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Casi, ariete del Arroyo, en el encuentro de ayer ante el filial cordobés en el que los extremeños cayeron. :: juan obrero / opta
Un mazazo de los que duelen

Un mazazo de los que duelen

El Arroyo pierde en Córdoba la oportunidad de enterrar a un rival directo por la permanencia

OPTA

Domingo, 19 de abril 2015, 08:28

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El Arroyo se dejó ayer en Córdoba la oportunidad de enterrar a un rival directo por la permanencia, rellenar sus alforjas con tres puntos casi decisivos y salir de su primera finalísima rumbo a la salvación con una sonrisa de oreja a oreja. Pero salió con la cara rota de cansancio y las camisetas arrugadas de tanto esfuerzo sin resultado. Un gol del juvenil Vera fue suficiente para que el Córdoba B alzara el máximo botín y durmiera con la conciencia un poco más tranquila, frente a un Arroyo que hizo el camino de vuelta a Extremadura apesadumbrado por lo que pudo haber sido y, sin embargo, no fue.

El Arroyo llegaba al escenario en el que el año pasado espantó los fantasmas de Tercera División, El Arcángel. Un gol de Espinar dio paso a una fiesta que los supervivientes de aquella gesta recordaron nada más pisar el césped. Pero ayer todo era diferente. Las urgencias eran para los locales, aunque a los de Pato se les acabó olvidando que todavía no tienen la permanencia en el bolsillo.

Una derrota en los últimos nueve encuentros -en siete de ellos acabaron imbatidos- han alejado a los extremeños de la zona de descenso, aval con el que afrontaron el partido de ayer. Campins y Arturo Navarro, lesionados, y Nando, sancionado eran bajas sensibles del equipo arroyano para la cita ante el filial del conjunto califal. En su once, sin embargo, destacaba un viejo conocido del Córdoba B: el granadino Mauro Cabello. Gris actuación fue la suya.

Mejor salida local

Los locales salieron mejor y más metidos. Corría el minuto nueve cuando Hernández tuvo la primera ocasión clarísima del encuentro. El zamorano, tras recibir un gran pase interior de David Álvarez, se topó con Facundo. El meta visitante ganó el mano a mano. Sin llegar a ser abrumador, el dominio del Córdoba B merecía mejor premio. Se cumplía así una buena primera media hora de partido a la que le faltó lo de casi siempre, el gol, ante un rival que no conseguía ordenar sus prioridades para plantarle cara un conjunto local que estaba pasándole por encima.

El árbitro anuló un gol a Juanfran cuando se cumplía el minuto 33, aunque a partir de ese momento el Arroyo, como espoleado al ver el peligro tan de cerca, volvió a la carga y perdonó tres ocasiones clarísimas. Primero Armero, que se topó con Jon Villanueva, luego Carrasco, cuyo lanzamiento seco desde la frontal salió fuera, y finalmente Capó, al que le tembló el pulso en la muerte súbita, indultaron a un filial al que, al igual que a sus mayores, le temblaban las piernas.

El Arroyo salió con bríos en la segunda parte, mucho mejor que en la primera y empezó a dominar hasta con cierta suficiencia. Pero en el minuto 60 llegó el, a la postre, único gol del partido. Una galopada de Sergio Díaz por banda izquierda cuando se cumplía la hora de juego terminó con el gol de Vera. El lanzaroteño, en la frontal del área pequeña, no desaprovechó la asistencia y se estrenó en el capítulo goleador en Segunda División B frente a un Arroyo que veía recompensados sus mejores momentos con un gol en contra anotado por un juvenil.

Pato se la jugó y dio entrada a Fran Minaya y Bayón, que le dieron otro aire a los suyos. Y fue precisamente Bayón el que perdonó el 1-1 en el 77, cuando Jon Villanueva sacó una mano prodigiosa para evitar el tanto de la igualada y amargar a un Arroyo que incluso pudo encajar el 2-0 en un tiro del autor del único gol de la tarde, Vera, ya en el tiempo extra.

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