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Lydia Valentín, con su medalla de plata. Foto: Efe | Vídeo: Europa Press
Halterofilia

Lydia Valentín, por fin con la plata de Pekín 2008, espera el dinero de sus becas

«Es feo hablar de euros, pero quiero lo que me corresponde y confío en mi país», afirma la campeona mundial, olímpica y europea respecto a las ayudas que debería recibir por su preparación olímpica

Amador Gómez

Madrid

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Martes, 16 de enero 2018, 11:48

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Con casi 10 años de retraso, Lydia Valentín recibió este martes emocionada la medalla de plata adjudicada en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 gracias a la descalificación por dopaje de tres de las cuatro primeras en la categoría de menos de 75 kilos. Sin embargo, la halterófila leonesa aún continúa a la espera, no sólo del oro de Londres 2012, sino también del dinero que debería percibir correspondiente a las becas destinadas a preparar ambas citas olímpicas. El premio de los 48.000 euros por su plata de Pekín ya está aprobado por la Asociación de Deportistas Olímpicos (ADO) para ser pagado a Lydia Valentín, pero para concederle las ayudas económicas atrasadas se tendrá que convocar una junta directiva de dicho organismo, formado por el Consejo Superior de Deportes (CSD) el Comité Olímpico Español (COE) y TVE, para someter a votación si se le abonan o no las becas que se ha ganado en los despachos.

«Es feo hablar de euros en este momento tan bonito, pero confío en que me van a conceder ese dinero. Confío en mi país, en el presidente del COE (Alejandro Blanco), en el secretario de Estado para el Deporte (José Ramón Lete) y en el ministro (Íñigo Méndez de Vigo). Confío en todos. Sé que me tienen especial cariño, al igual que yo les tengo a ellos», destacó Lydia Valentín, que una vez reconocida como subcampeona olímpica en Pekín, aunque, a falta de las alegaciones de las tramposas, también se considera campeona olímpica en Londres, quiere percibir «lo mismo» que una ganadora de una plata y un oro. «No quiero ni más ni menos, sino lo que me corresponde», proclamó en la sede del COE, donde también expresó su deseo de que las dopadas que la privaron de subir al podio olímpico y disfrutar entonces de la gloria devuelvan también el dinero que percibieron. «No estaría mal que participasen en la reparación económica. Deberían devolverlo todo. Yo no las considero deportistas», añadió la halterófila berciana.

Con su medalla de plata nueva -«no manoseada ni mordida»- colgada del cuello, Lydia Valentín dijo haberse trasladado este martes a los Juegos de 2008, «y sentir como si estuviera en Pekín», después de proyectarse en vídeo imágenes de la competición en la que levantó 250 kilos y la llevaron entonces a la quinta plaza en su debut en unos Juegos -para ascender después a la segunda-, de serle entregada el ansiado metal y de escuchar el himno olímpico. «Yo siempre miro el lado positivo de las cosas, y si hubiera recibido la medalla allí (en la capital china) no habría tenido este acto tan especial y bonito. Me quedo con esto», declaró orgullosa. También se emocionó «muchísimo» con el discurso de Alejandro Blanco, el principal artífice de que por fin se haya hecho justicia deportiva con ella. «Esta medalla de plata llega con un poco de retraso, pero llega», se congratuló el presidente del COE, que calificó a Lydia Valentín como «una deportista excepcional» y «el mejor ejemplo de lo que es el deporte, el deporte limpio». «Yo puedo dormir bien tranquila», asegura ella.

«Por fin la tengo», exclamó liberada la leonesa. «Ya la tengo conmigo, que es lo más importante, aunque no hubiera sido lo mismo ‘in situ’», reconoció, tras admitir que durante el acto celebrado en el COE estuvo «todo el rato emocionada». «He decidido no ponerse nerviosa para disfrutar, porque quería sentir cada momento», subrayó quien quiso dar las gracias, entre a otros muchos, a su primer entrenador, Isaac Álvarez, «porque sin él nada de esto hubiera sido posible», al de los Juegos de Río, Manolo Galván, y al actual que la llevó hasta el oro de Londres, Matías Fernández, además de a su familia. «Mi familia ha sido la base para llegar donde he llegado. Es la mejor medalla que jamás conseguiré, y no me enrollo más que si no ya no sé ni lo que digo», terminó nerviosa durante su mensaje desde el escenario.

Minutos antes no pudo evitar las lágrimas tras recibir por vídeo las felicitaciones y muestras de cariño de nada menos que, entre otros deportistas, seis campeones olímpicos (Ruth Beitia, Mireia Belmonte, Maialen Chourraut, Saúl Craviotto, Marcus Cooper y Cristian Toro) y abrazarse al presidente del COE. «Sabía que Alejandro Blanco iba a luchar por estas medallas (las de Río y Londres)», recalcó radiante Lydia Valentín.

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