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Borrego disputa un balón con Kevin en el Badajoz-Cacereño del domingo. :: J. V. ARNELAS
El Badajoz, bloqueado por su miedo escénico

El Badajoz, bloqueado por su miedo escénico

El equipo blanquinegro repite decepción cuando más gente consigue reunir en el Nuevo Vivero

Javi Pérez

Martes, 14 de febrero 2017, 08:03

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El Badajoz vuelve a tropezar con su misma piedra. No es la primera vez que falla en una cita importante, pero al menos esta vez tiene margen para aprender la lección y servirle de ejemplo de cara a la fase de ascenso. Al club blanquinegro le cuesta que la ciudad mire al Nuevo Vivero y cuando lo consigue al equipo parece que le puede la presión. Le pasó en las tres últimas fases de ascenso ante Aceuchal (1-2, aunque pasó a la eliminatoria final por el 2-3 de la ida), Murcia Imperial (1-3) y Choco (2-2).

Antes de la refundación también sufrió de lo lindo en otra tarde histórica por el ascenso en la que llegó a reunir a 10.000 personas frente el Mancha Real para lograr el gol que necesitaba (1-0 y de penalti) y pasar por el valor doble de los goles fuera de casa (derrota 2-1 en la ida) después de haber protagonizado una temporada de ensueño paseándose por casi todos los campos extremeños.

El Badajoz se bloquea ante su propio miedo escénico. El domingo, ante el Cacereño fue otra muestra más de su mal de altura. Todo estaba preparado para vivir una gran fiesta, que lo fue de público y de tensión en el campo, pero los aficionados pacenses regresaron a sus casas con una nueva decepción por la derrota. «Tras la bofetada de ayer solo queda levantarse, no estuvimos a la altura, gracias a toda esa gente que fue a animarnos. Hoy más que nunca ¡Volveremos!», expresaba Álex Herrera en las redes sociales. La sugerente campaña del Área Social del club dio sus frutos y logró congregar a 5.800 espectadores en el Nuevo Vivero. Tampoco es que el Cacereño hiciera más méritos que el Badajoz porque el clásico extremeño pudo ganarlo cualquiera, pero puede servir de aviso para lo que queda por llegar en la fase de ascenso.

También por el nivel de exigencia que se pueda encontrar a la hora de la verdad. Los blanquinegros han pinchado con los cinco rivales que le acompañan entre las seis primeras plazas. En la primera vuelta no han podido con Cacereño, Jerez, Azuaga, Don Benito y Coria. Bien es verdad que en la segunda han conseguido ganar a templarios y azuagueños, especialmente relevante en el campo del Azuaga donde consiguieron un triunfo brillante.

Decía Adolfo Muñoz en la rueda de prensa posterior que «nuestro mejor resultado desde que empezó la liga fue cuando salimos goleados de la Copa Federación. Veníamos de ganar, ganar y ganar. Ese resultado nos hizo bajar a la realidad y crecer como equipo». Pues para el Badajoz tuvo el efecto contrario porque ese 5-0 pareció nublarle una realidad con la que pronto se toparía. Justo después de revalidar el título regional encadenaron dos empates seguidos con Azuaga y Jerez y tras golear al Calamonte llegaría su primera derrota, precisamente en Cáceres.

El Cacereño de Adolfo Muñoz le ha golpeado las dos veces y la de este domingo supone también la primera derrota de la temporada en el Nuevo Vivero. Pero todavía quedan trece jornadas y no hay nada perdido. El Badajoz ya ha hecho la goma en su persecución al Cacereño y tiene plantilla y calidad para otra remontada. «Una vez más, momento clave y fallamos. Lo siento por la afición y la ilusión que se había generado. Sigo pensando que seremos campeones. Ánimo», escribía en su perfil de twitter el presidente Pablo Blázquez.

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