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Loren repasa en su despacho del Romano los mejores momentos del debut en Primera de su hijo con el Betis. :: J. M. ROMERO
«Me dijeron que mi padre se puso blanco»

«Me dijeron que mi padre se puso blanco»

Padre, entrenador del Mérida, e hijo, goleador en el Betis, repasan para HOY uno de los fines de semana más felices de la familia Morón García

F. G.

MÉRIDA.

Jueves, 8 de febrero 2018, 08:09

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Justo al lado de la carpeta 'Cartagena-Mérida' se encuentra la de 'Loren hijo'. En el ordenador personal de Lorenzo Morón Vizcaíno no hay otra que tenga más gigas que esa: «De mi carrera no tengo más de tres álbumes de recortes y fotos. De mi hijo, en cambio, lo tengo todo», descubre el entrenador del Mérida en su despacho del Romano. Todas las fotos, todas las noticias, todos los vídeos que han sido publicados en medios de comunicación de Lorenzo Jesús Morón García están ahí. «Estoy disfrutando más su carrera que la mía. No estuve el día de su nacimiento, así que esta es la mayor satisfacción que puedo tener como padre: verle cumplir su sueño».

Lorenzo Jesús Morón García nació un 30 de diciembre de 1993, tres días antes de un Mérida-Cádiz de Segunda A. Pepe Fouto recomendó a la plantilla que se centraran en el partido y Loren no viajó hasta Marbella para asistir al parto de su primer hijo. «Nos dijeron que era aconsejable no salir, que lo que venía era muy importante, y como mi mujer estaba en buenas manos, las de mi cuñada, pues eso.», recuerda el ahora entrenador emeritense, que viene de uno de los fines de semana más felices de su vida: su primogénito debutó en Primera con dos goles para darle la victoria a «su Betis» y él consiguió el primer triunfo en el banquillo de «mí Mérida».

Se entera en Las Pajanosas

Loren Morón Padre «Lo pasé fatal en el calentamiento. Escuchaba muchas críticas, pero Quique tuvo dos cojones»

Loren Morón Hijo «Papá. creo que. bueno, creo no. me ha dicho el segundo entrenador que voy a ser titular»

La familia Morón García se entera de la convocatoria de Loren con el Betis de Quique Setién el pasado viernes por la tarde. Su hermana Patri, estudiante de pedagogía en Granada, regresa rápido a Marbella, desde donde sale hacia Sevilla con su madre Pepi el sábado por la mañana. Nada más terminar la última sesión preparatoria del Mérida-Jumilla, Loren padre agarra su coche y sale acelerado hacia la capital andaluza. A treinta kilómetros de Heliópolis, por Las Pajanosas, recibe la llamada del niño: «Papá. creo que. bueno, creo no. me ha dicho el segundo entrenador que voy a ser titular». «Pues disfruta del momento, le dije», detalla Loren padre. «Sí, le llamé y se lo dije justo cuando estábamos entrando al vestuario. Y él a mí no me lo ha dicho, pero otras personas me han dicho que se quedó blanco, que no podía ni reaccionar», desvela Loren hijo.

Entraron los tres, Patri, Pepi y Loren, al Benito Villamarín y se situaron justo detrás del banquillo local. «Lo pasé fatal en el calentamiento. Escuchaba muchas críticas, que cómo el entrenador se atrevía a poner un chico del filial con lo que se estaban jugando. Quique Setién tuvo dos cojones al ponerlo». Y a partir de ahí, nerviosismo primero, dos goles después y desparpajo al final. «Conforme transcurría el partido se asentaba más. El segundo gol le dio mucha tranquilidad y, a partir de ahí, no cometió ni un fallo más: ni de controles ni de entregas. Tanto él como sus compañeros empezaron a creerse lo que estaba haciendo. Yo al final lloré, y cuando los aficionados se enteraron que era su padre, vinieron y se portaron muy bien conmigo».

Apenas hubo palabras en el reencuentro. Se vieron los cuatro, ya en la casa de Loren hijo en Dos Hermanas, se abrazaron y rompieron a llorar. «La emoción era tremenda. porque era lo que él quería, lo que él ha estado buscando siempre», asevera Loren padre. «Las palabras sobraron. Sólo nos miramos y empezamos a llorar. Nos sentamos luego en el sofá y cada uno empezó a ver sus respectivos móviles, sin hablar. Después de todo lo que nos había sucedido horas antes, nos relajamos. Había sido una semana tensa, con la renovación, la convocatoria.».

-¿Qué primeras palabras le dijiste, míster?

-Pues que disfrutara de lo que estaba viviendo, pero que recordase a la vez que aún no había hecho nada. Ese fue mi consejo: que respetase a los compañeros de mayor edad, que aprendiese de ellos y que fuera el mismo de siempre, que no cambiara.

-¿Y ha cambiado en estos días?

-No. Sigue siendo el mismo. Aparte de mi hijo, es mi amigo. Hay cosas que no le cuenta a la madre y que me cuenta a mí (y que yo luego le tengo que contar a la madre, claro). Como yo he pasado antes por todo eso y como él ha sufrido tanto, me tiene mucha confianza. Y se lo agradezco de corazón, porque nunca le he fallado ni le voy a fallar. Pero luego se apoya mucho en su madre y su hermana. Yo, cuando él era pequeñito, estaba todo el día concentrado y viajando, de hotel en hotel, y pasó mucho tiempo con su madre y su hermana, que son las personas en las que más confía. Tiene una relación espectacular con ellas.

La confianza en su explosión era tal que Loren padre llegó a pagar 3.000 euros al Marbella por su carta de libertad para llevárselo en enero del 2015 al Betis. «Siempre lo he tenido muy claro con él, le he visto muchas cosas, sobre todo talento y gol. Lo entrené en Estepona y Marbella, y ya lo veía». Y se lo llevó al Betis, porque el Betis era lo que él quería. «Él ha tenido ofertas para irse a jugar a otros equipos, y de Primera. Pero no, quería el Betis y triunfar en el Betis. No sé de dónde le viene, pero siempre le ha gustado, desde bien pequeñito». «Mi abuelo paterno, en Guillena, era de una peña del Betis o tenía amigos, con los que se juntaba, que eran de esa peña del Betis. Y como pasaba mucho tiempo con ellos en verano. pues por ahí me empezó a gustar mucho el Betis», recuerda Loren hijo. Daba igual incluso que su padre, en la temporada 2000-01, ayudara al Sevilla a regresar a Primera jugando 24 partidos y celebrando tres goles. «En la Ciudad Deportiva del Betis me han tratado siempre como si fuera un exfutbolista del Betis», agradece Loren padre. «Me han tratado espectacular, con cariño y educación, incluso cuando el niño no jugaba. Tenemos mucho que agradecerles a José Juan Romero, su entrenador del filial, y a Antonio Blanco, el que se lo trajo al Betis, todo lo que han hecho por él».

'Boom' mediático

Son días radiantes y novedosos para toda la familia Morón y García, sobre todo para padre e hijo, que aparte de entrenar han tenido que atender más de una docena de entrevistas: «Con este 'boom' sí es verdad que he concedido muchas. Algunas hasta he tenido que posponerlas hasta la semana que viene. Pero, en realidad, es lo que nos gusta, porque significa que hemos hecho algo importante», concede Loren hijo. «A mí me gustaría que hablase menos y se centrara más en lo suyo, pero entiendo que esto es así. Intento apartarlo de la euforia pero a la vez le sugiero que disfrute de este momento», cuenta Loren padre.

Y sin embargo, el padre está convencido de que esto es sólo el principio del hijo: «Me muevo por sensaciones». Y las sensaciones son que va a hacer algo importante.

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