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Keylor Navas detiene un balón casi en la línea, fuera de su portería. EFE
Excesivos nervios bajo palos
Semifinales | Ida

Excesivos nervios bajo palos

Keylor Navas se tragó el gol de Kimmich y tembló ante cada ataque del Bayern, mientras que Ulreich, con bastante menos trabajo, encajó dos tantos muy dolorosos

Amador Gómez

Madrid

Miércoles, 25 de abril 2018, 22:40

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Sin que Cristiano Ronaldo y Robert Lewandowski tuviesen su noche, Keylor Navas y Sven Ulreich estuvieron excesivamente nerviosos. Sobre todo el portero del Real Madrid, siempre con la espada de Damocles sobre su cabeza, ahora también con el nombre amenazante de Oblak sumándose a Courtois y persiguiéndole tras los fichajes frustrados de De Gea y Kepa. Keylor Navas se tragó el 1-0 después de un error en cadena de la defensa blanca, con el costarricense, que se esperaba el centro de Kimmich, sorprendido por el remate al primer palo del defensa del Bayern.

Ulreich tampoco pudo hacer nada ante la volea de Marcelo, que con su golazo enmendó su fallo de marcaje en el tanto con el que los alemanes se pusieron en ventaja. Y mucho menos en el tanto de Asensio, vendido frente al balear, que salvó con éxito la salida del cancerbero germano. «Asensio hizo una muy buena jugada y definió ante el portero del Bayern como lo que es, un grande», destacó tras el encuentro Keylor Navas, para quien «en estos partidos hay que estar fuertes mentalmente y sólo se ganan así, sufriendo».

Aunque el resultado acerca al Real Madrid a una nueva final, fue Navas quien facilitó el gol del Bayern y, aunque hizo un paradón a Ribéry en el minuto 58, también demostró manos de mantequilla en más de una acción, como en el cabezazo de Lewandowski previo al descanso que pegó en el cuerpo del guardameta, que salió de milagro airoso durante estos minutos de continuo asedio de los alemanes, que pudieron irse con al menos tres tantos al descanso. La defensa madridista impidió entonces que Keylor Navas, aunque mejoró en la segunda parte, empañase más su actuación. En la mayoría de ataques del Bayern, en los momentos de acoso sin tregua de los locales, el costarricense estuvo fuera de sitio y se salvó por la falta de remate del equipo de Jupp Heynckes.

Al contrario que Ulreich, titular por primera vez esta temporada con el Bayern como consecuencia de la grave lesión de Manuel Neuer, Keylor Navas ya está curtido en partidos de trascendencia, pero en el Allianz de Múnich no se le vio seguro, sobre todo en la primera parte. Tembló ante cada ofensiva del Bayern, perjudicado también por su débil defensa, sobrepasada por un enemigo que tuvo la oportunidad de machacar en la primera parte y debió rendirse de nuevo ante el campeón. Ante la ambición de los bávaros, Keylor tuvo muchísimo más trabajo que Ulreich, que disputaba el partido más decisivo de su carrera y está considerado por Heynckes como el segundo mejor portero de Alemania. Por detrás, por supuesto, de Neuer, con Leno (Bayer Leverkusen), otro de los que han estado y están en el punto de mira madridista, también al menos en el 'top 3' de la Bundesliga.

Con Neuer todavía de baja, Ulreich también será titular el martes en el Bernabéu en la vuelta de semifinales, después de haberse llevado ante su afición un par de tantos de los que hacen muchísmo daño y casi significan la despedida de su equipo de la Champions. Especialmente el primero, con esa fantástica volea de Marcelo y Ulreich tirándose tarde y mal, arrodillado ante el zurdazo del lateral brasileño del Real Madrid. Sin embargo, al igual que le ocurrió a Navas con su intervención ante Ribéry, Ulreich también respondió para evitar el tercero del Madrid en el minuto 75 frente a Benzema, a quien Zinedine Zidane dejó en el banquillo hasta el 67, cuando sustituyó al lesionado Carvajal, para ampliar el francés su negativa racha con el gol.

«En estos partidos hay que estar fuertes mentalmente. Estos partidos sólo se ganan así, sufriendo». Ellos no se rindieron nunca. En la recta final hay que estr tranquilos y confiar en lo que podemos hacer. Asensio hizo una muy buena jugada y la definió como lo que es, un grande

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