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Messi, en una acción del choque.

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Messi, en una acción del choque. Alessandro Bianchi (Reuters)
Jornada 5

Ni rastro de la negra noche juventina

El Barça se clasifica para octavos como primero de grupo y hace olvidar la durísima eliminación de la pasada campaña a manos del equipo italiano

JESÚS BALLESTEROS

BARCELONA

Miércoles, 22 de noviembre 2017

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El Barça vuelve al estadio donde tiró la última Liga de Campeones, desperdiciando el efecto mágico de la histórica remontada ante el PSG en octavos (6-1 con tanto final de Sergi Roberto tras el 4-0 de París) que parecía lanzar al entonces equipo de Luis Enrique a la pelea por el título. Siete meses después de aquel 3-0 encajado ante la Juventus en la ida de los cuartos de final (ya no hubo fe en otro milagro en la vuelta, 0-0), el ahora casi intratable conjunto de Ernesto Valverde intentará arrancarse la espina. Ya comenzó a hacerlo en esta fase de grupos devolviendo el 3-0 en el Camp Nou con una actuación estelar de Messi, pero no es lo mismo. En Turín hay cuentas pendientes, siempre desde un punto de vista deportivo, aunque no está Neymar y Messi descansa de inicio.

Más allá del ánimo de revancha, el equipo azulgrana tiene el objetivo de amarrar ya el pase a octavos de final como primero del Grupo D. Para ello le basta un empate en tierras italianas, pues manda con 10 puntos de 12 posibles por delante de Juventus (7), Sporting de Lisboa (4) y Olympiacos (1). Incluso en caso de derrota por menos de tres goles, el Barça afrontaría la última jornada en el Camp Nou ante el Sporting dependiendo de sí mismo para pasar como líder y evitar, posiblemente, un hueso en el inicio de las eliminatorias. Pero ese escenario nadie lo quiere pensar, de momento, porque si el equipo portugués derrota al griego este miércoles también tendría opciones de clasificarse ganando en el estadio culé (el Barça se impuso 0-1 en el José Alvalade y a igualdad a 10 puntos decidiría el 'goal average' particular). Es una posibilidad remota, pero las 'finales' a un partido en diciembre es mejor evitarlas.

El equipo de Massimiliano Allegri no atraviesa su mejor momento, mermado por algunas lesiones y afectado como todo el fútbol italiano por el fracaso de su selección, fuera del Mundial de Rusia 2018. Viene de perder 3-2 ante la Sampdoria y es tercero en la Serie A por detrás de Nápoles e Inter. Incluso el pasado 14 de octubre cayó 1-2 ante la Lazio, rompiendo dos años de imbatibilidad en su propio estadio. En Europa (2-0 al Olympiacos y 2-1 al Sporting) sí mantiene una inexpugnabilidad de 21 partidos sin perder como local, desde 2013.

El Barça tiene que mejorar a domicilio en la Liga de Campeones. La pasada temporada ya confirmó sus carencias como visitantes encajando resultados contundentes (3-1 ante el Manchester City en la fase de grupos y los mencionados 4-0 contra el PSG y 3-0 ante la Juventus en las eliminatorias). Y en esta edición ganó sin ningún brillo en Lisboa gracias a un gol en propia puerta de Coates (0-1) y no pasó de un 0-0 en Grecia. Eso sí, la creciente seguridad defensiva es evidente, producto de un equipo que juega más únido en el campo y que no permite contragolpes del rival.

Valverde repitió convocatoria respecto al 0-3 liguero de Leganés obligado por las bajas de los lesionados Mascherano, Sergi Roberto, André Gomes, Rafinha y Dembélé. Tampoco viaja Arda Turan, que ya no cuenta para nada, aparezca en el parte médico o no. No se esperan sorpresas en el once, aunque el técnico corre un riesgo pensando en la visita a Mestalla. Con Mascherano en la enfermería y Piqué sancionado contra el Valencia, un percance de Umtiti dejaría solo al casi inédito Vermaelen (90 minutos en Copa) como único central. Q

La Juventus hizo rotaciones en Génova ante la Sampdoria, incluso descansó Buffon, pero Allegri vuelve a disponer de casi todos sus efectivos, excepto el delantero croata Pjaca, en la recta final de su recuperación tras una grave lesión, y el lateral derecho Lichtsteiner, no inscrito en Europa en una decisión controvertida en su día.

El Barcelona zanjó en Turín los dos objetivos primigenios con los que arrancó esta fase de grupos de la Champions. A saber, clasificarse para los octavos de final y, a ser posible, hacerlo como primero. Al conjunto de Ernesto Valverde le bastó con un empate sin goles ante una Juventus que sigue moviéndose en zona pantanosa aunque depende de sí misma para acompañar a los azulgrana en la siguiente ronda.

Lejos quedó la negra noche de hace unos meses cuando el equipo que dirigía Luis Enrique era noqueado en la máxima competición continental ante una escuadra, por entonces, intratable. Pero la historia ha cambiado. El Barça llegaba en clara posición de ventaja ante las urgencias de los italianos. Eso sí, ni uno ni otro pudo romper el marcador inicial. Mucha culpa de ello la tuvo, otra vez, Ter Stegen, que volvió a meter una mano mágica a Dybala en el minuto 92.

La trascendencia del choque para uno y otro equipo quedó patente antes incluso de que comenzara a rodar el balón. Valverde dejó a Messi en la banca y en la Juventus se frotaban las manos. Allegri salía con tanta pólvora arriba como necesidad tenía la escuadra italiana de sacar los tres puntos.

Juventus

Buffon, Barzagli, Benatia, Rugani, Alex Sandro, Pjanic (Bentancur, min. 65), Khedira, Cuadrado (Marchisio, min. 70), Dybala, Douglas Costa (Matuidi, min. 85) e Higuaín.

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Barcelona

Ter Stegen, Semedo, Piqué, Umtiti, Digne, Busquets, Rakitic, Iniesta (Jordi Alba, min. 82), Paulinho, Deulofeu (Messi, min. 55) y Luis Suárez.

  • Árbitro: Milorad Magic (serbio). Amonestó a Pjanic, Paulinho, Alex Sandro, Digne, Piqué.

  • Incidencias: Partido de la quinta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones disputado en el Juventus Stadium. 41.500 espectadores.

Para el conjunto catalán, un empate era suficiente premio para certificar el pase a octavos de final como primeros de grupo. Se entiende pues que el técnico azulgrana apostara por las rotaciones por mucha Juventus que hubiese enfrente. El choque ante el Valencia, segundo clasificado en Liga, estaba en el horizonte y el Barça no quiere bajar el pistón.

Pero no sólo la necesidad de ganar empujaba al equipo italiano, sino la irregular racha por la que atraviesa le obligan a revertir su imagen. Las cosas no ruedan en la Serie A y la Champions debía servir de consuelo. Más si cabe tras la derrota ante la Sampdoria del pasado domingo.

Con el ‘10’ azulgrana esperando algún minuto y el rival volcado en la creación de peligro, con más intención que resultado, el Barça mantenía el tipo con el plan b. Con Paulinho, Deulofeu y Suárez, bien pudo irse en ventaja al descanso, pero un lanzamiento lejano de Rakitic se estrelló con el palo ante la aturdida mirada de Buffon.

Eso sí, el cancerbero italiano nada tuvo que hacer en el primero de los tiempos reglamentarios del partido ante la ausencia de peligro en su área. El juego se desarrollaba en la medular, desde donde imponía una marcha más la Juventus con Dybala, Cuadrado y Douglas Costa como principales exponentes.

Con todo, la mayúscula figura de Iniesta se hizo omnipresente para incluso bregar en labores defensivas cuando hizo falta. Más que notable es el estado de forma del capitán culé que incluso fue ovacionado por el público local cuando Valverde le dio descanso en los últimos minutos del choque.

Tras el descanso, y más necesitado aún el equipo juventino por el resultado que se daba en el estadio José Alvalade de Portugal, el Barça movió ficha. Valverde dio entrada a Messi. Ya con el rosarino, los roles de ambos equipos quedaron totalmente definidos. El Barcelona apostaba por el juego control de siempre, mientras que los de Allegri se conformaban ya con llegar a la portería de Ter Stegen de la forma más rápida posible.

Con la entrada de Messi se buscaba amarrar la primera plaza del grupo por la vía de los tres puntos. Tanto es así, que su fútbol fue preponderando sobre el del rival y las mejores ocasiones (no muchas) llegaban en la portería de Buffon. La más clara, para un Digne al que se le hizo de noche ante la alargada figura del meta transalpino, Solo, tras error garrafal de Cuadrado, no acertó a ver puerta para buscar el pase a Suárez, al que no llegó el balón despejado por la zaga.

Al Barça, mejor posicionado y claro dominador del último tramo del choque, casi se le va el empate en los estertores del duelo. La figura de Ter Stegen es cada vez más alargada y a Dybala le quedó también constancia de ello.

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