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Marín (i), Martín (c) y Etxeberria posan con sus arcos.
Flechas españolas al estilo coreano
TIro con arco

Flechas españolas al estilo coreano

Sin posibilidad de clasificación individual, el equipo femenino de arco recurvo aspira a una clasificación olímpica que sería histórica

Javier Bragado

Sábado, 28 de mayo 2016, 02:47

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Alicia Marín (Madrid, 17-4-1997), Adriana Martín (Madrid, 04-12-1996) y Mirene Etxeberria (Irún, 25-01-1994) no lograron alcanzar ninguna de las tres plazas finales que otorgaban la clasificación para los Juegos Olímpicos en Nottingham (Inglaterra). Pero las muchachas confían en que sus flechas les permitan acudir a Río 2016 como equipo a través de la competición que se celebrará en Turquía en junio. «Molaría llevar dos equipos completos», señala Martín con el ejemplo de la clasificación masculina como referente. «Sería histórico. Sería una buena noticia», añade Etxeberria. «Tenemos la posiblidad», asiente Marín.

La posibilidad de que un grupo tan joven aspire a la élite se explica especialmente por la influencia de su entrenadora coreana: Lee Mi Jeong. «Llegué hace como siete años y antes no tenían nivel. Siempre se quedaban fuera de las 18 mejores en las Copa del Mundo pero en el año pasado y en este lo han conseguido en todas las pruebas. Han mejorado un montón. Ahora se ven notas de 50 o 60 puntos más que las que tenían al principio de llegar a España», señala la asiática en un español correcto. «Se necesita bastante la influencia y se nota. La seriedad, el empeño, la técnica que te van enseñando. No es lo mismo un entrenador de aquí de España que está aprendiendo técnica coreana a que venga un coreano y te enseñe su técnica», confiesa Martín, una arquera que empezó disparando flechas de exposición desde las almenas del castillo de su pueblo como diversión y ahora acierta con frecuencia en el centro de una diana a 70 metros.

«Corea es una potencia de este deporte. Desde muy pequeños en la escuela ya empiezan en el tiro con arco. No sé qué hacen pero son de los mejores deportistas», explica Marín sobre el mejor país de su deporte. «El tiro con arco allí es lo más de lo más. Decimos que nacen con el arco bajo el brazo», completa Etxeberria. «Son más exigentes por su cultura. Sin exigencia no podemos llegar a nada», insiste Marín sobre los métodos para mejorar su puntería en la diana al aire libre. «Sobre todo es la disciplina y las horas que metemos. La técnica que ellos utilizan es mucho más precisa y eso es lo que nos ha ayudado a subir el nivel», sentencia la vasca que descubrió su destino durante unas actividades deportivas en un viaje de fin de curso con su instituto. Mientras, la entrenadora intercambia observaciones con el seleccionador (también coreano) del equipo recurvo masculino que ya ha sacado pasaporte para Brasil.

Impregnadas por la técnica y el espíritu de una cultura de la que han aprendido incluso algunas palabras, las españolas suman algunas medallas prometedoras. «Alicia tiene mucho talento pero falta un poquito de fuerza porque ella es muy delgadita. Se está esforzando mucho. También está haciendo trabajo físico. Le falta un poquito de tiempo. Puede mejorar un montón», radiografía Lee sobre una arquera que logró un bronce absoluto en los Campeonatos de Europa cuando todavía era cadete. «Mirene está entrenando mucho, más que otras chicas. También tiene mucho talento pero como no lleva mucho tiempo en el tiro con arco necesita más para conocer el deporte», prosigue la seleccionadora sobre la irunesa que empezó con 16 años y ya se ha colgado una plata en los Juegos Mediterráneos. «Adriana tiene suficiente talento pero tiene problemas en el hombro derecho y tiene un poquito de miedo. En invierno no podía entrenar mucho pero desde febrero está entrenando más, está mejorando mucho y sacando más puntos que el año pasado. Le falta un poquito de físico como a Adriana para fortalecer su hombro y sacar más puntos que ahora», confía la preparadora sobre la tercera, quien empezó atraída por un curso de fin de semana que sedujo a su padre.

En realidad, el objetivo de las veinteañeras no era Río 2016, sino Tokio cuatro años después. Pero ellas lo rechazaron con sus resultados y con su ambición. «El primer año nos pusieron como objetivo los Juegos Olímpicos de 2020 pero hemos subido tanto el nivel que estamos rozando la plaza de este año», explica Martín. «Me han dicho que si no lo consigo ahora, está Tokio. Pero si tengo ahora la oportunidad ¿para qué dejarla escapar? Nadie me dice si voy a conseguir mantenerme en el plano internacional el año que viene. No pienso en Tokio, que está muy lejos», dispara Marín, tímida hasta que agarra las flechas. El objetivo de todas es competir en una final olímpica soñada que resume Etxeberria: «Sin duda sería con alguna coreana porque son las mejores». «Pero que gane yo», avisa entre risas mientras su mentores asiáticos observan y asienten.

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