más esfuerzos», simplifica Farelo, de Logista. «No estamos jugando mucho. Y Extremadura especialmente, por sus productores y por lo que mueve el tabaco», finaliza el estanquero García.

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