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Messi, Neymar y Suárez celebran un gol al Arsenal.
El Barça asalta el Emirates Stadium
octavos de final | ida

El Barça asalta el Emirates Stadium

Cristian Reino

Martes, 23 de febrero 2016, 09:31

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Tener cuentas pendientes con Messi no es un buen negocio para nadie. El argentino llevaba seis partidos sin haber podido batir a Cech, todos ellos con el Chelsea, y en cuanto el meta checo vistió la camiseta del Arsenal, el crack de Rosario saldó su deuda. Como los grandes pistoleros del lejano Oeste, lo hizo por partida doble, asaltando el Emirates Stadium, en la ida de los octavos de la Champions, y dejó muy encarrilada la eliminatoria para la vuelta en el Camp Nou. El Barça, que sigue con paso firme en liga, copa y Champions, firmó un partido muy serio, jugado en progresión, sin apenas errores en defensa, y resuelto en el tramo final, en los últimos 20 minutos, cuando los gunners se lanzaron a por el partido y los azulgrana les pillaron a la contra. Luis Enrique pilló en una emboscada a Wenger, que vuelve a fracasar ante el cuadro catalán y todo hace indicar que tendrá que esperar a una nueva ocasión para poder eliminar a los que son ya su auténtica bestia negra, en sus más de 20 años como técnico cañonero.

El Barça fue de menos a más. Quien salió arriba a presionar fuerte fue el Arsenal. Llevando en volandas por su público, los gunners tenían prisa por adelantarse en la eliminatoria, todo lo contrario que el Barça, que saltó midiendo los tiempos, sabiendo que la eliminatoria es muy larga y consciente de que tenía la bala en la recámara, que se llama la vuelta del Camp Nou. Arsene Wenger, casi obsesionado con los azulgrana, a los que había concedio el cartel de súper favoritos, había preparado a conciencia el choque.

Dispuso un 4-4-2, en el que el único liberado para la presión era Özil. Todos los demás, cuando el Barça salía desde atrás, formaban una densa red, muy difícil de penetrar para los azulgrana. En el primer cuarto de hora, a los de Luis Enrique se les atragantó la maraña inglesa. Pero poco a poco, y con las ayudas de Iniesta y Messi, que retresaban al máximo sus posiciones para bajar a recibir, los blaugranas empezaron sentirse más a gusto con la pelota. Eso no quería decir que los culés crearan peligro, pero al menos, con el balón en los pies, podían contener la salida presionante de los londinenses. El peligro era cuando el Barça perdía en la creación, porque Alexis, Özil, Chamberlain y Giroud eran unas balas. El extremo inglés tuvo la prmera ocasión del choque, en el 22, pero su disparo, muy flojo, lo atajó Ter Stegen, que aunque estaba en el suelo, pudo recomponerse sin problemas. Busquets disparó todas las alarmas, cuando pidió el cambio a la media hora. Por suerte, la pelota no salió fuera, y poco a poco se fue encontrando mejor, hasta que renunció a la sustitución y de hecho completó los 90 minutos . Mientras tanto, Messi, empezaba a avisar, eso sí, con un par de lanzamientos algo tímidos, pero que consiguieron hacer recular a los británicos. El Barça empezó la primera parte contemporizando, pero la acabó con dos advertencias muy serias. La primera, una contra mal resuelta, y la segunda, un remate de cabeza de Suárez, que se escapó rozando el palo y anunció el miedo a los hinchas londinenses al borde del descanso.

Tras, el descanso, el Barça insistió en la advertencia: Neymar tuvo un mano a mano con Cech, pero el veterano guardameta checo atajó por bajo. Los azulgrana querían resolver, pero el Arsenal se mostraba seguro en la defensa, quizá su talón de aquiles histórico. Ambos equipos perdieron algo el control de la pelota y el partido se convirtió en un ida y vuelta, que en principio era una ruleta rusa. Era como en los partidos de los niños, el que meta gana. Y podía ganar cualquiera, porque el balón iba de área a área casi sin reposo. Con media hora por delante, Ter Stegen sacó una gran manopla a cabezazo de Giroud y los británicos se fueron arriba, atacando a golpe de corneta.

Y cuando más estaba sufriendo el Barça, con el Arsenal apretando y la defensa azulgrana encadenando errores en la salida, la mayoría de ellos forzados por la presión gunner, el tridente firmó una contra perfecta, en cuatro o cinco toques, Neymar asistió a Messi, quien solo, desde dentro del área batió a Cech. Golazo de manual, en el momento oportuno, con el equipo contrario casi colgado sobre el área de Ter Stegen. El tanto, a falta de 20 minutos, mató a los ingleses, que aunque con la salida de Welbeck tuvieron una pequeña reacción, veían que la eliminatoria se les escapa entre los dedos. En el 77, Suárez estrelló un remate al palo, antesala del desastre local, cuando Messi, robó un balón mal despejado por Mertesacker y Koscielny le derribó en penalti. El argentino no falló desde los once metros y el Barça ya mira a los cuartos de final.

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