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Intensidad sin goles
tercera

Intensidad sin goles

Extremadura y Arroyo empatan un partido muy disputado que estuvo marcado por la lucha y las pocas ocasiones

RAÚL PEÑA

Lunes, 5 de octubre 2015, 07:31

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El partido de la jornada entre dos aspirantes al campeonato quedó huérfano de goles. Fue en un encuentro con pocas ocasiones, ninguna clara, en el que los dos equipos optaron por un juego directo que no dio resultado. A ninguno le valía el empate, aunque al Arroyo no le viene tan mal como al Extremadura, que se ha dejado en el camino el liderato del grupo extremeño de Tercera.

Desde el primer minuto quedó claro que el partido iba a ser una guerra. Y cada balón dividido, cada entrada, cada salto o cada carrera, una batalla. Y qué batalla. La intensidad, la fuerza y la garra de los 22 jugadores que estaban sobre el campo fueron las protagonistas del partido, y dejaron en un segundo plano la calidad de ambos conjuntos, que la tienen a raudales.

Los problemas comenzaban pronto para el Extremadura, ya que uno de sus futbolistas más importantes, Willy, tuvo que ser sustituido al sufrir una sobrecarga, quizá debida al estado del césped, muy duro en el centro del campo y embarrado en las bandas.

Entretanto, el partido no tenía descanso con el Arroyo muy bien en las ayudas defensivas y anulando a los medios creativos del Extremadura y buscando continuamente la espalda de los centrales azulgranas para intentar aprovechar la velocidad de sus tres talentosos atacantes: Armero, Aday y Ernesto.

El Extremadura fue el primero que comprendió que esa guerra no le convenía nada, y los últimos diez minutos, a través de Ruano, de lo mejor del conjunto de Almendralejo, puso en pequeños aprietos a Felipe con tres centros deliciosos, que no encontraron un remate a su altura.

Al descanso, el marcador reflejaba empate a cero. Normal, ya que ninguno de los dos equipos fue capaz de crear una ocasión de gol clara en 45 minutos.

En la segunda parte, tanto Juan Marrero como Tomás García Calvo, viendo el estado del césped, decidieron no andarse con chiquitas. Ambos equipos optaron por atacar con un juego directo la meta contraria. El experimento no funcionó.

Por un lado, el Extremadura se quedó en la primera parte sin su atacante referencia, tras abandonar Willy el terreno de juego, por lo que, por mucho que pelearan, José Manuel y Rubén Sánchez no rascaron bola. Esta situación se dio gracias al buen trabajo defensivo del Arroyo, con Oca y Loaisa que repelían cada balón aéreo que llegaba, y con un tridente en el centro del campo con Joshua, Pino y Pablo que rindió de forma espectacular.

Por su parte, la idea del Arroyo de intentar hacer daño al Extremadura con un juego directo tampoco le sirvió, ya que sus atacantes son más jugadores de gambeteo y velocidad que de salto y lucha. Además, enfrente estaba un Juanjo Pereira inmenso que despejó cada pelota que se acercaba.

Además, este encuentro supuso el segundo consecutivo sin ver puerta del Extremadura, tras el empate a cero en el Nuevo Vivero. Así, el conjunto más goleador del panorama español hace dos semanas ha sido incapaz de conseguir un tanto en 180 minutos.

Con el paso de los minutos, el Arroyo se empezaba a conformar con el resultado y al Extremadura se le acumulaban los infortunios, después de lesionarse Curro tras un golpe en la rodilla.

El encuentro terminó con la ocasión más clara del partido para el Arroyo. Falta lateral que bota Pina al corazón del área donde aparece Felipe totalmente solo. Con todo a favor y a escasos metros de la portería, el lateral del Arroyo remató fuera de cabeza. Con esta ocasión acabó un partido con muchísima intensidad y pocas ocasiones, por lo que el resultado es más que justo.

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