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El Sevilla acaba con la racha de Zidane
jornada 18

El Sevilla acaba con la racha de Zidane

Un autogol de Ramos preludió la épica remontada de los andaluces ante un líder muy conservador

Ignacio Tylko

Domingo, 15 de enero 2017, 00:37

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No va más en el Pizjuán. Por la privilegiada situación de ambos equipos, su reciente eliminatoria copera y la polémica desatada por los insultos proferidos el jueves desde la grada del Pizjuán a Sergio Ramos, su penalti transformado al estilo Panenka y su enfrentamiento gestual con los ultras sevillistas, de quienes el camero dijo que «no se merecen respeto», el Sevilla-Real Madrid liguero de este domingo se ha convertido en una de las grandes citas de la temporada.

El duelo, una revancha en la que los andaluces desean vengar su eliminación en el torneo del KO, se las trae en todos los sentidos. Aunque los dos técnicos se han mostrado elegantes, muy deportivos y caballerosos en sus declaraciones previas, evitando echar más leña al fuego, y desde los dos clubes se apela al respeto y a la tolerencia, el ambiente está de lo más caldeado; la tensión es máxima y hay declaración de alto riesgo. Suele ocurrir que los piques se arrastran cuando dos clubes miden sus fuerzas tres veces en menos de dos semanas, pero en este caso aún más porque la rivalidad es antigua, acentuada desde que el Real Madrid pagó la cláusua de rescisión para llevarse a Ramos en 2005 por 27 millones.

En el plano deportivo, la cita enfrenta a los dos primeros del campeonato antes de comenzar la penúltima jornada de la primera vuelta. El grupo de Zinedine Zidane, que tras empatar (3-3) el jueves selló el récord de España de imbatibilidad con 40 partidos invicto desde que el 6 de abril cayó en Wolfsburgo, es líder con cuatro puntos de ventaja sobre la versátil escuadra de Jorge Sampaoli pero con un partido menos, el que debe jugar en Mestalla y que se aplazó en su día por el Mundial de Clubes. Si vencen, los reyes continentales se dispararán hacia el título honorífico de campeones de invierno. Pero si pierden, el Sevilla dejará claro que el Madrid no es invencible, seguirá empeñado en pelear la Liga y permitirá soñar también al Barcelona.

Aunque el jueves se pudo disfrutar de una exhibición de fútbol total, sobre todo por parte de los locales, en esta ocasión se prevé un duelo algo más contenido y táctico. En la última cita los dos estrategas escondieron sus armas y reservaron a sus figuras más emblemáticas. Según Sampaoli, sobre todo lo que cambia esta vez es «la presencia de Cristiano Ronaldo por ser un jugador de jerarquía». Aunque le faltan Pepe, Gareth Bale, Isco y James, todos ellos fuera de la lista por lesión, Zizou dispondrá de un once prácticamente de gala.

Y lo mismo sucede en un Sevilla en el que vuelven a la lista el lateral Mariano, el centrocampista NZonzi y el versátil Mudo Vázquez, reservados en Copa. La gran duda en los locales, sin el lesionado Correa, es saber si jugarán con el montenegrino Jovetic como único punta o si al ariete cedido por el Inter le acompañará en francotunecino Ben Yedder. Los dos técnicos aseguran que desean llevar la iniciativa del juego y actuar más en campo contrario y, al menos a priori, ninguno firma el empate. Sobre todo, apelan al carácter ganador y competitivo de sus equipos. «Cuando esto no suceda, el Sevilla naufragará en la medianía de la tabla», advirtió Sampaoli.

Desgaste

«Jugar tres veces ante el campeón de Europa provoca desgaste, pero estamos preparados para hacer un gran partido y nos ilusiona ganar para estar más cerca de la cabeza», insistió el exseleccionador chileno, convencido de que sus jugadores están muy estimulados tras lo sucedido en la Copa. El argentino prefiere pensar únicamente en el plano profesional y ha exigido a sus hombres que se centren en el juego y en el rival, no en lo que ocurra en las gradas. Dijo no conocer mucho sobre el fondo de la batalla entre Ramos y quienes eran sus incondicionales hasta que se marchó al Real Madrid y le consideraron un traidor, y confió en la «reconciliación». Eso sí, dejó claro que lanzar un penalti al estilo Panenka «no es una provocación».

Muchas miradas focalizadas también en el árbitro canario Alejando Hernández Hernández. Aunque no hubo quejas públicas de los profesionales, más allá de un tuit del portero David Soria «¡qué vergüenza, por Dios!», exclamó el portero suplente tras la ida copera, en Nervión existe todavía indignación por el arbitraje del valenciano Mateu Lahoz en ese 3-0. Se le acusa de no haber indicado una falta de Morata en el córner que preludió el segundo gol madrileño, de inventarse el penalti del tercero y de no ver un derribo a Iborra en el área local. Mejor estuvo el navarro Undiano Mallenco el jueves, ya que acertó en el penalti de Kranevitter a Casemiro.

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