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RODRIGO MORÁN
Jueves, 5 de marzo 2015, 07:53
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A Emilio José García Sosa, entrenador del Don Benito, no le gusta leer en prensa ni escuchar en radio que su equipo se ha quedado sin objetivos esta temporada. «De algo hay que hablar» asegura cuando se le pregunta. Consciente de las dificultades de acercarse a los puestos de arriba, su carácter competitivo le hace ser ambicioso y no renunciar a nada: «Si ganamos al Badajoz, estaremos más cerca. Nos colocaremos a siete puntos y quedarán 33 todavía por delante. Nos da opción a que, con otro pinchazo del cuarto clasificado, podamos meter miedo a los rivales. Y entonces empezar a echar cuentas». Así resume su planteamiento, aunque simplifica: «Nuestro objetivo es entrenar esta semana y ganar el domingo. No hay nada más allá».
El Don Benito no descarta la cuarta plaza, pero para poder soñar con ella está obligado a ganar al Badajoz el domingo en el Vicente Sanz. Ya lo consiguió durante la primera vuelta, siendo el primero en profanar este año el Nuevo Vivero: «Será esta vez un partido muy distinto. No tiene nada que ver el Badajoz de la primera vuelta con éste. Han cambiado de entrenador y han llegado jugadores nuevos. No podemos tomar esa referencia», aclara Sosa.
Conoce el preparador rojiblanco la trascendencia del partido, pero de la misma manera trata de restar presión a sus jugadores. «Para nosotros es un domingo más para disfrutar. Lo llevamos haciendo durante toda la competición y, evidentemente, más cuando llegan partidos de este tipo. Así lo vemos y así lo afrontamos». No lo tendrá fácil el Badajoz. En Don Benito sólo ha ganado este año el Extremadura y los calabazones, en su estadio, han conseguido frenar a equipos como el Mérida o el Jerez. También es cierto que lleva justo dos meses sin ganar delante de su afición, habiendo empatado sus cuatro últimos encuentros como local.
Vuelve Israel
La mejor noticia de la semana se produjo durante el entrenamiento de anoche. Sobre el césped, con el alta médica bajo el brazo y, de nuevo, como uno más volvía Israel Centeno. El medio centro extremeño ha estado un mes fuera de los terrenos de juego tras el desvanecimiento que sufrió durante el partido del 8 de febrero ante el Valdivia. El jugador cayó al suelo de manera repentina durante la segunda parte y perdió el conocimiento. Fue evacuado en ambulancia al hospital y, desde entonces, ha sido objetivo de una serie de pruebas médicas protocolarias para descartar cualquier lesión que le impida disfrutar de la práctica del fútbol. Ya está disponible para Sosa, lo que supone una buena noticia para el Don Benito y para el fútbol regional.
La cara negativa la ponen las bajas, que volverán a ser de importancia. Competición ha sancionado con un partido a Rubén Fuentes, expulsado el domingo en Hernán Cortés. Tampoco estará Emilio Pinto, quien cumple su quinto y último encuentro de sanción. El pacense lamentaba no poder enfrentarse a su ex equipo, una circunstancia propiciada por la huelga. De no haberse producido el parón, Pinto hubiera cumplido ya sanción y ante el Badajoz reaparecería: «Ha sido mala suerte porque tenía ganas de jugar este partido. Esto nos obligará a seguir un año más», bromeaba. Se acrecientan los problemas rojiblancos en el eje de la zaga, donde Ramiro, sustituto habitual de Pinto, también ha sido sancionado por acumulación de tarjetas. Óscar Hernández sigue en el dique seco por lo que Sosa sólo dispone de Pablo Toledano como defensa central.
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