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Rooney, que entró en la segunda parte, se desespera al comprobar que las cosas no le salían al Badajoz ante el Coria
El Coria golpea a un triste Badajoz

El Coria golpea a un triste Badajoz

Desastroso encuentro de los blanquinegros pese a gozar de un futbolista más la última media hora

Marco A. Rodríguez

Domingo, 15 de marzo 2015, 19:36

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El Badajoz ofreció ayer su peor cara ante un Coria muy efectivo que se llevó los puntos del Nuevo Vivero. Los pacenses no inquietaron la meta de Jiménez en los 90 minutos porque, para tener ocasiones claras, antes hay que crearlas. Y los de Pastelero están poco creativos en los últimos meses. Una actuación coral la de este domingo que, de permanecer en adelante, obligará a los albinegros a mirar más hacia la defensa de la cuarta plaza que al abordaje de la tercera.

El técnico local apostaba por la continuidad respecto a los futbolistas que conquistaron Don Benito con el tanto in extremis de Mikel, que ayer repetía en la punta nuevamente en detrimento de Copito, que fue convocado pero finalmente descartado para no arriesgar. En la ofensiva pacense, Pablo Carmona y Abraham Pozo muy abiertos en los carriles, con Edu y Sergio Ramos por detrás y Sandro en tareas defensivas en el eje. En defensa, Javichu ocupaba el problemático lateral diestro acompañando a Suso, Rodolfo y Carlos Arias. No era cuestión de nombres propios porque no era el día. No salió nada y el Coria, donde Miguel Rubio dejaba en el banquillo al tocado Mahillo y a David Alejo, supo pescar en las aguas revueltas de un perdido adversario.

El primer susto serio visitante llega en el minuto 13 por medio de Pino con un disparo envenenado cuyo rebote casi se cuela por la escuadra de Ímola. Apenas cinco después, aquel susto se convierte en pesadilla y Aparicio aprovecha el rechace de un lanzamiento de Pino desde la derecha para estirar la pierna como nunca y batir cruzado al meta argentino del Badajoz. Mazazo para la parroquia local que pudo multiplicarse pues en el 23 Liberal manda el esférico al larguero después de un error de marcaje de la zaga. Los caurienses no solo no sufrían problema alguno atrás sino que se acercaban con más peligro que el oponente.

Mejor Coria, peor Badajoz

Con el paso del tiempo, el Coria se fue sintiendo mejor sobre el maltrecho césped del Nuevo Vivero mientras la grada se impacientaba. Cumplida la media hora de juego, el Badajoz seguía atenazado, nervioso, carente de fútbol y de llegadas al arco de un tranquilo Jiménez, mero espectador que no necesitó demasiado esfuerzo para repeler un tiro de Pozo en el 37, casi lo único reseñable del Badajoz. Muy escaso bagaje atacante de los blanquinegros, con Mikel desabastecido, Pozo y Carmona sin entrar por banda y Sergio Ramos y Edu Torres sin conexión, al menos vertical. 0-1 al descanso y malas sensaciones locales.

Tras la reanudación, Pastelero no quiere esperar acontecimientos y de inicio pone en el campo a Cajoto y al solicitado por la hinchada Rooney. No cambia a los extremos Carmona y Pozo sino a Sandro y a Javichu, lateral y mediocentro defensivo, y ratrasa a Carmona hacia el lateral derecho. Alternancia de piezas que en los primeros compases no se sintió. Además, el juego se endureció por momentos con amarillas para Cajoto y Juanma Morán. El Coria seguía a lo suyo, casi sin sufrir y sin desdeñar alguna aproximación que finiquitara el choque. Poco que contar del primer cuarto de hora.

A falta de 30 minutos, Aparicio es expulsado por Rangel Merchán al ver su segunda amarilla y al Badajoz se le abre una puerta hasta entonces cerrada. Faltaba saber si la aprovecharía. El partido seguía muy trabado, con más juego detenido que efectivo. Algún intento vía saque de esquina de Rodolfo y un disparo lejano del propio central. Poco inquietante para un Jiménez que tenía una tarde lo más plácida pese a que visitaba un feudo de los complicados. En el 74, Rooney la manda a las nubes en la que fue la mejor jugada local fruto de la internada de Carlos Arias por la izquierda y la dejada atrás de Mikel. El mismo Rooney repetiría con la testa la escapada de Carmona por el otro costado. El Badajoz apretaba con más ganas que razones en la recta final y el Coria, bien situado como siempre, comenzaba a sentir la inferioridad numérica pese al incansable trabajo destructivo de los Juanma Morán, Sergio Alonso y compañía.

El encuentro acabaría sin sobresaltos en el área cauriense. Los tímidos acercamientos del Badajoz nunca pusieron en peligro el botín del Coria, que saca tres puntos del coliseo pacense a base de seriedad táctica en el segundo acto y buen juego en el primero. Los blanquinegros vuelven a pinchar en casa -y ya van unas cuantas-, continúan sin dar con la tecla para edificar juego y su problema parece más grave que la ausencia de su máximo artillero Copito. Porque, no es que falte remate, es que falta fútbol.

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