Contundente victoria del Mérida en el Romano

Porque, como bien explicaron tras el partido Hernández y Nafti, ambos entrenadores, el Mérida anda eligiendo un patrón de juego. En el duelo, tras estudiar las virtudes y defectos del equipo filial, Nafti decidió que su equipo debería jugar unos veinte metros más atrás, cediendo la pelota al rival y presionando con hambre su salida de balón. Y lo cierto es que la apuesta le salió fantástica, porque esa presión al rival (lo mejor que está haciendo el equipo romano en este primer mes de competición) le proporcionó rédito continuo en forma de ocasiones y desajustes en la zaga canaria.

Así, Chema Mato obligó a Martínez a una buena estirada tras un lanzamiento desde la frontal y Hugo Díaz rozó en varias ocasiones el robo que le permitiera el uno contra uno ante el meta. Pero fue un clásico el que desajustó el marcador. La buena zurda de Santi Villa puso un córner en el primer palo a la cabeza de Paco Aguza, que peinó de maravilla la pelota al segundo palo. Lo más difícil estaba hecho.

Lo cierto es que Las Palmas Atlético disponía de la pelota, pero carecía de argumentos para convertir esa posesión en peligro. Si bien Agoney trataba de exigir a Kike Pina desde fuera y Gopar y Fabio buscaban acelerar el ritmo de partido, Felipe Ramos vivió un choque plácido en el que la defensa romana volvió a demostrar su mejoría evidente semana a semana. Mientras, en ataque, comenzaba a elevarse sobre el partido el futbolista sobre el cual gira el juego ofensivo del equipo: un Álex Bernal que, ya sea en la media punta o treinta metros más atrás, domina como pocos su profesión de centrocampista inteligente.

Tras el descanso, fue el mismo Bernal el que se encargó de multiplicar la ventaja del Mérida, en otro buen robo de balón en campo rival, que tras un eslalon conduciendo la pelota con la zurda, su pierna mala, terminó disparando con esa misma pierna tan ajustado al poste que Josep poco pudo hacer. Llegaron los cambios de Las Palmas Atlético. Artiles y Expósito dieron aire a un equipo que lo necesitaba. Artiles en forma de clase en la mediapunta y Expósito cuerpeando con los centrales locales, pero el Mérida no varió su propuesta y continuó creando peligro en cada ocasión en la que conseguía robar cerca de la media luna del área.

Así, Hugo Díaz pidió penalti en una jugada en la que, tras doblar al meta visitante, parecía que el central canario tocó balón antes que pierna. Sí encontró el Mérida el tercer gol en una gran jugada colectiva, con centro final de Iván Pérez, Hufo Díaz la deja pasar y aparece la zurda de Santi Villa para lanzar a gol desde la línea de área. Partido definitivamente roto, con un filial algo anárquico y un Mérida tratando de divertirse. Llegaría así el cuarto, tras un penalti al debutante Selu que materializó el mismo Santi Villa. Tras él, tiempo para poco, tan sólo para una falta bien lanzada por Artiles, que se estrelló en el larguero.

El Romano ya sabe lo que es ganar y divertirse, y ahora espera continuidad. En juego y, sobre todo, en resultados.