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Alonso, en el circuito de Alemania.
Un verano más tranquilo para Fernando Alonso
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Un verano más tranquilo para Fernando Alonso

Aún lejos del tricampeonato, el asturiano disfrutará de un descanso mucho más relajado que el que tuvo en 2015, cuando pasó su peor año deportivo en Fórmula 1

David sánchez de castro

Lunes, 1 de agosto 2016, 20:15

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A excepción de Sebastian Vettel, que se encontraba en Fiorano probando los nuevos neumáticos Pirelli de 2017, desde este lunes todos los pilotos están de vacaciones de verano. Se acabaron los límites a la hora de comer, los entrenamientos físicos y las sesiones de estudio de los circuitos. La parrilla de la Fórmula 1 se dedicará a relajarse antes de volver a la acción en el circuito de Spa- Francorchamps el último fin de semana de agosto.

Toca tiempo de reflexión. Por arriba, Lewis Hamilton puede sentirse satisfecho del trabajo realizado: en cinco carreras ha logrado darle la vuelta a un Mundial que se le había puesto muy cuesta arriba. Los números del sorpasso del británico sobre Nico Rosberg hablan por sí solos: de ir 43 puntos abajo, a estar 19 arriba. Son 62 puntos remontados, y la sensación de que cuando regrese al trabajo la línea ascendente de Hammertime seguirá hacia arriba. Rosberg ha sido la gran víctima de un final de semestre paupérrimo para él: de ganar las cuatro primeras carreras ha pasado a quedarse fuera del podio en la última por culpa de una sanción que, más o menos justa, vino dada por su exceso de ímpetu a la hora de adelantar a Max Verstappen. Que las normas de la Fórmula 1 y su aplicación necesitan un buen repaso está claro. Que Rosberg tiene que ponerse las pilas si quiere emular, por fin, a su padre Keké (campeón del mundo de la categoría en 1982), también.

Detrás de los Mercedes han acabado con un notable muy alto, casi sobresaliente, los Red Bull, otros que sonríen cuando oyen el término de moda: sorpasso. Sorpasso y repaso, el que le han dado a Ferrari en la primera parte del Mundial. Con un Verstappen como el chico de oro y un Ricciardo con ganas de reivindicarse, han conseguido dejar atrás a la escudería italiana, sumida en uno de sus habituales ciclos de esquizofrenia que tan bien conoció -y padeció- Fernando Alonso en su lustro de rojo. Los de Maranello han pasado de ser serios candidatos al título en la pretemporada a verse superados por Red Bull en la mitad del año. Y lo peor para ellos es que ni siquiera saben qué ha pasado: Räikkönen y, sobre todo, Vettel, están noqueados y absolutamente sobrepasados por la situación. En el equipo ya ni siquiera saben qué hacer, máxime cuando su responsable técnico, James Allison, se ha visto forzado a irse por la dura situación personal que atraviesa -perdió a su mujer recientemente- y que le ha obligado a tomarse un descanso.

Los Guadiana de la parrilla

En esa zona tibia de la tabla hay varios equipos, entre los que se encuentran dos que no saben bien si van hacia arriba o hacia abajo. Por un lado está Toro Rosso. Carlos Sainz goza del indudable estatus de piloto número 1, más de facto que por asignación del equipo. Desde que Max Verstappen ascendió a Red Bull, el español ha sido el faro que ha guiado los designios y los éxitos de la escudería de Faenza, a pesar de los conatos (involuntarios, obviamente) de sabotaje por parte de sus mecánicos. Su compañero Daniil Kvyat está con pie y medio fuera de la Fórmula 1, e incluso ya hay rumores en el paddock de que ni siquiera volverá a montarse en el STR11 en Bélgica.

El otro equipo que no sabe si viene o va es McLaren. Indudablemente están en una situación mejor que la del año pasado a estas alturas. El propio Alonso resaltaba después de la carrera de Hockenheim que lleva más puntos en 12 carreras en este 2016 que en toda la temporada entera. El trabajo de la escuadra de Woking ha sido notable, si bien aún les queda mucho camino. Han pasado de pelear por acabar cada carrera como fuera, a ser candidatos casi obligados a los puntos. La sensación es que el camino es el correcto, aunque queda mucho por avanzar. El año pasado, después de 12 carreras, Alonso había acabado en seis y puntuado en dos. Este año ha llegado a meta en siete grandes premios y ha puntuado en tres. Y todo ello desde una posición media de parrilla más alta: ahora verle pasar de la Q1 es algo casi obligado, cuando en 2015 lo habitual fue verle eliminado a los 15 minutos de que arrancase la sesión de clasificación.

La gran duda es: ¿qué pasará en 2017? ¿Y si el barco de McLaren no coge velocidad crucero y el paso es insuficiente para convertirse en candidatos al título? Alonso avisa cada vez que le viene a la cabeza de que como en la próxima campaña no cambien las cosas, se irá de la Fórmula 1. El objetivo del tricampeonato ya es imposible para este año, pero las esperanzas en 2017 son muy altas. Este será uno de los pensamientos que tenga Alonso en esa tournée que va a hacer en estas semanas por tierras americanas. El español tiene previsto visitar varias ciudades de Estados Unidos y Canadá, y empaparse de una cultura que le atrae mucho, como es la yanqui. ¿Será un guiño hacia la IndyCar, que ya conoció este mismo año invitado por uno de los patrocinadores de McLaren?

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