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Los goles de Jesús Rubio y Mustafá sirven para encarrilar la eliminatoria antes de visitar El Sardinero. :: e. d.
El sueño empieza a hacerse realidad
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El sueño empieza a hacerse realidad

El Villanovense se pone por delante en la eliminatoria ante el Racing de Santander, tras un gran partido y los goles de Rubio y Mustafá

ESTRELLA DOMEQUE

Lunes, 5 de junio 2017, 08:10

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Ni el despertador, ni un pellizco, ni agua fría. Tampoco una pesadilla, en forma de gigante, llamada Racing de Santander. Hoy nadie despierta al Villanovense y a sus aficionados de su sueño, el de ascender a Segunda División, que empieza, poco a poco, a hacerse realidad. Se acabaron las fábulas para el conjunto extremeño, porque ayer no hubo David ni Goliat, sino una manada de lobos cuyo aullido empieza a sonar con más fuerza que nunca. Dos zarpazos, uno de Jesús Rubio y otro de Mustafá pusieron por delante a los serones en la eliminatoria.

Quizás a los cántabros les pesó el cartel de favoritos, pero sobre el césped los de Manolo Sanlúcar les arrebataron ese cartel, fueron mejores y el marcador, además de justo, se antojó incluso corto.

La humildad verde no había dejado paso a mucho optimismo esta semana, sobre todo por el rival de altura que iba a pisar el Romero Cuerda. Muchos habrían firmado otro resultado antes de empezar y cuando comenzó a rodar el balón tocó sufrir. Los de Ángel Viadero tuvieron las ocasiones más claras al inicio, primero con un disparo de Abdón Prats, que Wilfred mandó a córner y después con el lanzamiento lejano de Borja Granero, que también despejó Wilfred con ayuda de Morgado. Como ocurriera ante el Fuenlabrada, el guardameta serón fue ayer protagonista con una gran actuación bajo palos.

Pero tras esos avisos del Racing, comenzó a moverse la batuta de Jesús Rubio, por el centro, por la izquierda y por la derecha. El placentino estaba ayer en todas partes y de sus botas llegó en el 11 el primer disparo, que se marchó desviado. Suficiente para intimidar a los visitantes y, a partir de ahí, los serones tocaron más la pelota.

Antes de la media hora llegaron dos nuevas ocasiones, primero con un testarazo de Carlos Fernández, que se marchó alto, y después con un remate de Carlos Andújar que salvó con la manopla Iván Crespo, protagonista también en la portería rival y que evitó que la renta para la vuelta fuera mayor.

Pero lo mejor estaba por llegar, ya en la segunda mitad. Corría el minuto 57, cuando Carlos Valverde desquició en su carrera a Israel, que le derribó dentro del área. El penalti como siempre fue sinónimo de gol de Jesús Rubio que desató el delirio en un Romero Cuerda que fue el de las grandes ocasiones (1-0).

No sólo se desató la afición, sino también el mejor Villanovense, ante un Racing tocado que pudo empatar en el 62, aunque de nuevo Wilfred taponó el disparo de Abdón Prats. Respondió Carlos Fernández, tras una gran jugada, que salvó de nuevo Crespo, de nuevo providencial minutos después en un testarazo de Jesús Rubio. Y Sanlúcar lo tuvo claro, era el momento de Mustafá, porque no había que mantener el resultado, había que ampliarlo.

El argelino se desbocó en el lado izquierdo, y a los pocos minutos de saltar al campo se plantó en el área, regateó a Córcoles y cruzó el balón inalcanzable para el portero racinguista (2-0). No fue la única, porque 'Musta' pudo hundir al Racing en el 85 tras una genialidad dentro del área y un posterior disparo que se marchó rozando la base del palo cuando la grada ya cantaba el gol.

El pitido final dio paso al optimismo, porque el sueño empieza a estar cada vez más cerca de ser una realidad. «¡Sí se puede!» y «Manolo saca al equipo», eran los dos gritos de la afición. Y el equipo salió, mientras en las cabezas de todos se repetía la pregunta: «¿Y por qué no?».

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