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Julen Aguinagalde.
Cañellas clasifica a España para semifinales
mundial de catar

Cañellas clasifica a España para semifinales

El central anotó el gol del triunfo hispano sobre Dinamarca a tres segundos del final y ahora espera Francia

Miguel A. Pindado

Miércoles, 28 de enero 2015, 08:45

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Un gol en el último suspiro, de esos que solo son capaces de anotar los genios, dio el pase a semifinales a España frente a Dinamarca. Las dos mejores selecciones de este Mundial ofrecieron un partido excesivamente trabado y con mucho miedo o respeto por parte de ambos conjuntos. España fue poco a poco imponiendo su defensa en la segunda mitad y se mostró sobrada en este apartado, aunque por el lado contrario no estuvo fina en ataque y ello impidió que aprovechase las exclusiones rivales para haber marcado diferencias más sustanciales en el electrónico. Al final, la defensa 5-1 sobre Hansen y la eficacia de Valero Rivera dieron a España la opción de tener el balón en el último ataque que, como casi siempre, Cañellas convirtió en el pase a las semifinales.

Estaba claro que no se iba a repetir la final del 2013, cuando España arrolló sin contemplaciones a los daneses. Dinamarca salió muy concentrada y España también saltó al a pista con mucho respecto al rival. Ante la igualdad que se presumía sobre el parqué iban a ser los pequeños detalles los que marcasen el ritmo del encuentro. De salida, España se mostró muy lenta en ataque y con la misma contundencia y sin fisuras en defensa, aunque esta vez la aportación de Gonzalo Pérez de Vargas fue menor. Tocó muchos balones pero la m ayoría se alojaron en la red.

Pero el problema del equipo español estaba en el ataque. La primera línea formada por Cañellas, Raúl y Maqueda comenzó muy estática, perfectamente previsible, por lo que los daneses, con su habitual dureza, no tenían problemas en tapar su portería. Así pues, con la igualdad por bandera, cualquier circunstancia podía hacer variar el marcador. Y ahí aparecieron los colegiados para, con su particular criterio, señalar penaltis y faltas a diestro y siniestro. Y con ellas las exclusiones. La primera inferioridad hispana se saldó con ventaja danesa (6-4). El tiempo muerto solicitado por Cadenas y la entrada de Chema permitió empatar de nuevo el partido y sobre todo aprovechar la exclusión de Hansen para tomar las primeras ventajas ante los daneses (8-10). No duró la alegría en las filas de los hispanos porque una nueva exclusión hizo volar la ventaja. Los colegiados alemanes pitaban lo que les venía en gana y tan pronto era falta del defensor como infracción del atacante. La entrada de Antonio García y Alex Dujshebaev dio un poco más de frescura al ataque y al menos sirvió para dar descanso a los titulares sin que el equipo se resintiese y marcharse al descanso con un 11-11 después de un error de los hispanos que los daneses aprovecharon en los últimos segundos.

El paso por el vestuario no ofreció muchas novedades, aunque el peor de los temores comenzó a acechar la portería de Gonzalo Vargas. Hansen, que había estado inédito en la primera mitad, sin lanzar y con un solo gol en su casillero, se echó el equipo a sus espaldas. El lateral danés vio a la defensa española hundida en los seis metros y él solo se bastó para mantener a su equipo por delante los primeros diez minutos, en los que España jugó en inferioridad por la exclusión de Cañellas. Nada menos que cinco goles seguidos anotó Hansen, sin que Cadenas fuese capaz de reaccionar. El técnico español ordenó al extremo, primero Rocas y luego Víctor Tomás, frenar el contragolpe danés siempre liderado por Hansen yevitar así los lanzamientos en carrera del vikingo. Y estas acciones individuales reflejaron que el equipo danés había dado todo lo que podía dar en ataque, o al menos que no podía con la defensa española, donde además, Pérez de Vargas comenzaba a aparecer con sus paradas.

España se veía dominadora. En defensa era muy superior y en ataque, aunque le costaba muchísimo penetrar en la defensa danesa, iba sumando sus goles especialmente de la mano de un infalible Valero Rivera desde el punto de penalti. Incluso en inferioridad, España consiguió colocarse con dos goles arriba (20-22, min. 49) y disfrutó después de dos minutos con un hombre más por la exclusión de Hansen. Era el momento de romper el partido, de obtener otro par de goles de renta que prácticamente sentenciarían el encuentro, pero no pudo ser. Quizás esas mismas facilidades hicieran que los hispanos fallasen en sus ataques, siempre con la inestimable colaboración de los colegiados.

Los daneses reaccionaron y en dos contragolpes volvieron a poner las tablas en el electrónico (22-22) a falta de diez minutos para el final. Además habían sustituido a un mediocre Landis por el siempre sorprendente Green bajo los palos. El miedo se apoderó de los dos equipos. Todo el mundo era consciente que un error podría equivaler a coger las maletas. Nadie se atrevía a lanzar, las jugadas se eternizaban, en faltas, en pases y por supuesto en errores. El ataque estático español no funcionaba. Julen estaba excesivamente tapado y no le llegaban balones. Tampoco lo tenían fácil los daneses. Cadenas optó por un 5-1 sobre Hansen y también se bloquearon ante la portería de Gonzalo.

Por fortuna, España siempre tuvo en sus manos el balón para romper el empate. Y ahí apareció un Valero Rivera inconmensurable todo el partido, para desatascar el penúltimo ataque desde la posición de pivote. El extremo del Nantes fue sin duda alguna el más listo de la clase y colocó el 23-24 a falta de escasamente un minuto.

La defensa española contuvo a los daneses hasta que Larsen lanzó un disparo forzado que Gonzalo no acertó a atajar. Faltaban treinta segundos para el final y un único ataque para España. Y ahí apareció el genio de Cañellas. Un cruce con Raúl y un lanzamiento típico del central ante el que nada pudo hacer Green.

España se mete en la lucha por las medallas aunque tampoco lo tendrá nada fácil ya que en las semifinales se tendrá que medir a Francia, que derrotó ampliamente a Eslovenia por 23-32. En la otra semifinal se verán las caras Catar, que venció a Alemania (26-24), frente a Polonia, que sorprendió a Croacia (24-22).

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