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MANUEL Gª GARRIDO
BADAJOZ.
Sábado, 27 de enero 2018, 10:26
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El Santa Teresa reinicia su viaje tras quince días de escala por un parón tan inevitable como inoportuno. Las pacenses siguen su periplo para tratar de renovar el billete en primera clase del fútbol femenino, cuyas plazas son limitadas y muy cotizadas. Y llegan turbulencias, las que provoca el vuelo supersónico de las aeronaves del Valencia, próximo rival en casa (Vivero, el domingo, a las 12.00 horas), Barcelona y Atlético de Madrid.
La lectura positiva de este periodo de impasse ha sido la adaptación de los tres nuevos fichajes a la dinámica del grupo. La mejor noticia es la evolución de la delantera argentina Yamila Rodríguez, que tiene muchas opciones de salir unos minutos ante el conjunto che e incluso de ser titular. Se encuentra al 80 o 90% y está incorporando los fundamentos tácticos, que es el proceso más complicado para una jugadora que viene del fútbol sudamericano.
El técnico del Santa Teresa, Juan Carlos Antúnez, se muestra esperanzado por la aportación de la exfutbolista de Boca Juniors. «Es una jugadora diferente, desequilibrante, hace que pasen cosas y que llegue el balón a tres cuartos. En Bilbao el equipo moría en esa parcela».
El caso de la defensa Alexyar Cañas es diferente y su nivel aún no es competitivo, «pero estos días han venido bien para adecuar el ritmo físico». El pico del rendimiento de la venezolana se espera más a largo plazo y Antúnez asegura que le va a costar más formar parte de las alineaciones. «Entrará cuando haya una baja, y ahí veremos si se puede quedar en un once o es la quinta defensa. Es mejor reconvertir a una jugadora que poner a alguien que no tiene esos automatismos todavía».
Por su parte, Marina Agoües, que ya debutó en Bilbao, presumiblemente tendrá un rol protagonista en la plantilla en lo que resta de campaña y será una de las futbolistas de referencia. «Va a ser muy importante por experiencia y jerarquía. Hace falta paciencia y tranquilidad para afrontar la situación. Hay que tener la cabeza fría y ella aporta eso», resume Antúnez.
Pese a que la pausa en la competición suele ser favorable para vaciar la enfermería, no ha sido el caso del Santa Teresa, que no en vano ha aumentado el número de inquilinas. Un hándicap que trae de cabeza al técnico pacense, que se lamenta, más que por la falta de opciones para idear un once de garantías, por el perjuicio en los entrenamientos. «Nos resta calidad a las sesiones y cuesta planificar ejercicios de situaciones reales de, por ejemplo, 10 contra 8, porque estamos con 15 o 16 jugadoras. Esa es la parte que más nos afecta».
La plaga de bajas se ha extendido hasta las dos canteranas que estaban gozando de oportunidades en el primer equipo. Ambas tienen difícil entrar en la convocatoria del domingo, ya que Paula León sufre una tendinitis y Raquel Ayuso está aquejada de una contractura. En el caso de la centrocampista su participación ante el Valencia está casi descartada.
Marta Reyes, Sofía, Carla y Rovirola siguen sin estar disponibles y a esas ausencias se podría unir la de Ejangue, que es seria duda para el choque del domingo.
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