Tres puntos de credibilidad

Por enésima ocasión, el fútbol volvió a no hacer justicia, pero esta vez el beneficiado fue el propio Cacereño. Algo que evidencia que a estas alturas de temporada no gana el más guapo, sino el más listo. El Cacereño lo fue en un encuentro en el que el Lealtad tuvo más y mejores ocasiones de gol, sobre todo en la primera parte, pero un tanto de Gállego en el minuto 37 tras una jugada individual con desborde de Valverde por banda izquierda le valió a los de Ángel Marcos para, a partir de ahí, llevar el partido a su terreno. No sin sufrimiento, y tras abortar las intentonas del equipo blanquinegro, los extremeños pusieron así fin a una racha de más de tres meses sin ganar. La friolera de 12 encuentros.

El Cacereño salió a escena con el condicionante de las bajas de última hora de Cuerva, por unos mareos, y de Josete Abarca, quien amaneció con sobrecarga muscular. Además, el exceso de presión jugó en contra de un equipo local que se vio sorprendido de inicio por el Lealtad. Los asturianos, con su defensa muy adelantada, ya gozaron de su primera ocasión nada más comenzar el partido por mediación de su delantero Beda, muy activo durante el envite y mostrando continuamente algunas de sus virtudes futbolísticas, no solo en lo técnico, sino también en lo táctico, con inteligentes desmarques que ganaban la espalda a los defensores cacereños.

Tras una tímida reacción cacereña a cargo de Amaro, cuyo disparo se fue por encima de la portería de Javi Porrón, Álex desaprovechó para el Lealtad al cuarto de hora la ocasión más clara del partido, al no culminar, con Montiel ya batido tras rechazar un disparo, una oportunidad a puerta vacía.

Posteriormente, en el 24, el visitante Aguilar, tras sufrir en una jugada fortuita una contractura que al menos le tendrá una semana de baja, forzó inteligentemente una tarjeta amarilla antes de ser sustituido por Álvaro. Una cartulina con la que cumplirá ciclo coincidiendo con su recuperación.

Los asturianos continuaron en los minutos siguientes poniendo cerco al Cacereño. En una acción a balón parado, Toni tuvo que sacar la pelota justo sobre la línea de gol.

En el aspecto ofensivo, apenas había noticias del Cacereño, demasiado previsible en sus transiciones. No obstante, Collado, tras un buen movimiento dentro del área y una mala definición, puso en sobreaviso a la zaga rival. Era el minuto 30. Poco después, el omnipresente Beda a punto estuvo de aprovechar una contra, aunque su lanzamiento con pierna izquierda salió desviado.

El partido se fue animando en cuanto a ocasiones y esta vez fue el verdiblanco Toni el que, con buena intención, disparó desde la frontal, saliendo su disparo por encima de la portería asturiana.

Después de una nueva oportunidad de Beda para el Lealtad, llegaría la jugada decisiva del encuentro gracias a una gran individualidad de Valverde, quien en el perfil izquierdo apuró hasta la línea de fondo para ceder al corazón del área un balón que Pablo Gállego supo conectar para hacer el primer y a la postre definitivo gol.

Lejos de amilanarse, el Lealtad quiso dar la réplica tres minutos más tarde, pero el disparo de Robert fue atrapado por Montiel.

Tras el descanso, el Cacereño quiso guardar el resultado como mejor sabe, con la posesión del balón, pero tan solo hasta que el Lealtad quiso despertó de su particular letargo. Álex y Robert, con sendas oportunidades, hicieron que el Lealtad tuviera de nuevo el control de un juego que, por momentos, se hizo más trabado y menos dinámico.

No obstante, la corta ventaja hizo que el Cacereño, además de defenderse bien, intentase aprovechar alguna conexión para aumentar la renta, con ocasiones relativamente claras para Pablo Gállego y José Collado, además de algunos saques de esquina infructuosos. Mientras, el Lealtad, pese a la insistencia de hombres como Jorge y con peligro en las segundas jugadas, no supo aprovechar sus armas, tampoco en las ocasiones a balón parado de las que dispuso.