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El Badajoz necesita del apoyo de su afición en el Nuevo Vivero en su objetivo de mantenerse en Segunda B. :: J. V. ARNELAS
El Badajoz se moviliza por la salvación

El Badajoz se moviliza por la salvación

El Nuevo Vivero volverá a ser decisivo para seguir en la categoría y la afición blanquinegra responde en la venta anticipada y la retirada de invitaciones

J. P.

BADAJOZ.

Jueves, 10 de mayo 2018, 08:33

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Durante casi toda la temporada se ha comentado que el Nuevo Vivero tenía la llave de la permanencia y así se va a cumplir en su máxima expresión este domingo. La última jornada resume todo lo que ha sido un curso complicado para el Badajoz. Sufrimiento, una tremenda igualdad en el grupo y la afición blanquinegra siempre clave para insuflar ese aliento necesario en momentos de asfixia. La combinación de todos esos factores se dan ante el Lorca Deportiva. Toca sufrir hasta el último momento, resolver por la vía rápida de la victoria el galimatías clasificatorio al que llegan siete equipos en peligro de descenso y encomendarse al empuje del Nuevo Vivero hacia la salvación.

El coliseo pacense asiste a otra final, la definitiva, para sellar su continuidad en Segunda B y apela a ese espíritu combativo para no perder de un plumazo lo conquistado hace diez meses y medio en Calahorra. La feroz lucha por la permanencia requiere que el Badajoz confirme el Nuevo Vivero como fortaleza que ha sido todo el año y que estará engalanado en su mejor ambiente para la ocasión. El club blanquinegro lanzó el guante a la ciudad con una serie de promociones para esta cita por la supervivencia y la respuesta no ha podido ser mejor. Hasta el punto de producirse un hecho insólito de verse colas en las oficinas del estadio para sacar las entradas. El miércoles por la tarde se habían retirado más de 1.500 invitaciones en Preferencia y Fondo y cerca de 150 localidades en la venta anticipada en Tribuna. «No hemos pensado en ningún momento en mirar a otros campos. Estamos seguros de conseguir los tres puntos porque el equipo, la afición y el club se merecen seguir en Segunda B», sostiene Álex Herrera.

La enorme competitividad del grupo encarece el precio de la salvación. A la última jornada llegan hasta siete equipos implicados en la pelea por evitar el infierno de la Tercera. Un escenario no apto para cardíacos que da una idea de la dureza de esta temporada y que además, si se cuenta a los dos ya descendidos (Lorca Deportiva y Betis Deportivo) se traduce en casi la mitad del grupo con posibilidades de bajar en el cierre del campeonato. «Ha sido un año complicadísimo, el más duro de todos los años que he jugado en Segunda B. Fuera de casa nos ha costado la vida, pero a todos los equipos les ha costado puntuar fuera», apunta el canterano blanquinegro, que acelera los plazos para intentar recuperarse de la rotura y llegar al domingo.

En los demás grupos, el Badajoz estaría ya salvado. En los otros tres la permanencia quedará por debajo de los 43 puntos. En el primero, Gimnástica Segoviana, Racing de Ferrol, Coruxo, Toledo y Pontevedra se juegan tres plazas de descenso directo y la de promoción con un margen de entre 39 y 42 puntos y solo puede salvarse uno. En el segundo, los cuatro descendidos ya están definidos con 35 puntos que marca el cuarto por la cola por los 39 ya inalcanzables del Izarra que dirime con el Vitoria (40 puntos) una angustiosa jornada para eludir la temida eliminatoria. Y en el tercero, hay cinco equipos para dos puestos de descenso y el playout en una horquilla de 40 y 42 puntos. De ahí que la exigencia del grupo cuarto obligue al equipo de Marrero a un último esfuerzo. «Los 45 puntos que hemos sumado han sido de mucha lucha, pelea y gracias al apoyo de la afición», resalta Álex Herrera.

En el último precedente blanquinegro de vivir una última jornada agónica ante el Universidd de Las Palmas en 2011, el Badajoz llegaba a la última jornada con 44 puntos y se salvó con 47 con un triple empate con Coruxo y Conquense, que fue el equipo que disputó la promoción y gracias a que el Cacereño sumó un punto porque de haber perdido habría provocado un cuádruple empate que enviaba a los blanquinegros al purgatorio de la fatídica decimosexta plaza.

Pero por muy comprimida que esté la lucha por la salvación, el Badajoz depende de sí mismo. «Desde el lunes el equipo está concienciado de lo que hay y lo mucho que nos jugamos. Tenemos la pequeña ventaja de que ganando no tenemos que pensar en calculadoras», expone Álex Herrera. Y deja un mensaje de tranquilidad para la masa social. «Tenemos que hacer nuestro trabajo que es ganar al Lorca y celebrarlo con la afición».

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