El Extremadura remonta el vuelo

La piña de todos los futbolistas del Extremadura ejemplifica lo que significa la victoria para el cuadro azulgrana. Primero, es un golpe de autoridad al vencer a un rival directo en la lucha por un puesto de playoff de ascenso. Los pupilos de Rafael Martín Vázquez se han quitado un peso de encima, después de una mala racha de resultados que incluso puso en peligro la cuarta plaza. Además, la comunión con la grada fue total y, por fin, se vivió una fiesta en el Francisco de la Hera al terminar el encuentro.

El Extremadura salió en la primera mitad como la cita lo merecía. La intensidad, el control de balón y la verticalidad que exhibieron los azulgranas en los primeros minutos de partido propició que el conjunto almendralejense encerrase al Melilla en su campo y comenzase a crear peligro sobre la meta defendida por Dani Barrio. Los primeros 45 minutos fueron lo mejor que se le ha visto al Extremadura desde que Rafael Martín Vázquez llegase al banquillo del Francisco de la Hera.

Sólo cuatro minutos tardaron los locales en tener la primera ocasión clara del partido. Jesús Rubio embolsó el esférico en el área, cedió el balón ante la llegada de Zarfino, que le pegó abajo fuerte, pero paró con muchos reflejos Dani Barrio. El asedio azulgrana no acabó ahí. Los azulgranas coleccionaban saques de esquina mientras los minutos pasaban y el Melilla no aparecía.

Los de Manolo Herrero apenas crearon peligro en la meta de Manu García durante la primera mitad –sólo una ocasión clara de Yacine en los primeros 45 minutos–, y estaban a merced de un Extremadura solvente que dominaba, pero que no reflejaba esa superioridad en el marcador.

Pese a que el tanto no llegaba, el Extremadura no cesaba en su empeño de ponerse por delante en el electrónico, y tanta fue la insistencia que, a dos minutos del descanso, se abrió la lata. Jairo le puso un centro perfecto en el segundo palo a Kike Márquez que, empalando la bola a las mil maravillas, batió a Dani Barrio con un disparo cruzado, imposible para el guardameta del Melilla. El gol del de Sanlúcar de Barrameda hacía justicia a lo visto en los primeros 45 minutos sobre el tapete del Francisco de la Hera y golpeaba la moral del Melilla, que hasta entonces había aguantado el aguacero azulgrana.

Tras el descanso todo cambió. El Melilla dio un pasó adelante y el Extremadura, por el empuje del rival, dio un paso atrás. Los de Martín Vázquez perdieron el control del partido y, aunque no sufrían en exceso, se pasaron toda la segunda mitad esperando con ansia el pitido final del colegiado.

Decíamos que el Extremadura perdió el control del partido, pero que no sufría muchas ocasiones claras en contra… hasta que en el minuto 55 el Melilla tuvo la más clara del partido. Zelu aprovechó un desbarajuste defensivo para plantarse solo ante Manu García. El extremo del Melilla disparó a gol, pero se encontró con la manopla providencial del portero azulgrana, que salvó a su equipo del empate en la más clara para los visitantes.

El aficionado azulgrana ya está acostumbrado a las intervenciones salvadoras de Manu García, pero lo que está consiguiendo el cancerbero partido tras partido es para enmarcar. No hay encuentro en el que no deje una acción de quilates que salva a su equipo. Temporadón del meta del Extremadura.

Y de ahí hasta el final del partido, el conjunto azulgrana supo sufrir y conservar esa ventaja en el marcador que le permite distanciarse de los perseguidores y afianzar su plaza en los puestos de playoff de ascenso a Segunda División. La próxima parada será Cartagena, donde el Extremadura se enfrenta de nuevo a un rival directo.