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Fernando Alonso, en el GP de Austria.
McLaren, de bochorno en bochorno
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McLaren, de bochorno en bochorno

Alonso y Button sufren problemas de motor, no pueden probar en condiciones y parten con más desventaja que nunca

David Sánchez de Castro

Viernes, 19 de junio 2015, 04:07

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El optimismo que destilan las palabras de McLaren empieza a rozar el esperpento, visto su rendimiento en pista. Fernando Alonso y Jenson Button no completaron los entrenamientos libres de este viernes, debido a unas averías que ya dejaron de ser noticia hace unas cuantas carreras. Las previsiones más optimistas que hablaban de un podio en torno al verano suenan ahora a una burla a la inteligencia del público: si no son capaces de hacer rodar el coche en los libres, ¿cómo se va a confiar en que consiga llegar entre los tres primeros?

Fernando Alonso comenzó la jornada quejándose por radio. Con razón: su McLaren se quedó bloqueado en punto muerto cuando estaba dando ¡la vuelta de instalación! Ni siquiera había montado el tan cacareado morro nuevo, más corto, con el que quieren compensar la carencia de potencia y confianza en las unidades Honda. La cara del piloto asturiano lo decía todo: el nuevo motor que le ha costado 10 posiciones de sanción (a las que se unen otras 10 por los cambios del turbo y del MGU-H, para completar las 20 de castigo total) ya ha fallado cuando apenas había dado 4 kilómetros.

El problema es que, en los segundos libres, no mejoró la situación. Esta vez la avería vino primero en el MP4/30 de Button, que se quedó parado antes de tiempo. De hecho, sólo dio una vuelta con los neumáticos superblandos antes de que tuviera un problema en las bujías, según confesó Fernando Alonso ante la prensa. El temor de que se reprodujese el fallo en su coche hizo que parasen también su programa previsto. «En los segundos libres paramos por un problema que tuvo Jenson en las bujías, y para salvar cualquier problema mayor en los motores, que son nuevos, decidimos no rodar más», afirmó. El problema es que, como confesaba, lo que les falta son kilómetros. No es la mejor noticia para él tener que parar por una avería que ni siquiera es suya. «Lo que más nos hace falta son kilómetros y vueltas», se lamentaba. Esas pocas vueltas le pesaron demasiado también a la hora de ensayar con ese nuevo morro corto, con un apéndice similar al de los Williams. «El paquete aerodinámico lo pusimos en la segunda sesión solo y nos gustaría experimentar más en los libres», se planteó como objetivo de cara a un sábado más que irrelevante para él.

Y es que a los problemas propios de McLaren, se une la triple sanción que acumula. Este viernes se confirmaron los cambios del motor de combustión (diez posiciones de castigo), del turbo (cinco más) y del MGU-H (otras cinco). Total: 20 posiciones de sanción. Ni haciendo la pole se librará de cerrar la parrilla, salvo que el resto de pilotos jueguen a su favor. Y es que Alonso no es el único corredor en sufrir las penalidades de una normativa que busca la durabilidad y castiga las averías. Daniel Ricciardo y Daniil Kvyat también usarán la quinta unidad del motor de combustión de sus respectivos Red Bull, por lo que caerán 10 plazas con respecto a lo que marquen en la clasificación. El propio Alonso considera la tanda oficial de este sábado como unos entrenamientos más: «Saldremos a experimentar con diferentes mapas de motor y otras cosas nuevas para sacar el máximo. Hay alguna previsión de lluvia para la crono, será interesante estar en pista para probar en agua. Conseguir el 12 o el 18 da igual: saldremos últimos», reiteraba.

Lo que más preocupa es que los fallos en McLaren no tienen relación entre sí: falla por todas partes. Al igual que Sebastian Vettel abrió la mañana con un fallo en el diferencial trasero y después en la electrónica, el problema de Alonso en la FP1 fue «un conector que hizo perder la electricidad», con lo que tuvieron que quitar el fondo plano del coche y sustituirlo. «Después fue el software: no entraban las marchas. Es así la F1 de ahora: pones en el ordenador un 8 en lugar de un 6 y no entra la primera marcha», explicaba Alonso, solidario con el público, que en su mayoría no entiende cómo en una carrera automovilística prima tanto la informática. La diferencia entre Vettel y Alonso es que el alemán se despidió de la jornada con el mejor tiempo Hamilton se guardó los superblandos, el español lo hizo a más de 1.9 segundos. En un circuito tan corto como este, extrapolando, Alonso no sólo no está más cerca, sino que se ha alejado aún más de la cabeza de carrera.

Para los otros dos españoles las opciones son más optimistas. Carlos Sainz marcó el undécimo crono de la sesión, por delante de los Red Bull, y aspira a regresar a la Q3 este sábado. Sus opciones pasan por el rendimiento del motor Renault, en un trazado donde la potencia especialmente en la recta de meta es fundamental. Roberto Merhi, por su parte, tuvo una inoportuna salida de pista cuando estaba mejorando sus cronos y se quedó por detrás de su compañero, Will Stevens.

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