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Froome (i) y Wiggins, en un acto.
Froome, Wiggins, Harting y Kvitova recibieron exenciones para consumir productos dopantes
Filtraciones

Froome, Wiggins, Harting y Kvitova recibieron exenciones para consumir productos dopantes

La AMA autorizó a los deportistas a consumir fármacos prohibidos, según los datos filtrados por Fancy Bear

Javier Bragado

Jueves, 15 de septiembre 2016, 18:55

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La progresiva filtración de datos de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) anunciada por el grupo de hackers Fancy Bears suministró nuevos nombres. Según las informaciones descargadas, varios deportistas de élite como Christopher Froome, Bradley Wiggins, Robert Harting o Petra Kvitova recurrieron a exenciones gracias a la Autorización de Uso Terapeútico (AUT), un modo de actuación cada vez más habitual.

«La normativa nacional e internacional garantiza al deportista un procedimiento que le permita obtener permiso especial para el uso de dichos medicamentos o métodos, siempre que esté justificado por razones médicas y cumpla los requisitos normativos establecidos. Es lo que se conoce como Autorización de Uso Terapéutico», explica en su web la Agencia Española de Protección en el Deporte para señalar la legalidad de los AUT, que deben ser aprobados por las federaciones estatales o por los organismos internacionales. A pesar de la legitimidad del procedimiento, un informe para la Comisión Independiente del Ciclismo reflejó en febrero de 2015 que estas autorizaciones son utilizadas a veces de manera «abusiva». «Son empleadas por algunos equipos como parte de programas de mejora. En general, la percepción es que es muy sencillo obtener un AUT», denunció el informe. Incluso existe una opción más que ofrece dudas: la autorización retroactiva. Es el caso del boxeador Floyd Mayweather, quien solicitó la exención por romper las reglas de la AMA al inyectarse sustancias de manera intravenosa y recibió el permiso 18 días después.

En el caso de los nuevos positivos legales conocidos el más llamativo es el de Froome, aunque el británico de origen keniano ya había reconocido en otras ocasiones disponer de las autorizaciones provisionales. La autorización por prednisolona, un fármaco corticosteroide predominantemente glucocorticoide, se une a uno de los grupos más habituales de solicitudes: Beta 2 antagonistas, relacionados con los tratamientos del asma. En el caso del ciclista del Sky lo llamativo son las fechas de permiso, ya que mayo suele ser un mes clave para preparar el Tour de Francia. «Ya he hablado abiertamente sobre mis AUT con los medios de comunicación y no me preocupa la filtración. En nueve años como profesional, he pedido dos AUT para el asma. La última fue en 2014», recordó el británico en declaraciones facilitadas por su federación.

Los productos de su excompañero sir Bradley Wiggins son más variados (salbutamol, formoterol y budesonida), en la misma línea de problemas asmáticos y respiratorios junto a otros fármacos para tratar alergias en los años 2008, 2011, 2012 y 2013. En ambos casos la firma de las autorizaciones de Mario Zorzoli, jefe científico de la Unión Ciclista Internacional (UCI) señalado por Michael Rasmussen por recomendar productos dopantes, aunque posteriormente fue absuelto tras una investigación. La tendencia ha cambiado: la UCI autorizó 239 AUT en 2009 y sólo 12 en 2015, según sus datos oficiales.

El grupo de hackers rusos también se reveló que la tenista checa Petra Kvitova había recurrido en tres ocasiones a fármacos similares para tratamientos en la misma línea en diciembre de 2009 (los comienzos de su carrera). Otro de los casos desvelados es el lanzador de disco Robert Harting, oro olímpico en Pekín 2012 y uno de los hombres más beligerantes con sus declaraciones contra el dopaje. Recibió dos autorizaciones cercanas a la celebración de diferentes Juegos Olímpicos (agosto de 2016 y julio de 2008). «A causa de mi lumbago recibí tratamiento manual por parte del equipo médico olímpico en Río y con las medicinas dexamethasona y triamcinolona. Todos los papeles se rellenaron en tiempo y forma y se cumplieron con todas los requisitos burocrácticos. Soy un atleta transparente y no tengo problema con esta publicación», argumentó el alemán.

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