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Máxi Gómez celebra el empate.

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Máxi Gómez celebra el empate. EFE
Jornada 14

Otro partido exigente que hace mella en el Barça

Los azulgrana acusaron fragilidad defensiva y desperdiciaron grandes ocasiones ante un Celta que apostó por el contragolpe, relanzado por Iago Aspas

Jesús Ballesteros

Sábado, 2 de diciembre 2017, 07:15

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El Barça se estrena esta temporada en horario matinal (13 horas) para recibir este sábado al Celta en el Camp Nou. El líder de la Liga, con 4 puntos de ventaja sobre el Valencia y 8 por encima de Real Madrid y Atlético, no puede fallar en sus dos próximos partidos como local ante los equipos gallegos (también se enfrentará al Deportivo el 17-D en el estadio azulgrana) teniendo en cuenta que entraría dentro de la lógica deportiva que se dejara algún punto en sus dos próximas salidas contra equipos tan complicados como Villarreal (10-D) y Real Madrid (23-D). El objetivo es llegar a Navidad con la misma ventaja de ahora, como mínimo, al frente de la tabla para afrontar un mes de enero siempre exigente porque entre Liga y Copa se jugará cada tres días.

El Celta es un equipo que ha sabido hacer daño al Barça en los últimos años, tanto en Balaídos, más habitual, como en el Camp Nou. Su nuevo cuerpo técnico, además, conoce bien al equipo azulgrana porque es el mismo que ha entrenado a Messi y compañía desde 2015, aunque sin Luis Enrique, de año sabático, pero con Juan Carlos Unzué, segundo del asturiano, al frente. Precisamente, una bronca de Unzué a Neymar por su descuidada vida extradeportiva poco antes de que acabara la pasada temporada («si sigues así, acabarás como Ronaldinho») pudo ayudar un poco más al brasileño a tomar la decisión de irse al PSG. Unzué sabía de lo que hablaba, pues también convivió con Ronaldinho cinco años en el Barça (2003-08) como entrenador de porteros en el cuerpo técnico de Frank Rijkaard. Sin embargo, aquella filtración también pudo apartarle definitivamente de la posibilidad de coger las riendas como primer entrenador (era uno de los principales candidatos), pues su desafío al brasileño no sentó bien a sus numerosos e influyentes amigos en el vestuario azulgrana.

Valverde, el elegido, sabe que Unzué podría haber estado hoy en su puesto y le alabó: «Desde luego que hubiera estado capacitado para entrenar el Barça, lo conozco desde hace muchos años porque en 1988 fuimos compañeros aquí, mantenemos buena relación y hemos hablado mucho de fútbol. Está haciendo una buena labor y siempre ha tenido mucha ilusión por dar el paso de entrenar, espero que tenga mucha suerte porque se la merece, es trabajador y buen tipo, pero que no tenga tanta suerte». Se refería el técnico azulgrana a su pasado como delantero azulgrana en los inicios de Johan Cruyff en el banquillo azulgrana (1998-90), cuando Unzué era el suplente de Zubizarreta, portero titular.

Muchos vínculos entre clubes

Unzué devolvió los elogios: «Ernesto es un tipo fantástico, muy fácil hacerse amigo de él, muy serio y a su vez irónico y con gran sentido del humor. Con 21 años yo no pensaba en ser entrenador y tampoco me lo imaginaba en Valverde». También destacó su labor en el Barça. Y lo hizo piropeando al mencionado Neymar: «Veo un paralelismo en la idea del Barcelona de tener la pelota en un porcentaje muy alto. Luego lo que han hecho antes Luis Enrique y ahora Valverde es adaptarse a los jugadores que tienen. Muy inteligente por los dos. Hay un cambio importante y es que no está Neymar, que condicionaba positivamente muchas cosas en el juego del equipo. Valverde se ha adaptado a lo que tiene, sacándole mucho provecho».

Sobre el planteamiento en el Camp Nou, Unzué señaló que «la idea de juego no va a cambiar. Habrá matices, como los ha habido en estos cuatro meses. La sensación que tengo de las tres victorias de estos tres últimos años del Celta ante el Barcelona es que los mejores partidos fueron claramente en Balaídos más que en el Camp Nou. Si en algún partido necesitamos una actitud colectiva perfecta es contra el Barcelona. De otra manera no le ganas, tanto con la pelota como sin ella».

Valverde, por su parte, está avisado: «Sé que en los últimos años el Celta ha tenido buenos resultados contra el Barcelona. Sabemos que los precedentes tienen un indicativo y hay que estar con cuidado. Su entrenador es Unzué, que ha estado aquí mucho tiempo, conoce la casa ... Tienen una forma de jugar en la que quieren ser protagonistas, ponen la presión alta».

Los recuperados Sergi Roberto y André Gomes, al igual que Piqué tras su sanción liguera, entran en la convocatoria, pero se caen Semedo y Deulofeu, el primero por las rotaciones, el segundo porque no acaba de conectarse al funcionamiento colectivo del Barça: «Es verdad que no está en la lista, porque están otros. Lo bueno que tiene es la insistencia de cara a intentar desbordar, que es agresivo en el juego de ataque. Ha ido en otras ocasiones, y en esta vienen otros compañeros. Para ser titular indiscutible tiene que ser eficiente, meter muchos goles, que el entrenador le ponga, que tenga acierto... pero él Iniesta, Arda... todos»,

El Celta recupera a un ex central del Barça como Sergi Gómez, pero pierde por sanción a Jonny, el único lateral zurdo de la plantilla, motivo de preocupación en el Celta. El canterano Pampín podría ser la solución, aunque lo normal es que Hugo Mallo cambiara de banda.

Otro partido exigente para el Barcelona y nuevo tropiezo. El conjunto de Ernesto Valverde arrancó diciembre como acabó el mes anterior. Se dejó dos nuevos puntos en la visita del Celta al Camp Nou y ya son dos las jornadas sin ganar tras las tablas en Mestalla, algo que da enorme aliento a sus perseguidores. En un partido eléctrico, vibrante, también accidentado y, con un torrente de ocasiones por una y otra parte, el empate final deja al líder algo menos sólido en este inicio de mes en el que se tendrá que ver las caras con el Real Madrid.

El equipo vigués sacó enorme rédito a sus armas y logró mantener esa racha sin perder que comienza a solidificar el proyecto de Unzué. Que al Celta le ha costado más de lo esperado carburar esta temporada es más que obvio. Sorprendía sobremanera la irregular trayectoria de los pupilos de Unzué teniendo en cuenta que no había distracción europea de por medio. Pero el Celta ya carbura y sus partidos exigen lo mejor de sus rivales.

Consciente de ello, sólo se permitió Valverde el lujo de dejar fuera a Semedo en lo que podría ser ya reconocido como el once tipo azulgrana. Sergi Roberto hizo las veces de lateral diestro en la búsqueda de una mayor sobriedad defensiva y algo más de criterio a la hora de sacar el cuero. Porque Barça y Celta querían el balón, a su manera, pero los dos estaban dispuestos a ser dominadores del juego. La superioridad local obligaría a que el Celta apostase su juego ofensivo a las contras.

Barcelona

Ter Stegen, Sergi Roberto, Piqué, Umtiti (Vermaelen, min. 71), Jordi Alba, Busquets, Rakitic (Paco Alcácer, min. 78), Iniesta (Denis Suárez, min. 53), Paulinho, Messi y Luis Suárez.

2

-

2

Celta

Rubén, Mallo, Sergi Gómez (Cabral, min. 4), Fontás, Wass, Brais (Roncaglia, min. 64), Lobotka, Jozabed (Tucu Hernández, min. 84), Iago Aspas, Sisto y Maxi Gómez.

  • GOLES : 0-1. min. 20. Iago Aspas. 1-1. min. 22. Messi. 2-1. min. 62. Luis Suárez. 2-2. min. 70. Maxi Gómez.

  • Árbitro Melero López (andaluz). Amonestó a Luis Suárez, Roncaglia, Jozabed, Vermaelen, Rubén, Wass, Sisto, Hugo Mallo, Piqué.

  • Incidencias Partido correspondiente a la 14ª jornada de Liga, disputado en el Camp Nou. 63.208 espectadores.

En una de ellas llegaría el primero de los goles del choque. Iago Aspas culminaría una jugada de tiralíneas en las que participaron él, Maxi Gómez y Wass como germen. Destaparía el tarro de las esencias el Celta dando paso a unos minutos de vértigo. Messi lograba empatar el choque apenas dos minutos después. El astro argentino, que celebraba con los suyos la recién entregada Bota de Oro, rompía una racha de cinco encuentros sin ver puerta. Una jugada con tanta intención como fortuna dejaría a Messi frente a Rubén, que se vería incapaz de evitar el empate.

En busca de su ansiado tesoro, Messi se mostró especialmente fresco a la hora de buscar la meta rival. En cuanto tocaba el cuero, su cabeza fijaba el objetivo y las piernas marcaban el rumbo. Fue una constante. El palo evitaría el doblete poco tiempo después, aunque no sería la única ocasión clara de un Barcelona que buscó con enorme criterio la remontada completa.

Visto que Luis Suárez no atraviesa por su mejor racha por mucho gol que marcara, es de enorme ayuda la presencia de Paulinho en el dibujo de Valverde. El brasileño ha logrado borrar por completo las dudas y las suspicacias que generaron su fichaje. Los 40 millones no parecen ya tanto dinero una vez que el brasileño se ha ganado a peso un sitio en el once inicial del Barcelona.

Al técnico culé le da una enorme tranquilidad cuando es Paulinho el primero en iniciar las labores defensivas en la salida del balón rival, pero también un plus en las llegadas a la portería contraria. Casi siempre es capaz de generar una ocasión clara de gol. Ante el Celta la tuvo, pero Rubén evitó el que hubiese sido el 2-1 antes del descanso.

Sería el meta gallego protagonista durante los segundos 45 minutos por el acoso al que se vería sometido el Celta. No quería otro tropiezo el cuadro culé y salió más convencido del triunfo aún. Paulinho se hizo un Messi en el área del Celta, pero le faltó rematar la faena. Algo que sí haría cumplida la hora de partido un Luis Suárez que también ponía fin a su sequía anotadora. La jugada de tiralíneas entre Jordi Alba y Messi acabaría con un pase medido del lateral para que Luis Suárez le diera la vuelta al marcador.

Con todo, el Celta estaba lejos de arrojar la toalla. Minutos después, Iago Aspas y Maxi Gómez volvían a hacer de las suyas en una jugada casi calcada en la que sí terminaría marcando el charrúa. La galopaba de Aspas dejaba, para colmo de males del Barcelona, a Umtiti lesionado, roto en la persecución del atacante gallego.

El empate del Celta generaría un tramo final de partido vibrante, con continuas galopadas y ocasiones clarísimas de gol en las dos áreas. El empate parecía no valerle a ninguno y el espectáculo era total. Con cada minuto se generaba una jugada de ataque, ora en la portería de Rubén, ora en la de Ter Stegen. Si bien, ya no se movería el marcador, dejando al Barça dándole vueltas a la fragilidad defensiva mostrada ante el Celta y la cantidad de ocasiones que sigue desperdiciando. Ni el gol mal anulado por el colegiado a Luis Suárez debe servir de excusa.

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