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Deschamps celebra la victoria de su equipo.
Doctor Didier y Mister Deschamps

Doctor Didier y Mister Deschamps

El entrenador francés ha conseguido cambiar el rumbo de los partidos con las sustituciones y cambios de sistema

colpisa / afp

Lunes, 27 de junio 2016, 17:17

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Didier Deschamps no ha destacado desde el principio de la Eurocopa-2016 por su inspiración táctica, pero siempre ha sabido corregir el rumbo en el momento adecuado, logrando modificar el curso de los acontecimientos para felicidad de la selección francesa, como ocurrió el domingo en la victoria 2-1 sobre Irlanda en los octavos.

El seleccionador tiene reputación de ir acompañado por la buena suerte en sus treinta años de carrera como jugador y entrenador.

Lejos del cliché de técnico dispuestos a "morir por sus ideas", el excapitán de los Bleus campeones del mundo y de Europa no duda en cambiar radicalmente sus planes iniciales cuando la situación lo requiere, incluso tras los primeros 45 minutos. Una tendencia acentuada por la ola de bajas que afectó a su equipo antes de la Eurocopa (Karim Benzema, Mamadou Sakho, Raphael Varane, Lass Diarra, Jeremy Mathieu), que hicieron agrietarse un edificio construido ladrillo a ladrillo durante los dos últimos años.

El 4-3-3 que planteó de inició ante Irlanda se mostró inoperante con Blaise Matuidi en la banda derecha. Cambió el dibujo tras el descanso, sin temer ser acusado de improvisación.

Actuó de la misma manera ante Albania (2-0) en la primera fase, después de haber probado una fórmula 4-2-3-1, sacando principalmente a un Anthony Martial perdido en el campo. En total, hasta cuatro dibujos tácticos ha utilizado Deschamps en los cuatro partidos jugados por los Bleus en la Eurocopa.

Deschamps acostumbra a escuchar a sus jugadores. La intervención de varios pesos pesados del vestuario en el descanso fue sin duda decisiva el domingo en su decisión de optar por un sistema 4-2-3-1 con Antoine Griezmann situado muy cerca de Olivier Giroud arriba.

Resultado: dos goles de 'Grizou' y una proximidad entre los dos atacantes que podría convertirse en norma en el sector ofensivo de los franceses.

"No teníamos miedo, pero estábamos enfadados y llenos de frustración. Los líderes han hablado y el entrenador también", explicó Patrice Evra.

"En el vestuario nos dijimos cosas y eso permitió ver otra selección francesa. Tuvimos una conversación con el entrenador. Me preguntó dónde me sentía mejor. Le respondí que jugaría donde me necesitara, pero en el centro es donde me manejo mejor y donde estoy mejor", explicó Griezmann, que se vistió perfectamente con el traje de líder del ataque, en ausencia de Karim Benzema.

Deschamps ya dio muestras en otros grandes torneos de haber sabido leer bien los partidos para maniobrar en pleno curso del partido.

Así fue por ejemplo en el repechaje para acceder al Mundial-2014, en noviembre de 2013.

Tras la derrota en la ida en Ucrania (2-0), apartó de repente a Samir Nasri y Eric Abidal, que no han vestido de 'bleu' desde entonces, resituó a Benzema en ataque en detrimento de Giroud y puso un 4-3-3 con el trío Paul Pogba-Yohan Cabaye-Blaise Matuidi en el centro, que sirvió para superar 3-0 a los ucranianos.

Después ese sistema fue la marca de fábrica de los franceses en el Mundial de Brasil, donde llegaron hasta los cuartos de final, cayendo allí 1-0 frente a Alemania.

Deschamps ha demostrado que pocos le ganan en pragmático.

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