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Abraham Pozo trata de llevarse el balón ante la presión de Asiel y Jorge Cano::
Abraham Pozo despeja el camino al Badajoz
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Abraham Pozo despeja el camino al Badajoz

El equipo de Víctor López sale reforzado de una comprometida jornada en la que perdieron Moralo, Coria y Don Benito

JAVI PÉREZ

Lunes, 17 de noviembre 2014, 07:43

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El Badajoz abre brecha con la quinta plaza gracias al acierto de Abraham Pozo. El regreso del mediapunta de Pueblonuevo no pudo ser más oportuno para los intereses blanquinegros, pues de su inspiración llegaron los dos goles de su equipo. El equipo de Víctor López salió reforzado de su comprometido duelo ante un Moralo que se resistía a descolgarse de la lucha por la cuarta plaza. Abraham Pozo despejó el camino de la victoria y de la fase de ascenso con respecto a sus perseguidores porque además del Moralo también perdieron Coria y Don Benito.

Copito fue protagonista en los prolegómenos como bien merecen sus más de 100 goles de blanquinegro. Le agasajaron el expresidente Valbuena y un aficionado colaborador del club, Fidel del Río, también centenario esta semana pero de medias maratones. Todas las miradas recaían en el pichichi de la Tercera española. También en el campo. Era el hombre a vigilar y entre Mula y Asiel se pegaron al goleador del Badajoz como una lapa y no le dejaban suelto ni medio metro. El Moralo quería atarle en corto y el Badajoz no le encontraba. Rooney y Cajoto lo intentaban en sus apariciones por banda. Pero no había tregua. Esta situación permitía una mayor participación de Abraham Pozo, con algo más de libertad por el campo. Emilio Tienza asumía el liderazgo y trataba de poner orden a las ideas pacenses. El mediocentro talaverano ejecutó una falta directa que fue desviada lo justo para que saliera lamiendo la escuadra. Primer aviso. Y el Badajoz no es de los que regalan advertencias. Así, en la siguiente jugada Rooney exhibía su explosividad en el carril zurdo, asistía al área y entrando por la media luna aparecía Abraham Pozo para poner en ventaja al Badajoz.

Sin grandes alardes los blanquinegros imponían su ley. Y eso que los de David Salvo les habían puesto en ciertos apuros, especialmente con la potencia en la arrancada de Luis Delgado. Pero el equipo de Víctor López hacía valer su mejor pegada. Aunque la puesta en escena del Moralo estaba siendo bastante buena. Luis Delgado y Rulo eran un auténtico incordio para la defensa blanquinegra, pero Rodolfo y Chamorro siempre salían atentos al quite para impedir mayores problemas a Jesús.

Pablo Dávalos volvía a reividicarse en sus funciones como pivote, encomiable su labor oscura para contener el avance moralo. Cajoto y Rooney intercambiaban bandas. Cajoto ofreció una lección de lucha y pundonor. Incansable su entrega. Por momentos, el Badajoz tenía por el mismo carril a sus dos futbolistas más jóvenes, Javichu (se retiró con molestias) y Rooney con apenas 20 años (Rooney los cumplirá este miércoles). El Badajoz se proyecta al futuro, pero el presente pasaba este domingo por las botas de Abraham Pozo. Estaba con ganas después de tantas semanas fuera de combate por una lesión. El de Pueblonuevo se mostraba muy activo en su vuelta. Nada más comenzar la segunda mitad, cayó a banda y en carrera colgó el balón al área con la fortuna de que se encontró por el camino con el cuerpo de Mula para subir el segundo en propia puerta.

De nuevo, sin hacer gran cosa el Badajoz volvía a perforar la portería morala. Abraham Pozo protagonizaría otra gran jugada personal pero su disparo se marchó fuera por poco. Los blanquinegros habían sometido a su rival.

El Moralo no se rendía. Sergio Gómez daba criterio al juego cacereño. David Salvo movía piezas y con el cambio de Luis Delgado variaba su dibujo táctico para reubicar a algunos de sus hombres. En ese puzzle, Viti pasaba a gozar de cierta libertad de movimientos por todo el campo. Más todavía con la marcha de Pintado. Poco a poco fue adelantando líneas, aunque sin inquietar a la zaga pacense. Así en una falta botada por Jony, Chechu remataría de espuela de espaldas a portería y Jesús Torres sacaba con la punta de los dedos en una gran estirada. Hasta ese momento, el Badajoz tenía controlada la situación. Se sacudía las tímidas acometidas visitantes sin demasiadas complicaciones. Pero en una de esas Rulo cogía la espalda de los centrales para plantarse solo ante Jesús Torres y recortar distancias. El Moralo se creció con el gol. El Badajoz reaccionó al golpe y trató de mostrar sus dientes arriba. Herido y temeroso, la grada le empujó a salir de la cueva.

Al Nuevo Vivero todavía le aguardaba un último susto. Con el tiempo cumplido otra falta del Moralo colgada al área fue cabeceada por Yassin ante la salida de Jesús y el balón se marchaba rozando el larguero con mucho suspense. El esperado pitido final pilló al respetable tragando saliva.

El Badajoz salvaba una jornada comprometida con la que refuerza sus aspiraciones para la fase de ascenso. El Moralo desperdició esa última bala y se descuelga de la lucha por la cuarta plaza.

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