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Un lance del partido.
El Sevilla agrava su crisis en Holanda
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El Sevilla agrava su crisis en Holanda

Los de Emery pierden en un pésimo partido al no imponerse al ambiente creado en el campo del Feyenoord y a un rival con más físico que juego

Luis F. Gago

Jueves, 27 de noviembre 2014, 03:51

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Un total de 110 aficionados sevillistas se quedaron sin tener derecho a acceder al estadio del Feyenoord pese a tener entradas, mientras que la UEFA no pareció dar importancia a la masiva presencia de bengalas en la previa del encuentro. Con estos datos extradeportivos comenzó un choque en tierras holandesas de un Sevilla frente a 40.000 almas que se dejaron desde el primer momento la garganta para amedrentar a los hispalenses en su lucha por el pase y la conquista de la primera plaza del grupo. Gracias a esa entrega de la grada, el equipo de Róterdam salió hincando el diente y dejando claro quién iba a mandar en casa del primer club holandés capaz de ganar la Copa de Europa.

La primera mitad transcurrió sin pena ni gloria para ambas entidades. Hubo escasas ocasiones para los dos lados, aunque es cierto que el Feyenoord siempre apretaba con mayor interés contra la portería de Sergio Rico, joven canterano que demostró tener tablas para estar en el primer equipo a corto plazo. Iago Aspas, delantero titular junto al francés Gameiro, y al que Emery le dio su novena oportunidad de demostrar que tiene hueco en el equipo, fue una gota en mitad del mar. Totalmente perdido, el gallego no supo reaccionar a la presión ejercida desde el graderío.

Un resbalón de Carriço, que casi cuesta el primer tanto al filo del descanso, fue la antesala del tanto de Toornstra en la segunda parte, tras una mala defensa sevillista. Ni Kolo, ni su supuesto ayudante, Denis Suárez, estuvieron acertados al intentar parar una jugada que parecía imperfecta del Feyenoord. El gol despertó a Emery y sacó a Bacca por el inseguro y endeble Aspas. También salió del campo Denis Suárez, quien jugó su peor partido desde que arribó al club de Nervión.

Con Deulofeu en el campo todo cambió. El Sevilla fue más agresivo e hizo lo que no acertó a hacer antes del gol: tocar el balón y dejarse de combatir el fútbol físico del rival. MBia pudo poner las tablas, pero su cabezazo al fondo de las mallas fue anulado por un fuera de juego inexistente. El segundo tanto obrado por El Ahmadi fue el punto y final para un pésimo encuentro de los hispalenses, que pierden el primer puesto del grupo y tienen sólo a un punto al Rijeka croata.

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