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Copete celebra el primero de sus dos tantos ante el Moralo. :: A. Méndez
El Cacereño no hace concesiones
tercera

El Cacereño no hace concesiones

Los de Adolfo Muñoz propusieron un juego combinativo y de asociación para derrotar a un Moralo tan voluntarioso como discreto

J. CEPEDA

Domingo, 30 de octubre 2016, 09:36

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En otras latitudes, por cercanas que sean, no hubiese sido un día tan diferente. En Cáceres, sí. El fútbol y las sesiones vespertinas se reducían hasta ayer en la capital cacereña a los productos televisivos de la élite o a los congéneres de Mérida, Almendralejo e incluso Villanueva de la Serena. Ayer, no. El fútbol por la tarde, el mismo que sirve como digestivo de reuniones sociales o familiares, regresó -tan solo por exigencias del guion- a un Príncipe Felipe que amparó a su líder Cacereño en cuanto a entrega pero no en lo que se refiere a la afluencia, con una entrada algo inferior a la ya escasa que en las últimas fechas se viene registrando en el coliseo verde.

Al margen del puñado de seguidores procedentes de Navalmoral de la Mata, no se arrepintieron los presentes, pues por primera vez esta temporada pudieron ver a un Cacereño más maduro y paciente en la generación del juego, sin abusar en ningún momento de un fútbol directo tan necesario en otras causas de otras asignaturas, sobre todo lejos del Príncipe Felipe.

El Cacereño se mostró ayer como un líder sólido que apenas dio concesiones en zona defensiva y estuvo astuto y ágil en la lucha por los balones divididos. Una brega particular que casi siempre cayó de lado del equipo local.

La novedad fue el fútbol pausado, combinativo y de triangulación favorecido en gran parte por la presencia de Pucho, un centrocampista de excelente calidad que dio orden y concierto a un Cacereño que tan solo recurrió al juego directo en acciones puntuales, cuando más apretaban los jugadores moralos.

Como lanza rota en favor del equipo dirigido por Emilio Gil, se pudo a ver a un Moralo que también propuso un juego a ras de suelo, mirándole de tú a tú al Cacereño aunque sin definición en línea de tres cuartos. Todo pese a la buena voluntad de hombres como Jonhy y Sergio Gómez, quienes se asociaron entre sí aunque de forma infructuosa para dar el pase definitivo a un Barbero que estuvo luchador pero muy solo.

Entre tanto, fue el Cacereño el equipo que puso en la estadística los acercamientos con cierta prestancia, aunque sin sensación de verdadero peligro gracias a la eficacia demostrada por la zaga morala en última instancia. De hecho, lo más destacable fue un posible penalti sobre Copete, que fue protestado no solo en el campo, sino también en el banquillo y en la grada.

Con el empate a cero al descanso, el Cacereño subió algo más su línea de presión para intentar ahogar la salida de balón del Moralo. La insistencia tuvo sus frutos con el gol de Copete en el minuto 54, tras un certero disparo dentro del área. La jugada vino protagonizada por el siempre polivalente Aarón, quien supo gestionar con éxito una rápida transición que desembocó en el primer tanto local. Un jugador Aarón, que, pese no hacer demasiado ruido, da el salto de calidad en cuanto al aspecto físico en una categoría como la que nos ocupa.

Otro hombre al que la Tercera División se le queda pequeña es Fran Minaya. Siempre incisivo e incombustible en zona atacante, pasó buen parte de la primera mitad por decisión técnica en banda derecha, previsible en sus intentos de desborde buscando su pierna buena. Al igual que Nando Copeta, a la inversa. Ya en su posición natural, el propio Minaya ejecutó el que a buen seguro será uno de los goles de la jornada tras recibir un pase de Martins. El senegalés, solo contra todos, supo tener la cabeza fría como para esperar la llegada de su compañero y ceder un balón que acabó introduciéndose en la meta morala sin que Pedraza pudiese hacer nada para evitarlo.

Fue precisamente con el 2-0 cuando el Moralo, sin nada que perder y aprovechando quizás la relativa relajación de los cacereños, se echó al frente de forma algo más descarada. Por ello llegó el tanto de Barbero en el minuto 84. Libre de marca dentro del área y a través de un cabezazo, el exjugador placentino anotó el único tanto visitante tras un centro en banda derecha de Chico.

Antes de que Copete, con todo a favor y gracias a una asistencia de Pino, sentenciase el encuentro con el 3-1, el portero visitante, Pedraza, llegó a rematar un balón en área cacereña tras un saque de esquina.

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