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Cristiano Ronaldo lamenta una ocasión fallada.
El Real Madrid logra su victoria más triste
Jornada 38

El Real Madrid logra su victoria más triste

Cumplió con su obligación en Riazor, pero se quedó sin el premio del título tras 12 triunfos consecutivos

Ignacio Tylko

Sábado, 14 de mayo 2016, 02:40

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«Hasta el final, vamos Real». La enorme pancarta que decora las gradas del Santiago Bernabéu en citas cumbre, podría servir de estímulo para el equipo de Zinedine Zidane en su visita a Riazor. Asumieron que dependían de los azulgrana y que sólo unos resultados históricos como los que acontecieron en las dos ligas que perdió el equipo merengue en Tenerife podrían darle el título, pero los madrileños salieron con todo al feudo coruñés. Nada que reservar de inicio pensando en la final de la Champions del 28 de mayo en Milán ante el Atlético. La misión podría ser imposible, pero llegados a este punto sería injustificable que el Real Madrid no hiciera los deberes ante un Deportivo salvado, pero desastroso en la segunda vuelta, con graves problemas internos y su técnico, el exjugador madridista Víctor Sánchez del Amo, más fuera que dentro.

Zidane no había vencido nunca como jugador en Riazor, donde su Real Madrid no marcó, apenas arañó un empate y el astro francés llegó a ser expulsado en una ocasión, pero eran tiempos de un Deportivo enorme y de un equipo blanco vacilante. Ya como técnico, la ocasión era pintiparada para cosechar su primer triunfo. Aunque el Madrid cumplió con su obligación, siempre recordará Zizou que en este punto de Galicia maldito para él se esfumaron sus remotas opciones de ganar la Liga.

El subcampeón salió decidido a marcar territorio desde el principio para despejar su panorama y, de paso, meterle más presión al Barcelona. Un amago de internada de Lucas Pérez, abortado por Pepe, dio pasó a un primer tiempo de gobierno absoluto del Real Madrid. Kroos y Modric manejaron el centro del campo, con Casemiro atento a cualquier despiste o desajuste, Bale percutió fácil por ambos costados y Cristiano volvió a mostrar su enorme pegada. Ya son seis temporadas las del portugués por encima de 50 goles, un registro estratosférico.

Llevaba seis partidos Zidane sin poder contar con su tridente al completo, que se alistó para el examen final. Y entre los tres fabricaron el primer gol. Bale se marchó fácil y su pase hacia atrás lo remató en semifallo Benzema con tanta fortuna que asistió a Cristiano, que sólo tuvo que empujarla. Durante casi un cuarto de hora, hasta que Luis Suárez descerrajó al Granada, el Madrid era campeón. Y selló pronto su victoria. Tras un saque de esquina que cabeceó Cristiano con la suerte de que su remate golpeó en Mosquera y despistó a Pletikosa. Los locales reclamaron una falta previa de Bale a Arribas.

Cristiano comenzó la jornada con 33 goles, a cuatro de Suárez, pero convencido de que podría pelearle incluso el Pichichi. Su enorme reto quedó hecho añicos cuando el pistolero uruguayo marcó el segundo en Los Cármenes. Pese a quejarse de un pisotón involuntario de Arribas, el astro de Madeira buscó más goles de todas las formas y estrelló en dos ocasiones el balón en la madera. Primero con un toque sutil y cruzado y más tarde con un tiro lejano.

Llegados al descanso con los dos choques decididos, Zidane pensó ya sólo en la batalla de Europa que se le avecina ante el Atlético y retiró a Ronaldo. Oficialmente, sólo por descanso. Pero sabido es que en el Real Madrid cualquier asunto médico hay que tomárselo con cautela. El segundo tiempo se jugó a beneficio de inventario. Intervino más Keylor Navas y Kroos y Bale fueron sustituidos a medida que avanzaba la tarde sin más emociones. Ya ni Florentino Pérez estaba pendiente de su teléfono móvil en el palco. Ganó las 12 últimas jornadas de Liga, todo un récord, pero no pudo culminar la remontada.

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