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Durao Barroso, acompañado por César Nombela y Francisco González.
Durao Barroso culpa al Banco de España de la crisis por su mala supervisión

Durao Barroso culpa al Banco de España de la crisis por su mala supervisión

El todavía presidente de la Comisión Europea se revuelve contra los Gobiernos nacionales por falta de responsabilidad

Amparo Estrada

Lunes, 16 de junio 2014, 14:13

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El presidente saliente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se despachó hoy en una de sus últimas intervenciones contra los Gobiernos nacionales y en concreto contra el español y el Banco de España, que, dijo, no realizó una supervisión correcta del sistema financiero antes de que estallara la crisis. "Siempre que preguntábamos cómo estaba la banca en España y cómo estaban las cajas, la respuesta del Gobierno señalaba que todo era perfecto", explicó Durao Barroso durante la conferencia inaugural del seminario 'La Europa que deja la crisis' organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) en la UIMP. El presidente de la Comisión recordó que las autoridades españolas hablaban del Banco de España como 'el mejor banco central del mundo'. "No decían que fuera el segundo mejor, no, era el primero", ironizó Barroso en un torpedo directo a la supervisión que Miguel Ángel Fernández Ordóñez hizo como gobernador del Banco de España. Durao Barroso, que ha sido durante diez años presidente de la Comisión Europea, intentaba exculpar a Europa y al euro de ser los responsables de la crisis, en un momento en que los populismos antieuropeos han cosechado cientos de miles de votos en las elecciones al Parlamento Europeo.

¿Por qué hubo la crisis? ¿Fue la Unión Europea o fue la burbuja inmobiliaria, el excesivo endeudamiento, los desequilibrios macroeconómicos?, se preguntó Barroso. Su respuesta no dejó paso a la ambigüedad: "La supervisión era nacional. Hubo errores muy importantes de supervisión y eso tiene que ser asumido. No fue culpa de la señora Merkel ni del FMI", enfatizó el hasta ahora máximo representante del Ejecutivo europeo.

A Durao Barroso parece que se le ha acabado la paciencia a pocas semanas de pasar el testigo de la presidencia de la Comisión. Acusó a los Gobiernos de practicar una "esquizofrenia política" cuando en sus países renuncian a avalar y defender las decisiones que se han adoptado en los Consejos europeos. Barroso denunció que para los gobernantes ha sido más fácil durante estos años de crisis decir a sus electores que las decisiones duras las imponía Bruselas y que, en realidad, ellos no querían aplicarlas. Sin embargo, eso "es falso" porque todas las decisiones "son aprobadas democráticamente en el Consejo Europeo y en el Parlamento", afirmó Barroso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. "Decisiones tomadas en conjunto, luego dicen en su país que no están de acuerdo. Tenemos un problema muy serio de responsabilidad", concluyó Barroso. Esa falta de respaldo y de apoyo efectivo a la Comisión Europea está detrás del euroescepticismo y del rechazo a Europa que se ha traslucido en las elecciones recientes, en opinión de Barroso.

Como si de Vicente del Bosque se tratara, en un momento en que la selección española tiene que concentrarse en el resultado del partido y no en la forma de jugar, Barroso receta la misma solución para recuperar el apoyo de los ciudadanos: "Resultados". En especial, reducir el paro, crear empleo y crecer. "No vamos a descubrir la rueda. Es esencial que nos concentremos en resultados y no discusiones teológicas sobre la finalidad de Europa". Un discurso , en suma, mucho menos políticamente correcto que los que hacía cuando todavía no veía la puerta de salida.

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