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Mariana es felicitada por sus compañeras tras anotar un gol. :: hoy
Mariana se viste de Estefa

Mariana se viste de Estefa

La delantera mexicana ha marcado dos goles en los últimos partidos y empieza a adquirir peso específico en el ataque del Santa Teresa

MANUEL Gª GARRIDO

BADAJOZ.

Viernes, 23 de febrero 2018, 08:42

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Llegó a Badajoz en agosto, sin hacer ruido. Recalaba en plena pretemporada, en un mes de agosto prolífico en fichajes y quinielas de posibles incorporaciones. Su nombre pasó de puntillas, casi desapercibido. Mariana Díaz aterrizaba en el Santa Teresa a prueba, con el objetivo de convencer al entrenador.

Procedía del San Zaccaria de la Serie A italiana, con un perfil asociativo y técnico en ataque que enriquecía el plantel. Antes de su aventura europea en la competición transalpina, jugó durante tres campañas en el Houston Aces de la Liga de EE UU. Además, ha sido convocada en varias ocasiones con la selección de México. «La Liga americana es muy física, la italiana más táctica y la española quizás reúna ambas cosas, pero con un nivel muy alto y se trabaja mucho la pizarra», explica Mariana.

A mediados de octubre, el club pacense anunciaba que la delantera azteca pasaba a formar parte de la primera plantilla. Había varios factores que avalaban la decisión. Por un lado, las cualidades de la futbolista de Querétaro y, por otro, la coyuntura del equipo. En septiembre, Sofía se rompía el ligamento cruzado de la rodilla y decía adiós a gran parte de la temporada. La ariete de Rena estaba llamada a ser la referencia arriba y uno de los pilares en la faceta ofensiva. Pero apenas pudo disputar media hora ante el Athletic en la primera jornada antes de su grave lesión. El bajo rendimiento de jugadoras como Ali o Carla, la escasez de piezas en este apartado o la falta de olfato goleador de Mireya eran otros de los motivos que justificaban la irrupción de Mariana.

«Estoy muy contenta de estar aquí. Todo ha sido muy fácil desde el principio, es el país en el que más a gusto me he encontrado», relata la atacante del Santa Teresa.

Ha participado en ocho partidos, cinco de ellos partiendo de inicio. En total acumula 406 minutos en la Liga Iberdrola. Su inicio no fue precisamente una balsa de aceite. Debutó en la derrota (5-1) ante el Granadilla de Tenerife, entrando en el césped en el minuto 74 sustituyendo a Alba Merino.

Su participación fue gradual e irregular para ir adquiriendo ritmo tras meses sin jugar en competición oficial. Tras disputar 22 minutos saliendo desde el banquillo ante el Betis, contra el Sevilla llegó su estreno como titular, siendo relevada en el minuto 68 por Mireya. En casa volvió a ser suplente en el empate a cero cosechado con el Espanyol (8 minutos).

Y ahí se cortó su progresión. «Cuando estaba integrada en el grupo tuve que regresar durante un mes a México para tramitar unos papeles y en enero me tocó volver a empezar con el proceso de adaptación, aunque en mi país estuve ejercitándome para no perder la forma física».

Por motivos burocráticos se perdió los choques ante el Rayo, Levante, Zaragoza, Albacete, Real Sociedad y Sporting Huelva. Un calvario que finalizó en Bilbao, siendo de la partida desde el pitido inicial, con la premisa del técnico Juan Carlos Antúnez de contar con una jugadora más incisiva y de calidad en la punta de lanza. Ante el Valencia volvió al ostracismo y en el exigente choque que les medía al Atlético de Madrid de nuevo se convertía en ese as en la manga para hacer sufrir a la zaga rival y ganar algo de frescura e inspiración en ataque.

Ahí llegó su explosión. Corría el minuto seis de partido, Mireya rompía dos líneas colchoneras con un pase en profundidad que la jugadora mexicana aprovechaba para ganar la espalda a la zaga y batir con la zurda a la guardameta rojiblanca. Dos toques, transición rápida y gol. Una bendición para el Santa Teresa, atascado todo el curso en la definición; productivo pero carente del último pase y la ejecución. «La jugada ante el Atlético la ensayamos mucho en los entrenamientos, fue un gol de pizarra», narra Mariana.

Golazo ante el Atlético

La historia se repitió dos fines de semana después, aunque sin coprotagonismo. Mariana lo hizo todo sola. Recibió en tres cuartos de campo, condujo unos metros y sin pensarlo soltó un latigazo desde la derecha a la escuadra del palo largo de Paola Ulloa. La delantera mexicana se ha vestido de Estefa que, tras anotar ocho goles esta campaña, lleva siete jornadas sin ver portería.

Ante la pertinaz sequía goleadora que padece el Santa Teresa, que la ex del San Zaccaria adquiera desparpajo, personalidad y atrevimiento es una noticia inmejorable para Antúnez. «Me gusta correr a la espalda de las defensas rivales y sorprender en los pases en largo para marcar». Justo lo que urge al Santa Teresa.

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