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Alonso, en el Gran Premio de Gran Bretaña.
Alonso, punto y seguido
GP gran bretaña

Alonso, punto y seguido

El punto conseguido en Silverstone no supone más que una anécdota para Alonso y McLaren: el propio piloto avisa que la travesía en el desierto aún será larga

david sánchez de castro

Lunes, 6 de julio 2015, 21:07

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Cualquiera diría que este domingo Fernando Alonso había abandonado. Pese a sumar su primer punto en la temporada 2015, el asturiano no estaba más contento que cuando había acabado 13º o 14º. Y no es por acritud hacia los medios (o no sólo por eso), sino porque quiere mantener la calma. Ni un punto les da la vida, ni quedarse otra carrera en un cero se la quita. La mejor lectura es que han acabado una prueba en la que comenzaron con un motor remachado, que no tuvieron una avería grave y que, por fin, les acompañó la suerte.

Fernando Alonso es consciente de que el camino hacia la gloria será arduo, lento y mucho más difícil de lo esperado. Los mensajes optimistas en McLaren siguen sonando a sorna, pero ese décimo puesto en Silverstone les da pábulo para mantener la cortina de humo delante de un proyecto que, a todas vistas, hace más aguas de las previstas. El salvavidas que supone el motor extra que les ha regalado la FIA durará lo justo, y muy pronto llegarán de nuevo los sudores fríos, las penalizaciones y las vueltas a 'boxes' antes de lo previsto. «Tampoco acabar décimo es acabar bien. Queremos ser campeones del mundo y eso requiere un trabajo y una disciplina enormes hasta el año que viene», apuntó Alonso.

Pese a todo, tampoco hay que restarle valor a lo conseguido. Más allá del punto, el rendimiento del MP4/30 se acercó a las prestaciones de monoplazas teóricamente -y prácticamente- superiores en pista. La prueba se vio en las últimas vueltas del Gran Premio de Gran Bretaña: Alonso se acercó mucho más rápido de lo previsto a las inmediaciones de Ericsson, que sin ser un piloto del otro jueves, sí tiene un Sauber con motor Ferrari. Poco a poco, si el motor Honda aguanta y las mejoras aerodinámicas son acertadas, lo previsible es que McLaren se asiente en la zona media de la parrilla en carrera.

Ahora la presión está en el equipo y no en los pilotos. Tanto Alonso como Button han demostrado que pueden estar peleando por puntuar, y sólo piden un coche que aguante. Esos 20 km/h de desventaja que tenían en Silverstone con los Mercedes es 'pecata minuta' comparada con la grave falta de fiabilidad que arrastran desde principio de temporada. No sólo es un coche poco competitivo: también es un coche débil. Por eso sorprendió más aún que el tremendo golpe que le dio Alonso a Button en la primera vuelta en Gran Bretaña no acabara con ambos yéndose a 'boxes' de la mano y cabizbajos. La asociación McLaren Honda hace aguas, las brechas -literales y figuradas- de los monoplazas se abren cada vez más y no hay tirita en forma de puntos que lo oculte. Evidentemente, Alonso y Button no hacen más que repetir que la situación se revertirá, que lo peor ha pasado y que a partir de ahora mejorarán. Es fácil que eso ocurra: ir a peor sería volver a luchar en pista con los Manor de Will Stevens y del sonriente Roberto Merhi.

La próxima cita en el campeonato, Hungaroring, puede ser un buen sitio para mantener la línea ascendente y conseguir un buen resultado balsámico para la dolorosa situación que atraviesan o puede ser una nueva decepción para todos que haga sangrar más aún las heridas abiertas. «Hungría no tiene tanta recta, nos beneficia un poco más. Será parecido a aquí, luchando por pasar la Q1 y arañar algunos puntos», recordaba un Alonso que siempre que vuelve al trazado magiar siente un cosquilleo. En este caso, él mismo peca de lo que acusa a la prensa: vende expectativas que luego no se cumplen. Lo más probable, por estadística y rendimiento neto, es que McLaren no puntúe en la cita húngara, que volvamos a las andadas con los mensajes vacíos y excesivamente optimistas, y que las vacaciones de verano sirvan para despejar una mente muy turbada por un proyecto totalmente errático. Pero para Alonso no vale la pena comerse más la cabeza, sino coger el petate y viajar con la máxima ilusión al circuito donde logró su primera victoria. Lo de Silverstone fue un punto. y seguido.

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