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La Juventus también le saca los colores al Barcelona
cuartos de final | ida

La Juventus también le saca los colores al Barcelona

Goleada del equipo italiano (3-0) que obliga a los azulgrana a repetir machada

Jesús Ballesteros

Martes, 11 de abril 2017, 00:08

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La alucinante remontada ante el PSG, el 6-1 del Camp Nou en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones tras el 4-0 del Parque de los Príncipes, una gesta histórica tanto en los libros del club como en los de la Liga de Campeones, quedará sólo como una bonita anécdota si el equipo de Luis Enrique es incapaz de darle continuidad en los cuartos de final. La Juventus espera desconcertada este martes en Turín en el partido de ida. Seguro que Massimiliano Allegri tiene la tentación de arriesgar más que nunca en su carrera como entrenador para aprovechar las evidentes dudas de un Barça irregular, que viene de caer 2-0 en Málaga el día que podía depender de sí mismo para conquistar la Liga, pero precisamente en esa inestabilidad deportiva y emocional radica el peligro del equipo azulgrana, capaz de decidir una eliminatoria en media hora si encuentra espacios.

El problema es que no sólo Allegri afronta el partido con esa incertidumbre. Tampoco Luis Enrique debe tener muy claro qué Barça se verá en tierras italianas, si el de las derrotas en el Parque de los Príncipes, Riazor y La Rosaleda o el de las victorias ante el Atlético, PSG o Sevilla, por citar algunos de sus mejores triunfos recientes. Algo parece seguro. La Juventus jugará de forma parecida al PSG en París, el Deportivo o el Málaga, cerrando huecos, con agresividad en los balones divididos y velocidad a la contra. El equipo azulgrana deberá calibrar bien si vale la pena asumir tantos riesgos habiendo un partido de vuelta dentro de ocho días en el Camp Nou.

Sergio Busquets es una baja de peso para Luis Enrique, que no tiene un sustituto de esas características. Mascherano puede hacer de mediocentro defensivo, pero con poco toque para la creación y menos fiabilidad cuando tenga que recibir de espaldas al borde del área propia con un par de rivales presionando. También Sergi Roberto tiene condiciones para ocupar esa zona, pero con menos rigor posicional al tratarse de un jugador de recorrido. Y reciclar a Rakitic de pivote sería desnudar una plaza de interior. Curiosamente, la amarilla que vio el de Badia ante el PSG fue injusta, pues reclamó una ley de la ventaja de libro tras una falta de Verratti cuando Neymar se iba solo hacia la portería de Trapp. Sin el centrocampista de Badia del Vallès se intuye un 4-3-3 más convencional, con Alba en el lateral zurdo. El 3-4-3, para la vuelta.

También son baja por lesión Arda Turan, Aleix Vidal y Rafinha, el único futbolista de la plantilla que no ha viajado a Turín, recién operado de la rodilla, con la pierna inmovilizada porque acaba de decir adiós a la temporada. Para hacer grupo, el técnico asturiano desplazó a 23 jugadores, entre ellos dos centrocampistas del filial, Carles Aleñá y Álex Carbonell.

El aval, como siempre, es la capacidad del tridente, con Messi liderando el Pichichi de la Liga de Campeones con 11 goles y muchas ganas de dejar su sello en la competición; Luis Suárez reencontrándose por primera vez con Chiellini (lesionado en la final de Berlín 2015) tras su mordisco en el Mundial 2014 que le costó un castigo histórico; y Neymar, si su extraña falta de sintonía con sus propias botas se lo permite, dispuesto a presentar su candidatura al Balón de Oro en un gran escenario. Y por detrás, un Iniesta dosificado y en un gran momento de forma, al igual que Piqué y Rakitic, que reaparecen tras su sanción liguera en Málaga.

La Juventus no quiere hablar de venganza, pero sí cree que la final de la Liga de Campeones en 2015 que ganó 3-1 el Barça llegó pronto para el proyecto de Allegri, una idea ahora más consolidada con dos delanteros que han aumentado el nivel como los argentinos Dybala, admirador confeso de Messi y objetivo azulgrana, e Higuaín, exmadridista que ya le dio algún disgusto al equipo culé vestido de blanco y que también tiene un buena relación con Leo, aunque haya sido un lastre para él por su goles fallados en las tres finales perdidas por Argentina (Mundial 2014 y Copa América 2015 y 2016). En Berlín, Dani Alves vistió de azulgrana. Hoy milita en la Juventus, con gran protagonismo, aunque en este encuentro podría ser Lichtsteiner el titular en el lateral derecho. Mandzukic juega escorado para descolgar balones aéreros, uno de los puntos débiles de la escuadra catalana. El equipo italiano, clasificado como el Barça para la final de Copa, tiene la liga encarrilada con seis puntos de ventaja por encima de la Roma. Su temporada es extraordinaria y todos creen en Turín que ha llegado el momento de ganar la Copa de Europa.

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