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El MCL33 de Fernando Alonso. Foto: McLaren | Vídeo: Atlas
Mundial

McLaren MCL33: una nueva esperanza

El nuevo monoplaza de Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne apuesta por la continuidad en su chasis, que ya en 2017 fue su punto fuerte | Alonso, ilusionado pero consciente de lo que se juegan

David Sánchez de Castro

Madrid

Viernes, 23 de febrero 2018

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A las 8 de la mañana, con puntualidad británica, McLaren desveló al mundo su nuevo monoplaza para la temporada 2018 de Fórmula 1: el MCL33. Una nueva era se abre a partir de ahora para la escudería de Woking, y con un espíritu de claro renacer, han ido a los orígenes, al mismísimo Bruce McLaren, para rodear el coche con su aura y su filosofía.

Gráfico.
Gráfico.

El leitmotiv del nuevo monoplaza es ‘Be Brave’, ‘Sé valiente’, que es lo que fue el mítico piloto neozelandés cuando se atrevió a crear su propia escudería, que unos años más tarde fue leyenda. El color naranja-papaya (cuyo nombre oficial es ‘Papaya Spark’) copa el protagonismo de un MCL33 en el que hay puestas muchas esperanzas, junto a un azul fuerte que ya se vio en los monoplazas que llevó el propio McLaren en los años 70. Aquel color que se usó en la Fórmula 1, en la CanAm norteamericana o en las 500 Millas de Indianápolis es una vuelta al inicio, un ‘reset’ necesario para volver a ser un equipo campeón, tras pasar tres años en el infierno motorizados por Honda.

Y es que la principal novedad del MCL33 está, precisamente, en lo que no se ve. Más allá de los colores y la ausencia de un patrocinador potente (el hueco en los laterales del coche es muy elocuente y sólo falta un cartel de ‘Ponga su marca aquí’), el gran cambio está en las tripas. Del paupérrimo Honda pasarán a estar motorizados por Renault, cuya unidad de potencia 1.6 litros turbo V6 RE18 va a ser la gran esperanza del equipo de Woking.

Por lo demás, la apuesta es clara: potenciar lo que ya era bueno en 2017. El nuevo monoplaza McLaren es muy similar al del año pasado, sólo adaptando la nueva normativa y evolucionando el que ya era un chasis que había salvado la papeleta en el aspecto aerodinámico en una temporada para olvidar. El morro es prácticamente igual, con una ligera evolución del alerón delantero y el pico; la parte trasera y la toma de aire superior, lo mismo: misma idea, prácticamente clavada, a la del MCL32.

Hay tres puntos donde el cambio es mayor. El primero es el de los pontones laterales. Más anchos, pero estrechos, y en una posición ligeramente más elevada que la del coche del año anterior. También se ha retocado el fondo plano, mínimamente. Además, la eliminación de la ‘aleta de tiburón’, algo que ya se vio en varios Grandes Premios de la temporada 2017, reafirma la continuidad aerodinámica del nuevo monoplaza. La implementación del polémico ‘halo’ se ha producido sin problemas en el pack aerodinámico, si bien se denota que puede ser un punto para futuras evoluciones, en función de los datos que arrojen en pista. Por otro lado, la suspensión trasera se ha trabajado de manera notable para maximizar el flujo de aire y optimización de uso de los neumáticos. En definitiva, una evolución más que una revolución.

Alonso, optimista pero cauto

A sabiendas de que este año tendrá que repartirse más que los últimos años, pero consciente de cuál es su prioridad, Fernando Alonso tiene claro que tanto él como Stoffel Vandoorne tendrán que exprimir al máximo este MCL33 si quieren que realmente sea un buen arranque de una nueva era. El español, que fue el encargado de dar los primeros kilómetros al monoplaza en el circuito navarro de Los Arcos en un día de filmación, apunta a que está satisfecho por los primeros datos obtenidos, aunque aún queda mucho por ver. “Al ver nuestro coche nuevo, me siento muy ilusionado pero también soy aprensivo. Sé la importancia que tiene este coche para el equipo y espero que responda a nuestras expectativas”, aspira el español.

La clave está en sacar partido de lo que ya tenían y maximizarlo con el nuevo motor Renault. Alonso tiene esperanzas: “Si podemos desarrollar los puntos fuertes del chasis del año pasado y casarlo con una mejorada unidad de potencia de Renault, podremos dar un paso adelante”. Es el gran objetivo: pelear no sólo por puntuar, sino por hacerlo lo más arriba posible. Alonso acaba contrato con McLaren a finales de este 2018, y mientras esté con Toyota también, habrá que ver hasta qué punto su cabeza se va de un lado a otro. De la competitividad de este McLaren también dependerá mucho de lo que haya más allá.

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