Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?

Excesivo optimismo

La necesidad de crecer justifica que el Gobierno reduzca el déficit público lo más despacio que permita Bruselas

PPLL

Sábado, 28 de marzo 2015, 00:20

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El Gobierno ha cerrado el ejercicio presupuestario de 2014 con un déficit del 5,7%, con lo que ha incumplido en dos décimas de punto su propio objetivo del 5,5%, inferior al límite que había sido establecido por Bruselas, del 5,8%. Así, el Ejecutivo se ha puesto en evidencia por pasarse de listo en esta ocasión. El Gobierno ha atribuido la pequeña desviación a la devolución a los transportistas del llamado 'céntimo sanitario', que Bruselas consideró ilegal el año pasado y que ha supuesto el pago de 1.699 millones de euros. En cualquier caso, el déficit en 2013 fue del 6,33% (el objetivo era del 6,5%). En 2015, el límite de déficit impuesto por Bruselas es del 4,2%, lo que obligará a una rebaja del 1,5%. El grueso de la desviación presupuestaria en 2014 se debió a las comunidades autónomas, que registraron un déficit del 1,66% frente al objetivo del 1%, superior incluso a la de 2013. Solo cuatro autonomías han cumplido el objetivo marcado (País Vasco, Navarra, Canarias y Galicia), mientras arrecian las voces que afirman que las comunidades autónomas están excesivamente presionadas porque son ellas las que financian los servicios públicos esenciales, sin que tengan apenas la potestad de subir impuestos. La necesidad de crecer para mitigar lo más rápidamente posible el desempleo insoportable que padecemos justifica que el Gobierno reduzca el déficit lo más despacio que permita Bruselas. Sobre todo en la actual coyuntura, en que los tipos de interés están próximos a cero y el endeudamiento resulta casi gratis. Sin embargo, es cada vez más claro que el futuro sistema de financiación debe conceder más margen de autonomía financiera a las comunidades autonómas, de forma que puedan confeccionar sus propios presupuestos, no sólo en el capítulo de gastos sino también, en buena medida, en el de ingresos. Asimismo, quienes confeccionen los presupuestos para 2016 -parece que este Gobierno, con buen sentido, declinará sacarlos adelante antes de las elecciones generales- deberán calibrar si con la actual presión fiscal, nueve puntos por debajo de la media de la UE, es posible sostener un Estado de bienestar de calidad como el que exige la sociedad española y llegó a disfrutar antes de la crisis.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios