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Al Mérida se le pone cara de playoff
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Al Mérida se le pone cara de playoff

A falta de cuatro jornadas para el final, el conjunto emeritense depende de sí mismo tras imponerse por la mínima, aunque justamente, al Linares

F.G.

Domingo, 16 de abril 2017, 18:18

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El Mérida ha vuelto a empequeñecer a un rival en el Romano: parecen menos de lo que son, pero es porque así lo quiere el equipo de Eloy Jiménez. Pasó con el Linense hace quince días, ha pasado con el Linares. Aunque con menos gol que la última vez, los emeritenses cimentaron otro triunfo en su solidez defensiva, en su enorme pegada en ataque... y en el balón parado. Pero tanto atacándolo como defendiéndolo. Así es que poco pudo hacer el Linares, impotente ante un equipo al que se le ha puesto cara de playoff. Su actual dinámica de sensaciones y su estado de confianza lo sitúan como el principal candidato de todos. No pierde, de hecho, desde finales de enero en Granada. De eso hace ya once partidos.

Hoy, con Pardo regresando a su posición de mediocentro, Óscar Rico en el lugar de Hugo Rodríguez y Yacine relevando al tocado Hugo Díaz en punta de ataque, le costó entrar al partido lo que tardó en descifrar el posicionamiento táctico del Linares, que a veces defendía en un 3-5-2 y otras atacaba con un 4-2-4. En los primeros compases del duelo se vio lo mejor, y tal vez lo único, del equipo de Juan Ferrando. Porque hacia el ecuador de la primera parte, la competitividad del Mérida empezó a comerse lentamente las pretensiones de juego de su rival.

Hasta ese momento, todos los acercamientos al área, tanto de unos como de otros, terminaban en simple ocasioncillas. Disparos altos, alguno cruzado, otros flojos, una pierna que no llega al centro, paraditas de Mandaluniz o Lopito... Pero entonces al Mérida le llegó una falta lateral (muy bien provocada por la presión de Yacine), que es como si fuera un penalti para cualquier otro equipo. Óscar Rico la puso al corazón del área, Yacine les ganó a todos para rematar de cabeza solito, Lopito desvió y el rechace lo recogió Ayoze para que, su disparo, lo desviara a la red Aguza. Ocho días después, el central montijano del Mérida volvía a adelantar en el marcador a su equipo. Y esta vez no se le escaparía.

Es cierto: el Linares gobernaba el centro del campo, dominando la circulación del balón casi en todo momento; pero el Mérida gobernaba las dos áreas. Su presión sobre el centro del campo azulino impedía cualquier posibilidad de último pase con éxito; y la movilidad de Yacine arriba, activando las conexiones con Álex Bernal y Óscar Rico, le otorgaba mucha salida al cuadro emeritense. Y así todo el partido, incluida la segunda parte.

Tras el descanso, el dominio del juego lo siguió poniendo el Linares, pero el control siempre fue del Mérida, que jugó a lo que quiso. Se juntó en su campo, no sufrió nada y golpeó cada vez que salía a la contra. A veces con ocasiones peligrosas, a veces solo pisando el área de Lopito. De hecho, sufrió más la grada por la incertidumbre del resultado que el propio equipo dentro del terreno de juego, consciente de que lo tenía todo bien atado.

Una punterita de Chus Hevia nada más arrancar la segunda mitad, que acabó en el lateral de la red, fue lo más peligroso del Linares. A partir de ahí, lo demás fue del Mérida: un disparo tan colocado como flojo de Yacine en la frontal, un disparo alto de Óscar Rico desde el balcón del área, un tiro cruzado del mismo Óscar Rico tras jugada individual.

Controlaba tan bien el partido el Mérida que Eloy apenas tocó nada. Antonio Romero sustituyó a David Álvarez en la medular para darle oxígeno al equipo y Hugo Díaz a Yacine para darle frescura arriba. Lo único, la entrada de Javi Chino por Diego Cascón en el tramo final, pero por si se atrevían a aparecer los fantasmas de Huelva en una acción puntual y/o aislada. Pero no. A pesar del resultado, el Mérida controló el partido y se llevó justamente un premio que lo mete entre los cuatro primeros clasificados y, a falta de los múltiples empates a puntos, lo hace depender de sí mismo. El equipo de Eloy Jiménez ya está donde quería.

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